Los desafíos de Eugenio Zamorano como jefe de Acuicultura de la Subpesca

Ago 22, 2014

Repoblamiento de algas, acuicultura de pequeña escala, diversificación, relocalización de concesiones, relación de la salmonicultura con los demás rubros y con la comunidad, uso de antibióticos, entre otros, fueron algunos de los temas que el hace poco asumido timonel de Acuicultura de la autoridad sectorial repasó con AQUA.

El pasado jueves 24 de julio, en el marco de la reunión que sostuvo la Comisión Nacional de Acuicultura (CNA), el subsecretario (S) de Pesca y Acuicultura, Paolo Trejo, presentó a quien reemplazaría a José Miguel Burgos en el cargo de jefe de la División de Acuicultura de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca).

Se trató de Eugenio Zamorano Villalobos, quien hasta entonces era el encargado de la Unidad de Gestión Sanitaria y Plagas de la Subpesca, donde trabaja en el desarrollo de la normativa sanitaria para la salmonicultura y en las modificaciones legales para la actividad acuícola, así como en la regulación para el control del ingreso de plagas hidrobiológicas al país.

Con anterioridad estuvo a cargo de la implementación y fiscalización del Reglamento Sanitario para la Acuicultura (RESA), en el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de la Región de La Araucanía.

Entre septiembre de 2007 y mayo de 2010 se desempeñó como investigador del Departamento de Salud Hidrobiológica del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), teniendo base en la ciudad de Puerto Montt (Región de Los Lagos); mientras que entre julio de 2003 y agosto de 2007, en Puerto Aysén (Región de Aysén), trabajó como profesional del Departamento de Sanidad Pesquera y Unidad de Acuicultura del Sernapesca.

El profesional es médico veterinario de la Universidad de Chile y ha representado a la entidad de Gobierno en instancias internacionales, como la última edición de AQUA NOR (en la foto se le ve en el stand de Chile), considerada la feria acuícola más importante del Hemisferio Norte (se realiza en la ciudad de Trondheim, Noruega).

A casi dos meses de su llegada al cargo, Zamorano conversó con AQUA para analizar cuáles son los principales temas que están copando la agenda acuícola nacional.

¿Cuál será la impronta de su gestión?

Asumir la jefatura de la División de Acuicultura es un gran desafío y agradezco la confianza depositada por la autoridad. Tengo el convencimiento que la acuicultura representa una gran oportunidad de desarrollo para nuestro país, en sus distintas regiones y con sus distintas características y condiciones. Por esto, es necesario fortalecer el trabajo mancomunado de las instituciones, organizaciones, centros de investigación y productores en pro de su diversificación, sobre todo para las comunidades que tienen menos experiencia en el cultivo de recursos hidrobiológicos.

Contamos con una industria consolidada que requiere un seguimiento cercano de su gestión ambiental, sanitaria y productiva y con la cual tenemos ya un trabajo desarrollado a partir de mesas público-privadas a nivel nacional y/o local, como es el caso del trabajo con el sector salmonicultor, mitilicultor y alguero y con todos los demás gremios que conforman, por ejemplo, la Comisión Nacional de Acuicultura y otras instancias. Estos espacios ya arraigados debemos mantenerlos y mejorarlos en pro del desarrollo sostenible de la actividad.

Adicionalmente, los compromisos gubernamentales en materias de acuicultura están principalmente referidos a la acuicultura de pequeña escala y este es un desafío mayor. Por muchos años se ha tratado de avanzar en materias de equidad y acceso, sin embargo aún no contamos con una normativa diferenciada que favorezca a los pequeños cultivadores, en base a su producción, superficie, tipo de cultivo ni ingresos; esta es una de las principales tareas que nos convoca.

¿Qué alcances persiguen las leyes de repoblamiento de algas y de acuicultura de pequeña escala? ¿Cuándo estarían en pleno funcionamiento?

La primera, busca potenciar no solo el repoblamiento sino también el cultivo de algas, fundamentado en el aumento sostenido de la demanda dado sus múltiples aplicaciones en la industria alimenticia, cosmética, farmacéutica y otras y a la baja disponibilidad en las praderas naturales. Por otra parte, estas acciones favorecen otros aspectos como son los beneficios ecosistémicos de las algas, referidos por ejemplo a su función como estructuradores de las comunidades marinas.

