Camanchaca redujo sus costos de producción en 12% y el uso de antibióticos en un 30%

Abr 22, 2016

La compañía aseveró que su mayor producción de 2015 la desarrolló sin evidenciar alzas en las mortalidades, anotando mejores precios promedio y rendimientos.

Durante el año 2015, el precio del principal producto del mar exportado por Chile, el salmón Atlántico, estuvo un tercio por debajo de su tendencia histórica, pese al nulo crecimiento de la oferta mundial; y las devaluaciones de las monedas de los países a los cuales exporta el país sudamericano generaron ajustes a la demanda que hicieron bajar los precios a niveles mínimos. Además, el cierre del mercado ruso para el salmón noruego, hizo a estos últimos entrar agresivamente en Norteamérica, que es la principal plaza para Chile.

Ante esa coyuntura, el presidente de Camanchaca, Jorge Fernández Valdés, manifestó a los accionistas de la compañía que fue un año de grandes desafíos. «En este complejo escenario comercial, es valioso destacar los esfuerzos realizados por la empresa para reducir los costos de producción, los que permitieron tener costos del salmón vivo ex-jaula de US$3 por kilo, una rebaja de 12% en relación con 2014. Ello mitigó las malas condiciones de precio y permitió márgenes por kilo cercanos a 30 centavos de dólar, muy positivo en el contexto de la industria chilena», aseguró el timonel de la acuícola-pesquera.

Ahondó que la implementación de «iniciativas estratégicas de eficiencia y de mejores prácticas en salmones», les permitió aumentar en 2015 las cosechas desde 39.000 a 43.000 toneladas, y de paso reduciendo en un 30% el uso de antibióticos y en 12% los costos por kilo. Esta última reducción es de 25% al compararla con 2013.

En la memoria anual, la compañía complementa que la producción se aumentó sin evidenciar un alza en las mortalidades, anotando mejores precios promedio y rendimientos. Para alcanzar estos resultados, Camanchaca sostiene que los esfuerzos estuvieron concentrados principalmente en controlar la Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS) y mantener los peces con bajas cargas de cáligus (piojo de mar) en los distintos centros de cultivo.

«Para enfrentar esos desafíos se utilizaron distintas estrategias como vigilancia sanitaria, la aplicación
de nuevas vacunas y el uso de dietas reforzadas para mejorar las condiciones inmunológicas de los peces. A su vez, durante 2015 se comenzaron a notar los primeros resultados del programa genético que maneja la compañía, lo que significó una mayor velocidad de crecimiento de los peces», adujo Camanchaca, añadiendo que la reducción de un 30% en el uso de antibióticos se logró «gracias al uso de alimentos funcionales, aplicación de vacunas y mejoras en
el bienestar de los peces, redundando en especímenes más sanos».

Cáligus y alimentación

Sobre el cáligus, otro factor relevante en el ámbito sanitario, Camanchaca afirmó que se mantuvo en niveles controlados durante el año, presentando una «importante disminución» en las cargas en relación con lo sucedido en 2014.

«Nuevamente este indicador viene a reforzar que el trabajo realizado por la división y que las medidas implementadas son las correctas», aseveró la compañía, detallando que algunas de las acciones fundamentales fueron: mejoras en la coordinación de terapias en los distintos barrios; alto compromiso en el cumplimiento de acuerdos sanitarios; adecuada estrategia de uso de fármacos; y una selección de centros de producción con menor riesgo ambiental y sanitario.

Respecto de la alimentación de los peces, la empresa afirmó que el cambio de estrategia aplicado influyó directamente en los costos. Esta iniciativa, según lo detallado, consistió en dar micro raciones varias veces al día «disminuyendo las pérdidas de alimento producto del cambio conductual de los peces, quienes van a buscar el alimento a la superficie, reduciendo así la posibilidad de que los pellets no sean consumidos. Además, se implementó en todos los centros sistemas de alimentación remota, que permiten alimentar desde tierra y a distancia cuando las condiciones de mal tiempo impiden la operación en el centro. Estas tecnologías influyeron en la reducción del número de días sin alimentación, mejorando su eficiencia y generando una mayor ganancia de peso de los salmones», subrayó Camanchaca.

Lo que se viene

Jorge Fernández sostuvo que durante 2015, en un escenario de márgenes estrechos, el capital de trabajo se vio limitado, lo que motivó tempranamente a Camanchaca a restringir sus planes de siembras de salmón Atlántico para el año pasado y también para este, generando menos exigencias de capital y reduciendo las cosechas para 2017 y 2018, cuando prevén una contracción en torno al 15% de estas.

«Dado que estimamos que esta estrategia no será única de Camanchaca, prevemos reducciones en la oferta chilena en 2017, lo que debiese contribuir a recuperar nuestros márgenes», subrayó el ejecutivo.

En materia normativa, tanto en salmonicultura como en el sector pesquero el año 2016 viene con discusiones importantes en legislación y regulación. Puntualmente sobre el cultivo de salmónidos, Fernández destacó que después de siete años del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISAv), «el modelo productivo y regulatorio posee espacios de mejora que tomen en cuenta las lecciones, dándole mayor sustentabilidad, simpleza y eficiencia de costos al sector».

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