Desde hace más de una década, Corfo ha estado apoyando la diversificación acuícola del país, otorgando financiamiento a diversos proyectos de cultivo de especies como seriola, congrio y corvina. Hace unos cinco años, la institución lanzó los Programas Tecnológicos Estratégicos (PTEC), donde Acuinor fue una de las beneficiadas para seguir impulsando la producción de seriola (Seriola lalandi) en la región de Atacama, en las cercanías de Caldera.
Los resultados de la compañía, los últimos años, han sido notables. La firma ya ha logrado producir y exportar tanto producto vivo (larvas y juveniles) como producto terminado (pescado entero y filetes). Ahora, planea la producción a una mayor escala y con mayor periodicidad, buscando tener cosechas todas las semanas del año.
Para profundizar en el tema, AQUA conversó con Muriel Teixidó, gerente comercial y de Proyectos de Acuinor, quien se refirió a la etapa actual en la cual se encuentra la compañía y sus planes a futuro.
¿En qué situación se encuentra hoy la producción de seriola por parte de Acuinor?
Estamos ad portas de poder iniciar la primera producción en nuestra nueva unidad de engorda, ubicada en las instalaciones que tenemos a 20 kilómetros al norte de Caldera. Es importante recordar que nosotros ya hemos producido en forma periódica, exportado y desarrollado dos líneas de negocio. Por un lado, la línea de producto vivo, donde ofrecemos, principalmente, juveniles y larvas, que se venden a otros clientes para que las engorden, y por el otro, la línea de producto terminado, que es el pescado cosechado y procesado, ya sea entero o filete. Estos dos productos ya los hemos estado exportando.
Cuando comenzó la pandemia, nos encontrábamos en plena construcción de la nueva unidad de engorda. Como no pudimos seguir exportando a Europa, aprovechamos de desocupar parte de las instalaciones donde teníamos los últimos peces de la antigua producción para hacer las adecuaciones necesarias para conectar con la nueva instalación.
Ahora, estamos prontos a iniciar el traspaso de los peces que están en los estanques de pre-engorda a los estanques de engorda de la nueva construcción. Con ello, esperamos poder empezar a cosechar de manera permanente, todas las semanas del año a contar de noviembre de este año.
¿Se podría decir que el ciclo de producción de la seriola ya está completado y que ahora el proyecto ya avanza hacia un escalamiento comercial?
Si, totalmente, el ciclo productivo está cerrado. Disponemos desde los reproductores, con desoves continuos, juveniles, preengorda y engorda y ya realizamos cosechas periódicas en las instalaciones recientemente adecuadas, demostrando así que podemos producir en forma constante durante todo el año. El producto es altamente aceptado en los mercados internacionales. Debemos seguir trabajando para ir optimizando cada una de las etapas. Es una mejora continua, pero podemos afirmar que el proyecto es viable tanto desde el punto de vista productivo, como comercial.
En cuanto a la nueva unidad de engorda, ¿cuáles son los números que manejan en torno a volúmenes de producción y cuáles son las proyecciones a futuro?
La unidad nueva nos permitirá producir 200 toneladas al año que, si las divides en 52 semanas, son 3,8 toneladas brutas semanales. Ese sería el límite en una primera etapa. La idea es que, una vez completada esta primera fase de producción, podamos escalar y llegar en unos dos años más a duplicar o triplicar este volumen para luego aumentarlo hasta alcanzar las 1.000 o 2.000 toneladas.
Es importante destacar que la producción de seriola es 100% en tierra, en sistema RAS, donde se recircula alrededor del 99,7% del agua. Es un sistema de producción controlado, ambientalmente responsable y sustentable. Además, tiene menos probabilidad de presencia de enfermedades, no hay uso de antibióticos ni de químicos y no hay presencia de parásitos.
¿Cuáles son los principales mercados que están abordando actualmente?
