Los últimos meses han estado marcados por contingencias para las salmonicultoras, desde las pérdidas millonarias debido a la temida marea roja y sus consecuencias, hasta las detenciones realizadas por Carabineros de bandas delictivas dedicadas al asalto de cargamentos de hasta 20.000 kilos de mercancía.
Las empresas de seguridad batallan contra diversas modalidades de robo, sin embargo encuentran el punto más álgido cuando el delito se produce en los centros de cultivo. Un modus operandi detectado es la sustracción de pequeñas cantidades de mercancía de las jaulas, de manera que cuando se realizan los pesajes y revisiones, la diferencia es tan poca que pasa desapercibida. Pero a la larga, representa una pérdida importante para el negocio.
Manuel Montero, gerente zona sur de G4S, explica que «este método generalmente puede llevarse a cabo gracias a una complicidad entre los delincuentes y colaboración interna de la misma instalación, quienes probablemente manejan y transmiten la información. Es por esto que las acciones en materia de seguridad y resguardo son constantemente revisadas y mejoradas, para así poder establecer controles más estrictos que los tradicionales».
Reforzamiento de medidas de seguridad
Para responder a las demandas de la industria, las empresas de seguridad deben realizar un análisis de los procedimientos. En el caso de G4S, multinacional especializada en seguridad, explican que se debe llevar a cabo una revisión de las rutinas para implementar mejoras en diversas áreas. Considerar aspectos como la rotación del personal y agudizar los procedimientos referentes a la vigilancia y supervisión del sellado de jaulas, las cuales deben ser registradas mediante un sistema de registro numérico.
De igual manera, un plan de seguridad debe contemplar el uso de herramientas tecnológicas que pueden ir desde cámaras de monitoreo, controles de GPS para vehículos, escolta de camiones hasta radares para embarcaciones. El gerente zona sur de G4S del país asegura que «valerse de las más avanzadas tecnologías disponibles en el país, permite disminuir las acciones delictivas y que los guardias puedan tener un mayor control de las instalaciones».
Un aspecto para tener en cuenta es que las operaciones de la seguridad en las salmonicultoras se tornan más complejas que con otras industrias, ya que se trata de prestar servicios en el ámbito marítimo y se deben tomar en cuenta aspectos como el clima, alojamientos y traslados, entre otros, además los guardias deben tener calificación para trabajar en el mar y en algunos casos licencia para naves menores. Por ello, la planificación previa es muy rigurosa, de manera que no se vea afectado el bienestar del personal y mucho menos los intereses de las salmonicultoras.