Con el fin de elevar sus estándares sanitarios, ambientales y de calidad de servicio, cuatro empresas del sector talleres de limpieza de redes de la Región de Aysén adhirieron a un APL impulsado por el Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL) y la Asociación Gremial de Talleres de Redes de Aysén (ATRA).
El Acuerdo de Producción Limpia (APL) beneficiará al 80% de las empresa del rubro en la patagónica región, mediante la incorporación de medidas y tecnologías de producción limpia que permitirán mitigar los impactos ambientales de la actividad y fortalecer su estrategia de competitividad.
La iniciativa cuenta además con la participación de la Intendencia Regional, Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y las secretarías regionales ministeriales (seremis) del Medio Ambiente, Salud y Economía.
Entre los resultados esperados del APL se contempla la implementación de un plan de manejo de residuos sólidos y de sustancias peligrosas, medidas de control y mitigación para la generación de olores molestos, eficiencia energética, mejorar las condiciones de higiene y seguridad de los trabajadores así como el desarrollo de indicadores de sustentabilidad para la industria.
Articulación tripartita
La secretaria del Comité Regional de Producción Limpia de Aysén, Claudia Bunster, destacó que la firma del segundo APL para el rubro, en la Región de Aysén, es el fruto de un trabajo conjunto con las empresas, organismos públicos y la academia a partir del proyecto «Transferencia, innovación y mejoramiento sanitario y ambiental en talleres de redes», financiado por el Gobierno Regional de Aysén, a través de un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), y ejecutado por el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) de la Universidad de Concepción (UdeC).
«Tras la positiva experiencia del primer APL para el sector suscrito en 2003 en la Región de Los Lagos, en el que participaron la Asociación Gremial de Talleres de la Región de Los Lagos (Atared) y de la Región de Aysén (ATRA), estamos iniciando este APL para avanzar en temáticas como manejo de olores y de residuos sólidos con el interés de propiciar un escenario más sustentable dentro de una actividad de gran relevancia económica para la región como es la industria acuícola», subrayó la ejecutiva del CPL.
Para la seremi (s) del Medio Ambiente, Ximena Silva, el APL es muy importante por su carácter voluntario y el avance que representa en materia de cumplimiento normativo. «Es un trabajo voluntario, donde las empresas se sientan a la mesa con las instituciones y definen metas en común, y lo más importante es que estas metas siempre van mucho más allá de la normativa vigente; además representa un avance hacia lo que queremos en Aysén, que tenga un desarrollo sustentable enmarcado en el cumplimiento normativo, medioambiental, laboral y con ello la mejor y más eficientes producción del rubro», argumentó Silva.
En tanto, el presidente de la Asociación Gremial de Talleres de Redes de Aysén, Engelbert Flores, subrayó que el APL ayudará a mejorar la estandarización y la eficiencia de los procesos productivos de las empresas.
«Dentro de la cadena de producción de la industria salmonicultora, nuestro rubro es uno de los más complejos porque genera una gran cantidad de residuos que impactan de manera negativa en la comunidad y el medio ambiente. Es por esto que hemos decidido implementar este sistema de gestión que nos va a estructurar la manera como debemos manejar la variable ambiental, que es muy importante para nuestro rubro», agregó el dirigente.
Industria del salmón
En las últimas décadas, la industria del salmón en Chile ha registrado un significativo crecimiento, constituyéndose en una actividad de gran relevancia económica en las regiones de Los Lagos y Aysén. Durante 2014, la producción de la salmonicultura nacional alcanzó las 900.000 toneladas, 48,5% de ellas generadas en Aysén y un 46,9% en Los Lagos; produciendo retornos por alrededor de US$4.200 millones.
A la par con el desarrollo de esta actividad, se ha generado una industria de servicios especializados en donde destacan los talleres de redes, que contribuyen en la cadena de producción del sector acuícola a través de la mantención, limpieza y reparación de las redes que contienen los peces en sus distintas etapas de crecimiento y engorda, tanto en lagos como en mar.
Sin embargo, esta expansión trae consigo una serie de impactos al medio ambiente, lo que suscita fuertes cuestionamientos a sus prácticas medioambientales.
Es por ello que el nuevo Acuerdo viene a responder a una normativa más exigente y a la demanda de mayores estándares productivos y ambientales por parte de la industria acuícola, con medidas de prevención, control y mitigación de los efectos ambientales que produce la actividad, como olores molestos, residuos líquidos provenientes principalmente del proceso de lavado y residuos sólidos que se originan de la limpieza de las mismas y de la reparación.