La Corporación de Educación La Araucana se ha tomado en serio el tema de la diversificación de la acuicultura. En el Centro Acuícola de Chinquihue, ubicado en las cercanías de Puerto Montt (Región de Los Lagos), la entidad está ejecutando proyectos relativos con el cultivo de bacalao de profundidad, congrio dorado, huepo y almeja.
Desde hace un par de años, la entidad ha estado trabajando en el “Proyecto matriz de cultivo de bacalao de profundidad: Una gran oportunidad para la acuicultura chilena», inserto en el Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACH), convocado por Fondef e Innova Chile de Corfo. Aquí la Corporación consiguió producir juveniles a partir de ovas provenientes de reproductores de un plantel propio. Fue a fines de 2012 que comenzaron a tener desoves en forma regular.
El director de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Corporación, Alberto Reyes, comentó que si bien se logró una tasa de sobrevivencia de un 0,8% en la etapa larval, no son malos resultados para una especie que vive a unos mil metros de profundidad y que es la primera vez que se intenta reproducir en el país. “Los peces han seguido creciendo y pesan en promedio 150 gr. Se mantienen vigorosos y alimentan bien”, expresa.
Sin embargo, este proyecto se encuentra en proceso de “transición”. Esto porque en junio pasado finalizó la primera etapa aprobada y, el Fondef informó que no renovará los fondos para el PDACH, al menos este año. Por ahora, los peces continúan en la estación de Chinquihue (Región de Los Lagos) y La Araucana planea postular a otros fondos con el fin de apalancar nuevos recursos. También se tiene la esperanza de que los recursos del PDACH se retomen en 2015.
“Siempre hemos tenido mucha fe en que este proyecto será una realidad productiva para el país. Es difícil predecir los plazos en que lo lograremos; ello dependerá de los resultados que tengamos y de los éxitos y fracasos de las fases intermedias, pero hasta aquí hemos demostrado dos cosas. Primero, que es factible capturar peces vivos y mantenerlos en estanques. En segundo lugar, que los peces silvestres no solo sobreviven y se alimentan en tierra, sino que, además, es posible reproducirlos. En nuestras instalaciones tenemos una prueba de ello”, dijo Alberto Reyes, haciendo alusión a los alrededor de 60 juveniles que la entidad posee.
La Araucana también está trabajando en un proyecto Innova sobre oportunidades de cultivo del congrio dorado, el que es dirigido por el investigador, Roberto Kido. A través de esta iniciativa, la institución ha tratado de capitalizar el conocimiento y experiencia obtenidos a partir de los intentos de cultivar bacalao. “El congrio no vive a tanta profundidad; es una especie muy noble y amigable para el cultivo, de modo que ha resultado simple, pero a la vez desafiante tratar de crear nuestro plantel de reproductores, donde esperamos tener desoves en los próximos meses”, añadió el director de Investigación.
La Corporación también se ha interesado en cultivar moluscos. Actualmente tiene un proyecto Innova consistente en la producción de semillas de huepo, molusco bastante atractivo comercialmente y cuyos bancos naturales han sido explotados en forma intensa. La idea es generar una producción de semillas para ayudar a que pescadores y pequeños acuicultores puedan optimizar la producción del recurso. “Esta y otras iniciativas que estamos ejecutando –por ejemplo con el cultivo de semillas de almejas– apuntan no necesariamente a un negocio intensivo, sino que a la acuicultura de pequeña escala, con algunos mercados específicos. Está pensado para comunidades, empresas familiares, pymes y otras pequeñas organizaciones”, explicó Reyes.
El académico aclaró que lo que pretende La Araucana es limitar el quehacer de Investigación y Desarrollo (I+D) en Chinquihue, a la fase experimental de los proyectos, de modo que los proyectos exitosos que necesiten enfrentar un escalamiento productivo tendrán que hacerlo fuera de sus instalaciones. “No podemos pretender escalar aquí la producción de bacalao, congrio o moluscos, ya que, por vocación institucional, esta instalaciones cumplen una misión de investigación, así como de formación de nuestros estudiantes. No podemos ni queremos cambiar ese foco. En el caso del huepo, por ejemplo, nuestra mirada es que esto genere una actividad productiva que podamos transferir a terceros; eso lo dirá el futuro y entorno de las oportunidades de negocio”, especificó.