(El Mercurio) «Demasiado lento, nos han estado tramitando mucho, sobre todo por el pago del bono. Lo ha recibido gente a la que no le corresponde, y están dejando al pescador, con documentos al día, afuera», dice Julio Cárdenas, vocero de la Mesa de Marea Roja de Ancud (Chiloé, Región de Los Lagos), la última en dejar las movilizaciones (19 de mayo) tras suscribir un acuerdo con el Gobierno.
Han pasado los días y el ánimo en la zona empieza a complicarse, pues a las quejas por el retraso en el pago de los bonos solidarios, el Gobierno enfrenta ahora movilizaciones de los trabajadores cesantes de la salmonicultura.
Según datos de la industria, 4.000 personas en la región han sido desvinculadas, a partir de los últimos meses de 2015, pero mayoritariamente en el primer trimestre de este año, producto del bloom (florecimiento) de algas que mató a cerca del 15% de la biomasa. Según las federaciones de trabajadores, el universo de desempleados superaría los 10.000.
Cortes de caminos en Chonchi y Quellón, a los que se sumó una protesta en Ancud, con un bloqueo en el puente Pudeto, generaron la inmediata reacción de la población, que copó las estaciones de servicio para llenar los estanques de los vehículos y también compró combustible en bidones.
«Hay que asegurarse, nadie sabe lo que puede pasar, pero es básico tener combustible y algunas provisiones», dijo Carmen Eugenin, en Ancud.
El intendente de Los Lagos, Leonardo de la Prida, estaba citado para este miércoles 8 de junio a la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, para entregar información detallada del número de beneficiarios y los recursos que se entregarán en la isla, pero en una ceremonia en Chiloé informó que no irá a Valparaíso. Tampoco viajará a Ancud, a una reunión que quedó refrendada en el acuerdo de mayo. «Nosotros no estamos en condiciones de estar viajando a Puerto Montt, porque hace dos meses que estamos sin ingresos. Necesitamos que él venga para acá, porque además sería un nuevo incumplimiento», dijo Cárdenas, quien no descartó reiniciar las protestas para superar la crisis provocada por la marea roja.
Justo García, miticultor en Manao (al este de Ancud), sostuvo que «no ha llegado ni la mitad de los bonos. La selección que está haciendo el Gobierno es distinta de lo que se había conversado. Se descontroló el ingreso de las fichas».
En Ancud, asegura Cárdenas, «estamos preocupados, porque estimamos que además de quienes están en el registro pesquero activo, que son unas 2.300 personas, tenemos algo más de 1.200 personas afectadas sin que tengan sus papeles al día. Y de todos ellos, solo se han pagado 1.035 bonos».