Investigación tricontinental concluye que la acuicultura tiene impacto en la seguridad alimentaria

Jun 3, 2015

La investigación, gestionada por la FAO, duró tres años y contempló análisis en once países de Asia, África y Sudamérica.

Fortalecer la base de conocimientos y desarrollar nuevas y rigurosas metodologías para cuantificar el aporte de la acuicultura para combatir el hambre y la pobreza, fue el objetivo central del proyecto «Acuicultura para la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la nutrición» (AFSPAN, por su sigla en inglés).

La investigación –que se llevó a cabo entre los años 2012 y 2015 en once países de Asia, África y Sudamérica– fue gestionada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés); mientras que la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) estuvo a cargo de coordinar y ejecutar la totalidad del proyecto en Chile.

«Al responder interrogantes de interés global y local en base a experiencias en tres continentes se genera información relevante para la toma de decisiones sobre políticas y estrategias de desarrollo efectivas para combatir la pobreza y sus efectos en la seguridad alimentaria y la nutrición», puntualizó Exequiel González, académico de la Escuela de Ciencias del Mar y director técnico del proyecto en Chile.

Kenia, Uganda, Zambia, Bangladesh, China, Filipinas, India, Vietnam, Brasil, Chile y Nicaragua fueron los países que participaron en este estudio y que determinó que la actividad acuícola contribuye positivamente a las economías nacionales y disminuye la desigualdad en comunidades involucradas, beneficiando especialmente a los hogares pobres. Los datos establecen que en la mayoría de estos países, la acuicultura también está contribuyendo a la seguridad alimentaria.

La FAO proyecta que para el año 2050 la población mundial habrá aumentado desde 7.000 millones a 9.000 millones, especialmente en países en desarrollo que son más propensos a la hambruna. «Los gobiernos y las comunidades tienen el desafío de garantizar una adecuada seguridad alimentaria y nutricional para todos», ha subrayado el organismo internacionales ligado a las Naciones Unidas (ONU).

De manera creciente, la acuicultura está jugando un rol significativo en combatir la inseguridad alimentaria y la malnutrición al aumentar el abastecimiento y consumo de productos marinos que son fuentes de proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales.

«Este estudio establece que uno de los aspectos menos abordado de manera sistemática por los gobiernos es la integración entre programas de desarrollo de la acuicultura y la educación para la nutrición y seguridad alimentaria, con una carencia de seguimiento y evaluación del impacto de la acuicultura en nutrición y salud. El apoyo gubernamental juega un rol fundamental», ahondó González.

Este es el primer proyecto que se realiza para determinar la contribución de la acuicultura a la disminución de la pobreza, la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel global y local, buscando ejemplos de áreas relevantes como Asia, África y América Latina.

«Los resultados obtenidos permitirán generar estrategias, políticas y programas de investigación claros que se puedan desarrollar para apoyar la expansión sustentable de la acuicultura», concluyó Exequiel González.

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