El centro de cultivo llamado «Quitralco 6» logró uno de los mejores resultados históricos obtenidos por Marine Harvest Chile en términos de factor de conversión de alimento biológico (FCRb) y se posiciona para alcanzar los niveles de la división escocesa de la compañía, que actualmente registran un FCRb de 1,04.
«La tecnología usada tanto en producción como alimentación está al alcance de todos y donde realmente se marcan las diferencias, es en el equipo humano, técnico y profesional que ejecuta y brinda el soporte para que las cosas sucedan. En la industria vemos constantemente resultados de centros que también obtienen buenos desempeños, pero lo que buscamos en BioMar es instaurar una cultura de excelencia en la industria, donde todas las buenas prácticas que se generan en esta cooperación conjunta productor – proveedor, perduren en el tiempo y se transmitan a todos los equipos de trabajo. Por eso nuestro espíritu es motivar y premiar al grupo de personas que operan los centros a través de nuestro premio ‘BioMar Farmer of the Year'», manifestó Francisco Valdés, gerente comercial de BioMar Chile, empresa proveedora del alimento con el que se cultivaron los salmones.
El equipo humano es liderado por el jefe de centro, Luis Veas, y lo integran sus asistentes Hardy Nempo, Pedro Castillo, Carlos González y César Ascencio, quienes se hicieron acreedores del premio otorgado por BioMar. Los resultados se obtuvieron como parte de una ecuación de variables que fueron consideradas por el equipo al momento de planificar la producción, en conjunto con el asistente técnico de BioMar, Carlos Carrillo, quien maneja la cuenta de Marine Harvest.
Durante el ciclo de cultivo se usó la línea de dietas Power, donde el nivel de energía que acumulan los peces desde su transferencia a mar hasta que son cosechados, es muy relevante para mantener los crecimientos altos y constantes. Este concepto desarrollado por BioMar y que tiene por nombre High Energy Life Cycle (HELC), está rindiendo frutos en la medida que ha permitido optimizar los niveles de energía necesarios para un centro en particular considerando variables ambientales, sanitarias, genéticas y productivas, en conjunto con la estrategia de alimentación, en este caso, a través de micro raciones.
Los peces ingresaron con un peso de 170,7 g y el periodo de cultivo fue de 19 meses, que no estuvo exento de dificultades, sorteando entre estas floraciones algales nocivas (blooms) y bajas de O2 que incidieron en las pérdidas de biomasa por mortalidad adicional y ayuno. Sin embargo, dada estas condiciones los peces tuvieron un rápido crecimiento, ya que el equipo logró controlar y mitigar todos los problemas que se les presentaron, traduciéndose en un histórico FCRb de 1,06. El uso de fotoperiodo no aplicó durante este ciclo.
«Para nosotros es un orgullo obtener estos resultados históricos en la región de Aysén, y que se reconozca nuestro esfuerzo en buscar la excelencia entendiendo que la producción de salmones no es sencilla y menos aquí. Por otro lado, los aspectos fundamentales que incidieron se basan en la confianza entregada de poder autogestionar los procesos con foco en el bienestar y crecimiento de los peces, empoderando a todo el grupo. El trabajo en equipo, con el soporte colaborativo de las distintas áreas hacia un único objetivo, fue claro, concreto y alcanzable. Y finalmente la calidad del alimento utilizado, dietas de alta energía, que cubren los requerimientos energéticos en cada etapa de cultivo, sumado al buen equipo técnico, las asesorías requeridas y su rápida acción al momento de surgir algún inconveniente», destacó Luis Veas, jefe del centro «Quitralco 6» de Marine Harvest Chile.