Kolbjorn Giskeodegard, Nordea Markets: “Hay que buscar un sistema más predecible”

Abr 18, 2016

El ejecutivo llama a la industria del salmón de Chile a avanzar en normativa y predictibilidad ya que, a su juicio, es vital en términos de reputación de mercado

(Fuente: Editec)El banco Nordea, con sede en Suecia, es uno de los más grandes de Escandinavia. Se dice que tiene más de 700.000 clientes corporativos activos en diferentes puntos del orbe y que, en el caso de internet, cuenta con unos 6 millones de clientes online. Sus principales focos de negocio son el petróleo, energía, la industria naviera y, cómo no, la acuicultura.

En el campo internacional, la entidad opera a través de su filial Nordea Markets, la que posee diferentes productos bancarios de inversión y servicios y que incluyen, entre otros, finanzas corporativas, divisas, acciones y renta fija.

En el marco de un evento organizado por la farmacéutica PHARMAQ, en marzo pasado llegó el país el director y coordinador del sector de Alimentos, Bebidas e Ingredientes del Nordea Markets, Kolbjorn Giskeodegard. En la oportunidad, el analista -que visita religiosamente Chile una vez al año con el objetivo de compartir con sus clientes salmonicultores y pesqueros- habló en extenso con AQUA para entregar su visión respecto de la industria acuícola mundial, analizar las realidades que viven los cultivos de peces en Noruega y Chile y ofrecer algunas pautas que permitirían superar los desafíos que se enfrentan.

¿Qué opinión tiene respecto del futuro la acuicultura mundial?

La acuicultura tiene un futuro brillante por dos motivos. Por un lado, porque los productos del mar se han posicionado fuertemente en el ámbito de la salud al ayudar a combatir la obesidad, uno de los grandes problemas de la población mundial. Por lo mismo es que los gobiernos recomiendan aumentar la ingesta de pescados y mariscos.

Por otro, sabemos que el número de habitantes del planeta está creciendo y que requerirán de proteínas sanas donde sea que se encuentren.

En este marco, ¿qué especies se proyectan con un mejor futuro?

Hay muchas especies con gran potencial. Por ejemplo están el pangasio y la cobia, pero todavía con algunos desafíos en el área de la logística y aguas apropiadas para estas actividades. En este sentido, algunas de las industrias que han avanzado más en calidad y comercialización mundial son la tilapia, los salmónidos y el camarón.

En general, ¿qué percepción tiene respecto de sus clientes salmonicultores?

Son clientes muy interesantes y modernos. En general, es una industria altamente demandante en capital para biomasa por un largo periodo de tiempo y, por lo tanto, necesitan de grandes montos corriendo en diferentes operaciones.

En el caso de Noruega, donde se tiene una potente pero limitada industria del petróleo, la salmonicultura es considerada la actividad del futuro porque es renovable y con grandes potenciales de crecimiento.

Entonces, tener conocimientos y una posición en industrias promisorias como la salmonicultura es interesante para los bancos.

Específicamente, ¿cómo ve a la industria del salmón de Chile?

Luego de lo sucedido en los últimos dos años, y tras el bloom de algas, hay una fuerte necesidad de consolidación y de robustecer financieramente a las unidades.

¿Qué es lo que analizan los bancos antes de realizar un préstamo?

Diría que hay tres líneas principales. Por un lado está el flujo de caja de la compañía y de forma de saber si podrán pagar los intereses. Luego se encuentra la bioseguridad, es decir, si la biomasa en el mar está en buenas condiciones. Finalmente, el número y calidad de sus concesiones.

Hace poco, desde Nordea se aseveró que los precios del salmón volverían a los niveles de la década de 1980. ¿En qué se basó dicha afirmación?

Los precios vistos en Europa a principios de año eran similares a los de la década de 1980 y esto no tiene nada que ver con el bloom de algas. Se debe a que una gran parte de la producción noruega estaba siendo vendida por medio de contratos de mediano y largo plazo y no quedaba nada en el mercado spot. Entonces, eso hizo que el pescado no estuviese disponible en el mencionado mercado y se terminara impactando los precios hacia arriba. De todas formas, es posible que los precios bajen en la segunda mitad del año. Siempre lo hacen.

En efecto, lo sucedido con la reciente alza de precios en Estados Unidos se relaciona directamente con el fenómeno sucedido en Chile y es muy seguro que tendrá algún impacto en Europa y en orden de asegurar de materia prima.

Con todo, ¿qué se puede esperar hacia el futuro en la industria del salmón?

Se debe hacer un buen trabajo en los temas regulatorios porque la situación actual se debe a la gran cantidad de concesiones que están activas. Hay que volver a analizar su capacidad y número porque, en teoría, acá se podría producir más de un millón de toneladas.

Si uno da vueltas por el mundo es fácil advertir que siempre hay capital disponible para invertir y, al ver los precios de mercado, algunos podrían pensar en poner más peces de lo debido. Entonces, la producción aumentaría y, con ello, volverían los problemas derivados del estado sanitario y financiero.

Creo que la normativa tiene que estar por el lado de medidas que eviten estas situaciones. En Noruega, cuando se dieron grandes rentabilidades, la producción creció muy paulatinamente. Estoy seguro de que en los genes de los noruegos estaba la idea de poner más peces y aprovechar el buen momento pero el Gobierno fue muy estricto y solo entregó nuevos espacios a través de las licencias verdes, que son muy restringidas.

Esta es una industria con altos riesgos biológicos y, por ello, los incentivos se deben poner para reducir la producción y a través de una fuerte regulación. Es obvio que esta forma no es popular entre los salmonicultores, pero cada vez están más conscientes de que es necesario.

Entonces, ¿el Gobierno debería regular mucho más la producción?

Debería ser un regulador más activo. Sé que el Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura) hace un buen trabajo en este sentido y que las medidas para controlar el cáligus han sido positivas, pero se requiere ir un paso más allá. Hay que buscar un sistema más predecible porque esto último es esencial para atraer capital de inversores.

La reciente crisis del salmón está causando un aumento en el desempleo. ¿Qué opinión tienen los inversores de estos procesos?

Cuando la actividad productiva se reduce, estás obligado a despedir personas. Es parte normal de un negocio. Pero hoy los inversores están poniendo parte de su foco en la responsabilidad social de las empresas y evitan a aquellas que tienen reputaciones pobres o malas relaciones con sus trabajadores.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

[latest_journal_single_iframe]