En términos prácticos, la iniciativa tiene como objetivo establecer un sistema de bonificación para empresas de menor tamaño, que permita aumentar la biomasa de algas disponible en el territorio nacional, en consideración a los beneficios mencionados anteriormente.Acuicultura de Pequeña Escala (Archivo Editec)

En el caso del proyecto de acuicultura de pequeña escala, esta es una aspiración histórica de quienes no han participado de los beneficios del crecimiento y consolidación de esta actividad, debido a la existencia de brechas económicas, culturales, geográficas, de información y tecnológicas, entre otras. Tenemos una gran oportunidad de desarrollo para nuevos productores y para fortalecer a quienes, a pesar de las brechas, han logrado instalar sus centros de cultivo.

Tal como ha manifestado el subsecretario (de Pesca y Acuicultura) Raúl Súnico, este proyecto busca dar mayor equidad, justicia y oportunidad a las comunidades ribereñas a través del acceso a la acuicultura a los pequeños productores, permitiendo que los instrumentos de asistencia técnica y financiamiento puedan aplicarse a este sector, para su despegue definitivo.

En ambos casos para entrar en ‘pleno funcionamiento’ es necesario contar con una ley que establezca los alcances y aplicación de estas iniciativas. La primera de estas en actual trámite legislativo y la segunda en elaboración por parte del Ejecutivo.

¿Cuáles son las políticas de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) en términos de diversificación acuícola? ¿A través de qué medios y herramientas fomentarán el cultivo de otras especies hidrobiológicas, más allá de las tradicionales como los salmónidos, mejillón, abalones?

Efectivamente la diversificación es una tarea relevante y de futuro, ella nos permitirá contar con producción de nuevas especies, en nuevas zonas geográficas, nuevos productos, para nuevos mercados y con una mejor y más moderna tecnología.

Reconocemos los esfuerzos realizados en estas materias, sin embargo, es necesario avanzar con mayor celeridad y en esto queremos dar un énfasis especial, por ejemplo, al cultivo de macroalgas, donde visualizamos una oportunidad concreta para organizaciones de pescadores artesanales y pequeños productores, ya sea en áreas de manejo como en concesiones de acuicultura. En esta tarea en particular es relevante contar con el proyecto de ley de fomento al repoblamiento y cultivo de algas.

Adicionalmente, existen numerosos proyectos de diversificación a lo largo del país y para su desarrollo contamos con la valiosa experiencia y conocimiento, que tanto el sector público como privado han adquirido de los actuales cultivos a nivel comercial.

Cabe tener presente que para esta tarea contamos con la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento presentada por la Presidenta (Michelle) Bachelet, cuyo objetivo es sentar las bases para una nueva economía fundamentada en: promover la diversificación y desarrollo productivo; impulsar sectores con alto potencial de crecimiento; aumentar la productividad de las empresas; y generar un nuevo impulso a nuestras exportaciones. En todos estos estos ámbitos la acuicultura puede y debe tener un rol destacado.

Salmonicultura

¿En qué punto se encuentran las iniciativas relacionadas con la relocalización de concesiones?

La Ley 20.434 estableció una nueva institución denominada ‘relocalización’ que permitiría avanzar en el ordenamiento territorial de las concesiones de acuicultura de salmónidos, lo que tenía por objeto mejorar las condiciones que propician un buen desempeño ambiental y sanitario de los centros de cultivo.

Sin embargo, este proceso ha tenido una serie de dificultades que van desde modificaciones cartográficas (regularización de concesiones) hasta modificaciones reglamentarias que afectaron esta acción, por lo que esperamos poder tener un avance significativo dentro de este año y el próximo.

¿Estiman que la salmonicultura debiera tener un nuevo trato con los demás sectores en términos de apertura comunicacional y colaborativa? ¿Por qué?

Respecto a este punto, no cabe duda que uno de los grandes desafíos que enfrenta la salmonicultura en Chile, dice relación con avanzar en la creación de valor compartido, que va más allá de la Responsabilidad Social Empresarial y que busca generar un real vínculo empresa-sociedad en las comunidades donde se inserta.

