Las señales químicas son un elemento clave de las interacciones huésped-parásito. En los ecosistemas marinos, ectoparásitos como el piojo de mar utilizan señales químicas y otras señales sensoriales para aumentar la probabilidad de encontrarse con un huésped e identificar los apropiados para completar su ciclo de vida.
En ese marco, Gustavo Núñez-Acuña, Cristian Gallardo-Escárate, David M. Fields, Steven Shema, Anne Berit Skiftesvik, Ignacio Ormazábal y Howard I. Browman elaboraron un artículo científico en donde determinan que el péptido antimicrobiano cathelicidin-2 (Cath-2) del salmón Atlántico (Salmo salar) es una señal asociada al huésped molecular para el piojo.
«Los compuestos químicos que subyacen a la identificación del huésped por el piojo de mar no están completamente descritos o caracterizados. Y aquí presentamos un nuevo compuesto: el péptido antimicrobiano cathelicidin-2 del salmón Atlántico que actúa como una señal de activación para el copépodo marino Lepeophtheirus salmonis«, explican los científicos, añadiendo que dicho parásito es activado por Cath-2, «lo que indica un estrecho vínculo entre este péptido y el sistema quimiosensorial del piojo del salmón».