Yo diría que nuestro primer foco es Estados Unidos y Brasil, aunque ya tenemos clientes en Europa; también China en el futuro. En Estados Unidos, ya tenemos potenciales clientes. Hemos estado visitando ferias, enviado muestras, recibiendo feed back y hoy tenemos varios que están a la espera de la producción de Acuinor.
También hemos comenzado con un programa de ProChile (ProChile a tu medida) que nos adjudicamos el año pasado, con el que pensamos complementar y potenciar todo lo necesario para poder desarrollar, fortalecer y poner en práctica el plan de crecimiento exportador de la compañía. Esto incluye trabajar en la marca, imagen, el relato, videos y también en misiones comerciales en los distintos mercados: Estados Unidos, Europa y China.
En cuanto al mercado nacional, sin duda nos gustaría abordarlo, pero no lo estamos haciendo por ahora porque no tenemos pescado. Aún no hemos comenzado la cosecha de esta nueva producción. De ser así, nos enfocaríamos quizás en una primera instancia en restaurantes que prefieran un producto producido de forma sustentable, responsable y en línea con todo lo que son las mejores prácticas, tanto productivas, sociales y ambientales.
¿Cómo vislumbra el desarrollo del cultivo de seriola en el norte? ¿Podrían ingresar nuevos actores?
Esta es una industria naciente. Creo que se van a sumar nuevos proyectos. De hecho, ya hay uno próximo a desarrollarse y es probable que se vayan sumando más. En esta línea, ojalá que los salmonicultores expandan más sus fronteras y se atrevan a diversificar su cartera de productos, invirtiendo, por qué no, en seriola en el norte del país.
¿Ve a la seriola como una opción para ofrecer un alimento sustentable a un mundo preocupado de enfrentar los efectos del cambio climático?
Sin duda, la seriola producida en sistemas de recirculación acuática (RAS), como lo hace Acuinor, es muy importante y es el foco de cualquier empresa hoy en día el producir un alimento, proteina, saludable y permanecer en el tiempo mediante una producción sostenible. Nuestro sistema productivo es así. A modo de ejemplo, el nuevo sistema de luces led que estamos utilizando en nuestras instalaciones tiene cero huella de carbono. Pronto sacaremos un artículo relacionado con esto. Estamos trabajando para que el proyecto sea verdaderamente sustentable en su totalidad y no lo sea solo a medias.
Por último, ¿qué le parece el despegue acuícola que se está viendo en la zona norte del país con otras especies que también están mostrando buenos resultados?
Buenísimo. Ojalá también se consolide la industria del congrio y de la corvina porque juntos podemos generar una masa crítica en el norte que gatille un desarrollo de proveedores de insumos y servicios. Hoy en día, estamos “importando” estos insumos y servicios desde el sur. Debemos lograr que estos proveedores se instalen también en la zona norte y de esta forma hacer esta industria más competitiva.
Finalmente quisiera destacar el rol de Corfo en términos de generar esta articulación público-privada, colaborativa y asociativa para hacer que esto funcione. Sin colaboración no hay innovación. También el relevante papel de empresas privadas, como Acuinor, cuyos dueños han tenido el coraje y visión para impulsar esta industria. Han sido perseverantes, idealistas y han perseguido un sueño que no es fácil, que es de largo plazo y que pocos están dispuestos a hacerlo.
En acuicultura, cuando se quiere diversificar y desarrollar una nueva especie con potencial económico, todos piensan en la inmediatez, pero estos desarrollos son de largo aliento, se requiere el apoyo del Estado, disminuir riesgos y de una política en torno a este tema. De lo contrario, se hace imposible la participación de privados. Esto hay que incorporarlo como estrategia país, que este trabajo no dependa tan solo del gobierno de turno, sino que sea una política país estratégica basada en las ventajas comparativas y competitivas que tiene Chile con mirada a corto, mediano y largo plazo.
Fotografías: Acuinor