La experiencia de Rodger Miranda cultivando cobias en Panamá

Abr 12, 2017

Miranda vislumbra que cada vez más se usarán jaulas sumergibles para el cultivo de peces.

La historia de Rodger Miranda como acuicultor en Chile se remontan a los inicios de cuando en la nación sudamericana se comenzó a hablar de una real «industria del salmón» y se extienden hasta agosto de 2015. Primero, como gerente técnico de Marine Harvest, entre septiembre de 1987 y octubre de 1999; luego, como gerente técnico de Empresas AquaChile, hasta diciembre de 2008; y finalmente, como gerente general de AquaInnovo.

Si bien su vínculo profesional en el área del cultivo de especies hidrobiológicas en su país natal se mantienen hasta la actualidad como colaborador académico del Programa de Doctorado en Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh), en enero de 2016 tomó la determinación de radicarse en Panamá para asumir la dirección técnica de OpenBlue, compañía donde varios chilenos también se encuentran trabajando y todos enfocados en diferentes áreas de la producción.

En su nueva labor, Miranda tiene la responsabilidad de apoyar las operaciones en el mar (Sea Station), mantenimiento e instalación para la producción de cobia y ayudar al desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a las jaulas. A su vez, debe administrar el Programa de Investigación y Desarrollo (I+D) de OpenBlue que está relacionado -entre otros- con genética, nutrición y salud. Para esto, trabaja con distintos investigadores e instituciones.

Especie nueva

Las instalaciones de OpenBlue se encuentran en la zona del Atlántico (en el Caribe), específicamente las jaulas están a 13 km de la costa en mar abierto. En diálogo con AQUA desde Panamá, Miranda precisa que el sistema de cultivo «corresponde a jaulas sumergibles que permiten cultivar peces con muy buena calidad de agua y condiciones muy constantes durante todo el año, lo que es muy bueno para el cultivo de cualquier especie. Estimo que en un futuro muy cercano muchas empresas comenzarán a probar este tipo de sistema, el cual además es muy amigable con el ambiente».

Sobre cuáles son los principales desafíos que advierte en el cultivo de cobia y cómo los están abordando como empresa, el histórico salmonicultor chileno puntualiza que es una especie nueva cuyos principales desafíos están en entender de mejor forma su biología y así poder desarrollar un manejo productivo más optimo.

En esa línea, considerando que la acuicultura de especies no salmón/camarón son relativamente bajas en América Latina y el Caribe, dice que el que la región no haya podido avanzar más puede estar relacionado a varios factores: comerciales, financiamiento, investigación, educación, soporte de parte de los gobiernos y por sobre todo, «gente que se crea el cuento».

«Para la mayoría de los inversionistas es más fácil entrar en un negocio en donde exista algo de historia para poder asegurar de algún modo su capital y esto se lo pueden dar las especies históricas, pero también es importante adelantar la nota y mirar hacia el futuro en donde cada vez es más caro producir proteínas en tierra y cada vez la tecnología nos permite poder desarrollar cultivos en agua de manera mucho más eficiente. Es que en el futuro cercano la demanda de proteínas seguirá aumentando al punto que será necesario tener más productos acuícolas y probablemente estos se van a dividir en dos grupos: los de alto valor (salmones, camarones, entre otros) y bajo (carpas, tilapia, entre otros)».

Miranda añade que según ha aprendido durante su paso por Panamá, la cobia es un «pez interesante» y de alto valor tanto para el mercado como para el productor, ya que tiene un perfil proximal que lo torna muy sano, tiene un llamativo sabor, se puede preparar de diferentes formas y puede crecer de huevo a 5 kg en un año medio.

Aprender de los errores

Sobre sus planes para retornar a Chile, asegura que el país siempre está en sus pensamientos, pero siente que este cambio le ha hecho bien a su familia y a él. «Es bueno volver a cero. La vorágine de la produccion acuícola en Chile te absorbe demasiado, dejando poco espacio para el desarrollo profesional e incluso a veces personal. Por otra parte, muchas veces he sentido que no sé si realmente aprendemos de nuestros errores o buscamos trabajar en conjunto y de manera sincera temas que nos afectan por igual, dejando de lado las individualidades», subraya el ex ejecutivo de Marine Harvest Chile, Empresas AquaChile y AquaInnovo.

Para cerrar, comenta que el proyecto que hoy encabeza tiene muchos desafíos y en particular su experiencia profesional es bien considerada, «por lo tanto por ahora no estoy pensando en volver. Solo el tiempo y las oportunidades lo dirán».

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