(Pulso) Intensos han sido los últimos días en el family office del ex presidente Sebastián Piñera. La polémica por la adquisición de Bancard International Investment Inc. en Exalmar, en medio del diferendo marítimo entre Chile y Perú, generó una polémica que tiene hasta hoy al ex mandatario explicando la situación.
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La filial de la firma en Islas Vírgenes Británicas ingresó a la pesquera peruana -que potencialmente podría beneficiarse del triángulo marítimo ganado por Perú- en 2010 con una pequeña participación, para luego ir incrementándola hasta el 9,05% a julio de este año. En septiembre la cifra volvió a subir, llegando a 9,1%. Y en la última actualización de datos de la Superintendencia de Mercado de Valores de Perú, su participación alcanza el 9,18%, es decir un 0,08% más. Esto equivale a unos US$84.000. La nueva compra de acciones se realizó el mes pasado.
Si bien esta participación total, equivalente a US$9,5 millones, es una de las más de cien posiciones que Bancard mantiene en acciones, ha sido sin duda un dolor de cabeza no menor y podría precipitar el anuncio del propio Piñera sobre el destino de su fortuna, de cerca de US$2.500 millones.
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Aprobada a principios de año, la Ley de Probidad de Funcionarios Públicos establece en su artículo 26 que el presidente, ministros, parlamentarios, contralor, entre otros funcionarios de la administración pública, que posean títulos de oferta pública representativos de capital o de deuda emitidos por entidades constituidas en Chile, y cuyo valor total supere las veinticinco mil unidades de fomento ($650 millones) deberán enajenar los títulos o bien constituir un fideicomiso ciego. Sin embargo, no hay requisitos respecto de aquellas participaciones en el extranjero.
Por ello, es que el ex mandatario ha asegurado que está dispuesto a hacer algo más. Él mismo ha dicho que «si estimo conveniente y necesario, tomaré decisiones que van más allá de la ley para asegurar la total autonomía e independencia como candidato y, eventualmente, como Presidente de Chile».
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Si bien no están cerca de tomar una decisión, en la oficina saben que el rango de acción es amplio: desde mantener la estructura ideada en 2009 para las inversiones nacionales, hasta dejar todas las inversiones, cerca de US$2.500 millones, en diversos fideicomisos. Esto, sin embargo, implicaría prácticamente la disolución del family office.
La semana pasada Bancard citó a la reunión de directorio -que se realiza trimestralmente- correspondiente al mes de septiembre, la cual había sido postergada tras los últimos acontecimientos. Se espera que se realice durante las próximas semanas para tratar, entre otras materias, lo ocurrido con la polémica. También se analizarían las ideas para el futuro del patrimonio del ex presidente. La última decisión, eso sí, no está en manos de esta instancia.
Además de Exalmar, en la región Bancard posee inversiones en Colombia en Cemex (US$12 millones), Avianca (US$8 millones), Terpel (US$10 millones), la Bolsa de Valores Colombia (US$11 millones); mientras que en Perú participa en Lindley (US$60 millones) y Andino Investment Holding (US$2 millones).
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