Cultivos acuícolas en el sur de Chile¿Por qué? Porque el costo de no avanzar en esta línea es muy alto, genera desconfianza y descontento social cuyos resultados negativos afectan no solo a la industria sino también a la política pública asociada con el sector. Al respecto, es importante recordar que en el actual modelo, la definición de nuevas áreas de cultivo, que permita mejorar la arquitectura de nuestras concesiones, es en su esencia misma una decisión regional, donde existe una activa participación de las comunidades que comparten el borde costero.

En este mismo escenario, vemos que acá se abre un desafío interesante de abordar en el marco del desarrollo y potenciamiento de la acuicultura de pequeña escala, que para el caso del sector artesanal cobra importancia toda vez que se busca generar una alternativa de ingresos que permita suplir las mermas generadas por la disminución de las cuotas de capturas.

Se ha hablado de la posibilidad de limitar la producción de salmónidos para que de esta manera no se produzca un crecimiento desmedido del sector, ¿qué hay de cierto en esto y cuál es su postura frente al tema?

Actualmente, estamos comenzando a aplicar la regulación de densidades de cultivo por agrupación de concesiones (barrios) y las limitaciones de siembra por concesión de acuicultura, en función del desempeño sanitario, productivo y ambiental.

Lo anterior, debiera establecer una mejor manera de abordar los crecimientos de esta industria y el adecuado equilibrio entre la producción y los indicadores sanitarios y ambientales.

Una de las informaciones que ha marcado la agenda del sector durante las últimas semanas es el uso de antibióticos en la industria chilena. ¿Qué respuesta se le entrega a la opinión pública cuando se relaciona con el uso significativamente inferior que realizan otras naciones productoras como Noruega; y de qué manera trabajará la autoridad en conjunto con las empresas para reducir la aplicación de fármacos?

En Chile, a diferencia de los países del Hemisferio Norte, la principal enfermedad que afecta a nuestra acuicultura se denomina Síndrome Rickettsial Salmonídeo (SRS), que es producida por una bacteria intracelular, de curso insidioso, denominada Piscirickettsia salmonis. La presentación clínica y agresividad de esta enfermedad dista mucho de lo que sucede en los demás países productores, probablemente debido a condiciones ambientales. Esta es la principal causa asociada con el uso de antibióticos en la industria chilena, por cuanto se utilizan para controlar los brotes de esta enfermedad.

Actualmente existe un programa de control específico para la enfermedad, dictado por el Sernapesca, cuya implementación nos está permitiendo conocer aspectos epidemiológicos necesarios para mejorar el control de esta enfermedad. Paralelamente, la Subpesca ha destinado una cantidad importante de recursos para financiar investigación que permita mejorar el conocimiento del patógeno, que constituye la base de todo programa de control.

Por su parte, la industria utiliza vacunas para disminuir la presentación de la enfermedad, pero el efecto protectivo parece no ser el esperado. Debemos considerar también que la respuesta inmune de los salmones es limitada. Este es un tema que estamos abordando para ver alternativas de mejora.

Adicionalmente, el Sernapesca en conjunto con esta subsecretaría y la industria estableció una mesa de trabajo en el mes de marzo, con el objetivo de evaluar el uso de antimicrobianos en la salmonicultura y diseñar una propuesta para disminuir su consumo. Al respecto, una de las líneas de trabajo en el uso responsable y prudente de los antimicrobianos, ante lo cual es Sernapesca lanzó en el mes de julio de este año el ‘Manual de Buenas Prácticas en el uso de Antimicrobianos y Antiparasitarios en la Salmonicultura Chilena’. Estamos conscientes de este tema, y es la razón por la cual es una de las áreas prioritarias en la que se encuentra trabajando el Sernapesca en el ámbito de la acuicultura.

Finalmente, otro aspecto importante de mencionar, es que el Sernapesca es la autoridad competente en Chile encargada de controlar la calidad sanitaria de los productos acuícolas de exportación, de acuerdo con los requisitos de los mercados de destino. Para ello, el Servicio posee un sólido programa de control de residuos de fármacos que permite acreditar la ausencia de este compuestos en el producto final destinado a consumo humano.

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