Diputados buscan garantizar las primeros cinco millas para la pesca artesanal

Sep 23, 2016

Juan Morano adujo que la ley faculta a la autoridad para que, previo informe técnico del Consejo Zonal de Pesca que corresponda, autorice operaciones de naves industriales dentro de las primeras 5 millas.

En el año 2013, la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) estableció restricciones ante el uso de elementos de extracción pesquera que pudieran dañar el fondo marino y, de paso, poner en peligro la sustentabilidad de los recursos.

Analizando algunas de esas restricciones, los diputados Juan Morano e Iván Flores, ambos pertenecientes a la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara, presentaron un proyecto de ley que modifica el artículo 47 de la LGPA con el objetivo de garantizar la conservación marina, conjugando la exclusividad de pesca artesanal en las primeras 5 millas marinas o 100 metros de profundidad de agua.

Al respecto, el diputado Morano argumentó que si bien la Ley General de Pesca y Acuicultura otorgó una extensión de cinco millas marinas para la pesca artesanal, y se estableció un área más amplia para los industriales, el mismo cuerpo legal faculta a la autoridad para que, previo informe técnico del Consejo Zonal de Pesca que corresponda, autorice operaciones extractivas a naves industriales dentro de las primeras 5 millas, cuando en una o más zonas específicas dentro del área de reserva no se realice pesca artesanal o si la hubiera, sea posible la operación de naves industriales que no interfieran con los artesanales.

En esa línea, el legislador por la Región de Magallanes sostuvo que la redacción de la norma «parece ser contradictoria con el principio de conservación de la ley, esto porque la tecnología utilizada por las embarcaciones industriales no son compatibles con mares de baja profundidad, específicamente menor a 100 metros».

En lo concreto, para Morano esta salvedad permite que se realicen «perforaciones» al área artesanal de parte -por ejemplo- del sector sardinero, quienes destinan su captura a la industria reductora de harina de pescado y a la captura de la sardina común en esta franja, «lo que conlleva un enorme perjuicio al medio ambiente dado que la red de cerco es el arte de pesca utilizado por este sector».

«A esa escala y profundidad de fondo marino, el arte es tan nocivo como el arte de arrastre, ya que no solo captura ejemplares de sardina común, sino todos los recursos que allí habitan y que quedan atrapados en sus redes, especies que además son objetivo de la actividad pesquera artesanal más pequeña. Sin perjuicio de esto, cabe subrayar que la utilización del arte de cerco o arrastre genera un enorme daño al fondo marino alterando la estabilidad biológica-física-química del bentos», complementó Morano.

Finalmente, tanto Morano como Flores concordaron en su proyecto de ley que «es de vital importancia» modificar el artículo 47 de la Ley General de Pesca y Acuicultura y sus modificaciones a objeto de ampliar la franja de reserva del sector pesquero artesanal al mar territorial. De igual manera, consideran que es necesario eliminar el articulo 47 bis, «para que de esta forma la franja de reserva sea de exclusividad para la actividad extractiva pesquera artesanal de menos recursos o menor tamaño, es decir, aquellos que trabajan en lanchas menores a doce metros de eslora».

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