FANs: Actores locales analizan la situación actual de la industria del salmón

Jun 28, 2016

En la oportunidad se habló acerca de las proyecciones de la actividad salmonicultora, sus impactos ambientales y los efectos económicos y sociales que podría dejar la muerte de más de 27 millones de peces en la Región de Los Lagos debido a una floración algal nociva ocurrida a principios de año.

Frente a más de una centena de estudiantes de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Austral de Chile (UACh), sede Puerto Montt (Región de Los Lagos), entre otros invitados, este martes 28 de junio dos actores relacionados con la actividad acuícola entregaron sus reflexiones en el marco de la charla magistral «Análisis de la Situación Industrial Salmonicultora Local». Se trató del editor de Ediciones Especiales del diario El Llanquihue, Gonzalo Canales; y del gerente de Farming de Salmones Magallanes, Óscar Garay.

Es así como el primero entregó una visión más relacionada con el mundo periodístico, compartiendo cifras de la actividad salmonicultora y del impacto que tuvieron las floraciones algales nocivas (FAN) de principio de año tanto en la mencionada actividad cultivadora como en el sector extractivo de recursos del mar.

En la oportunidad, Canales concluyó que, entre otros aspectos, «se pudo reaccionar de mejor forma frente a un tema complejo» y que el «fenómeno llegó para quedarse y habrá que tomar medidas para mejorar el trabajo en predictibilidad y respuesta en el ámbito público-privado». De igual forma, el periodista remarcó que no todas las especies fueron afectadas por la FAN (marea roja) y, por lo tanto, criticó la falta de una mejor difusión de información que permitiera entregar mayor confianza a la comunidad en el consumo de dichos productos.

Desmitificando la salmonicultura

Por su parte, el ejecutivo salmonicultor analizó los objetivos que tiene la actividad acuícola a nivel global (ornamental, repoblamiento o proteínas, entre otros), sus proyecciones y el impacto ambiental que posee y en comparación con otras industrias productoras de proteínas. «Hay que aclarar las cosas. Todas las actividades humanas contaminan», expuso antes de detallar que, por ejemplo, la industria porcina tiene emisiones de nitrógeno equivalentes a 800 kg/tonelada (t) de proteínas, la bovina llega a los 1.200 kg/t de proteínas, mientras que la «acuicultura alcanza a los 360 kilos por tonelada de proteínas y donde el salmón solo 284 kilos».

Además, aseveró que la salmonicultura es la actividad más eficiente, al requerir solo 1,3 kg de alimentos para producir un kilo de carne. Cifra que dista mucho de la industria bovina, que utiliza más de 20 kg de alimento para producir un kilo de carne.

Sin embargo, Garay recalcó que la acuicultura es un «negocio de alto riesgo» debido a que su sustentabilidad económica puede ser afectada por enfermedades, precios, escapes, robos, predadores o factores ambientales, entre otros.

A pesar de todas estas dificultades, la industria del salmón es la segunda más importante del país, al lograr ventas por US$3.507 millones en 2015 y después de la minería, que sobrepasó los US$41.000 millones. En términos alimenticios es por lejos la más relevante dado que el vino, la segunda en el ranking, solo llega a los US$1.896 millones.

Efectos de los FANs

En relación con su experiencia, Garay relató la situación que le tocó vivir a fines de 2014 en la Región de Magallanes y cuando una floración de algas hizo que la compañía perdiera 983.000 peces o el equivalente a US$13 millones. «No tuvimos otra opción que mover los centros de cultivo para evitar una mayor mortalidad y luego de recibir una autorización de parte de la autoridad», expuso el ejecutivo.

Respecto del fenómeno vivido a principios de 2016 en la Región de Los Lagos, Garay expuso que se perdieron unos 27,8 millones de peces, equivalentes a 39.844 toneladas (115.000 toneladas a cosecha) y que significaron pérdidas directas por US$200 millones (US$800 millones a cosecha).

El gerente de Farming de Salmones Magallanes expresó que la mencionada mortalidad significó perder cerca del 15% de la producción proyectada y que, por lo tanto, se podría esperar que el empleo «debería descender en similar proporción».

En relación con las estrategias para evitar la acción de FANs, Garay fue enfático en señalar que es poco lo que se puede hacer dado que «no se pueden predecir2 y que medidas de mitigación, como la aplicación de oxígeno, movimiento de masas de agua, aireación o bajar las jaulas «son poco efectivas».

Una buena alternativa «es mover las balsas hacia sectores sin floraciones, pero requiere de flexibilidad y rápida respuesta administrativa de autoridades y de las empresas productoras y de seguros», finalizó el ejecutivo antes de iniciar la ronda de preguntas.

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