(El Mercurio) «Desde el primer día lo dijimos: esto (la marea roja) viene para quedarse, por lo tanto necesitamos un monitoreo constante, no puede ser que esperemos tres días por los resultados».
Así grafica Marco Ide, presidente de la Federación Interregional de Pescadores Artesanales del Sur (Fipasur), la problemática que vive la Región de Los Ríos, que en la actualidad mantiene sus costas cerradas a la extracción de mariscos por el aumento en las concentraciones de la toxina paralizante, fenómeno conocido como marea roja.
Vea: Marea roja obliga a cerrar todo el litoral de la Región de Los Ríos
Actualmente, la toxicidad solo puede ser analizada en el Laboratorio de Marea Roja del Servicio de Salud de Llanquihue en la Región de Los Lagos -a tres horas y media de Valdivia-, lo que genera dificultades en la entrega de muestras. «Los resultados que nos entregaron ayer (lunes), fueron de muestras tomadas el viernes pasado», dice Ide.
Para disminuir los tiempos de espera y dada la contingencia actual, el intendente de Los Ríos, Egon Montecinos, confirmó este martes que el Gobierno apurará las gestiones para construir un laboratorio de marea roja en Valdivia, en terrenos ofrecidos por la Universidad Austral de Chile (UACh).
Se trata de la construcción de un nuevo Laboratorio de Salud Pública, iniciativa que si bien contaba con ficha IDI (Iniciativa de Inversión), no incluía equipos para la detección de la toxina, lo que ahora será considerado. «Nos encontramos en una situación de falta de un laboratorio acá, que es un hecho objetivo», dijo Montecinos, quien agregó que durante esta semana personal de Salud visitará las diferentes opciones de terrenos ofrecidos por la UACh, entre estos el Laboratorio Costero de Recursos Acuáticos ubicado en la localidad de Calfuco.
«Este año agilizaremos las gestiones para comenzar a trabajar en el diseño del laboratorio, para que en 2017 pongamos la primera piedra», aseguró el intendente, añadiendo que «por lo pronto los análisis seguirán haciéndose en la Región de Los Lagos, porque acá no contamos con un laboratorio certificado para hacerlo».
El rector de la UACh, Óscar Galindo, precisó que «para nuestra institución es de fundamental importancia materializar esta propuesta, pues estamos conscientes de la urgencia de hacer investigación, no solo por el impacto económico en la zona, sino por el impacto social que la proliferación de esta toxina ha producido».
Presione aquí para acceder a la nota desde su fuente original en El Mercurio.