Sector pesquero alista ventas de Semana Santa, a pesar de menor interés por consumo de productos del mar

Mar 18, 2018

El gerente general de Lobomar, Gerardo Zelaya, dice que si bien Semana Santa es de las fechas más importantes, es superada por diciembre, cuando se registran mejores resultados.

(El Mercurio) Como todos los años, marzo es uno de los meses de mayor actividad para toda la cadena de proveedores de productos del mar. Semana Santa es una fecha vital para los actores del sector pesquero que, gracias a la tradición de comer productos del mar en esta conmemoración, se les abre una oportunidad para aumentar las ventas después de la época estival, justo la temporada baja de la industria.

Almejas, merluza común y reineta son algunos de los productos favoritos de los consumidores, y se llevan aproximadamente el 70% del consumo de productos frescos en esta época.

“Semana Santa es muy importante en porcentaje de ventas, el 20% del año», resume el gerente general de Maribérico, Pedro Perrier, para graficar la importancia de estas fechas en el negocio.

El gerente general de Lobomar, Gerardo Zelaya, dice que si bien es de las más importantes, es superada por diciembre, cuando se registran mejores resultados, debido a otras celebraciones. «Semana Santa es históricamente la fecha más fuerte de venta, detrás de Navidad y Año Nuevo. Además, para nosotros es la fecha más importante como día puntual». En cifras, en la semana de Pascua de Resurrección se vende casi cuatro veces lo de una semana normal, detalla.

Las estadísticas del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) también revelan la importancia de este período. En términos de extracción de productos, esta época registra cuatro veces más movimiento de pescados y mariscos que otras épocas, según datos del año pasado. Y respecto del ingreso de productos marinos al Terminal Pesquero Metropolitano (TPM), si en una semana normal -la del 15 de mayo de 2017- se movilizaron 370 toneladas en productos del mar, en la Semana Santa del año pasado -la del 10 de abril-, ingresaron 1.413 toneladas de recursos pesqueros. O sea, cuatro veces más.

Sin embargo, distribuidores de la capital en el Mercado Central, y caletas y pescaderías de la Región de Valparaíso hacen ver que las personas paulatinamente estarían comprando menos pescados y mariscos en esta fecha, desde hace ya varios años. Esto ocurre, explican, por un cambio en la dieta, sumado a una paulatina menor observancia de las tradiciones católicas asociadas a esta costumbre. O sea, si bien se registran alzas de venta en esta fecha respecto de los restantes meses del año, dichos aumentos están siendo cada vez menos pronunciados.

Así lo relata Paula Cordero, quien lleva 17 años en la pescadería «El Delfín Dorado», una de las más grandes del Mercado Central. «Este año esperamos que las ventas alcancen 20% más en comparación al resto de los meses del año. Sin embargo, el año pasado llegaron a 30% más», explica.

¿Qué está ocurriendo con los precios? Hay un impacto a la baja. Según el subdirector de Sernapesca, Germán Iglesias, este fenómeno es consecuencia principalmente de la pesca ilegal, que afecta especialmente a los pescadores que cumplen con la ley. «En la medida que se incorporan más recursos ilegales, eso afecta directamente a los precios, que bajan por el volumen de la pesca fuera de cuota o los botes sin documentación», explica la autoridad.

En parte para paliar esta situación, es que Sernapesca ya inició el año pasado -y este año está llegando al 100% de cobertura-, un proceso de trazabilidad digital. También desde abril incorporarán el registro de acreditación de origen legal, de manera digital.

“Nos preocupaba mucho cómo el mundo artesanal iba a recibir este cambio de forma, pero la verdad es que el año pasado el 66% de las declaraciones hechas por pescadores artesanales fue a través de internet», explica Germán Iglesias, añadiendo que esto ha beneficiado principalmente a los pescadores «en norma», y a Sernapesca, «porque tenemos información completa de la cadena de distribución».

Aunque aún hay un período de adaptación por delante -ya que no todos los pescadores cuentan con conexión a internet-, esto permitirá simplificar el sistema y digitalizar sobre 213 mil trámites anuales, lo que debería tener consecuencias en el control de la pesca ilegal y, en consecuencia, limitar la oferta de productos ilícitos, según Iglesias.

La producción de recursos marinos se ha mantenido estable a través de los años. Por las cuotas de pesca, hay un límite en cuánto puede crecer -oficialmente- cada año. Durante 2017, el consumo de todos los productos marinos comprados en Chile registró un crecimiento de 2%, con sobre 451 mil toneladas.

 

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