Hace un par de semanas, John Hurtado Pasten asumió la presidencia de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón de Chile (Conatrasal). Su arribo se produce en medio de un complicado escenario para la salmonicultura chilena, que hoy ha visto mermada su rentabilidad producto de los mayores costos de producción y, a su vez, de los menores precios en sus principales mercados de destino. A esto se suman los cuestionamientos internacionales por el uso de antibióticos al compararlo con su principal país competidor, Noruega.
Sin ir más lejos, algunos actores del sector han proyectado que las empresas productoras podrían perder cerca de US$400 millones este año y, lo que es más dramático, se estima que el desempleo en la zona sur-austral irá aumentando de aquí a fines de 2016 producto de las menores siembras y cosechas. Así, el próximo año la producción de salmónidos podrían caer cerca de un 5%, mientras que para 2017 la cifra podría rondar el 15%.
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En entrevista con AQUA, John Hurtado sostuvo que la contracción en el volumen productivo se debe a varias causas. Entre las más relevantes -a su juicio- se encuentran la falta de regulación de la misma industria en cuanto a cuotas de producción, lo que implicó un incremento en estos últimos años que ha alcanzado cifras superiores a las 700.000 toneladas. «Este aumento en la oferta ha generado una baja en los precios y por tanto una pérdida de rentabilidad de este commodity. Ello, sumado al alto endeudamiento de la mayor parte de las salmonicultoras de capitales nacionales obliga a un escenario de contracción en la producción y por tanto una pérdida en el empleo directo e indirecto que este sector requiere», argumentó el nuevo presidente de la Conatrasal.
Complementó que otro elemento que agrava este escenario es la pérdida de competitividad del salmón chileno frente al noruego en mercados fundamentales como el estadounidense y la campaña iniciada por el país nórdico para declarar su producto como libre de antibióticos.
Empleo
Hurtado detalló que desde la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile) les confirmaron el complejo horizonte que enfrentará el rubro el próximo año una vez finalizada la temporada del coho y la trucha; eso sí, aún no les cuantifican el impacto en el empleo.
En ese sentido, dijo que por parte de la Conatrasal, y a través de sus sindicatos y relaciones con gerencias operativas, se han enterado que el panorama es incierto y afirmó que se habla del cierre de plantas y reducción de volumen de peces en el mar por parte de varias empresas.
«Esperamos que esta vez no ocurra lo sucedido con el virus ISA que nadie quiso asumir la crisis en ciernes y tomar medidas que protegieran a los trabajadores o paliaran la pérdida de empleos», enfatizó Hurtado, añadiendo que es importante un accionar conjunto que defienda las fuentes de empleo para las mujeres y hombres que tienen en la industria del salmón su sustento y que la actividad autorregule su volumen de producción y enfrente su pérdida de competitividad ante los competidores del hemisferio norte.
«Requerimos el desarrollo de una industria sustentable, vinculada al territorio y sus personas, para poder tener empleos de calidad. Es decir, una actividad eficiente y sana», puntualizó.
Para cerrar, dijo que también es importante el rol y accionar de las autoridades sectoriales y regionales, «y les decimos desde ya que no es posible pensar en mesas de trabajo sin que se considere la participación de los trabajadores».
«El no contar con nosotros es tener una mesa coja y sin la capacidad de integrar las miradas y diagnósticos de todos los actores de esta industria que posibiliten el desarrollo de medidas efectivas y ajustadas a las necesidades que este escenario requiere», concluyó el timonel de la Conatrasal.