Luego de la crisis ambiental y social sufrida este año en Chiloé (Región de Los Lagos), Greenpeace considera necesario brindar mayores certezas a la población. Es así que Estefanía González, coordinadora de Campaña de la filial chilena de la ONG, manifestó que exigen conocer los protocolos de las salmonicultoras ante desastres naturales, como un tsunami, dado que -a su juicio- no son claros los riesgos e impactos de esa industria.
«Estamos atentos a la situación de los habitantes de Chiloé y los alrededores, en particular en estos momentos difíciles», comenzó diciendo la representante de Greenpeace Chile.
De acuerdo con la entidad, la Declaración de Impacto Ambiental que evalúa a las empresas «es absolutamente insuficiente, como lo fue en la crisis por la floración de algas nocivas -también denominada marea roja-, dado que no otorga ninguna certeza sobre los riesgos ambientales que encierra este modelo de producción de cultivo de salmones, sobre todo teniendo en cuenta su ubicación en zonas de alto valor cultural y ambiental».
Añadió que se debe recordar tras la crisis de Chiloé, «que lamentablemente no existe capacidad de respuesta adecuada ni rápida a estas situaciones».
Para Estefanía González, podrían producirse escapes de ejemplares desde las jaulas o que ocurran desplazamiento de estas ante un tsunami. «Por esto es necesario conocer los protocolos que den certeza a la población de Chiloé que ya lo ha pasado bastante mal», concluyó la ambientalista.
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