La Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), que agrupa a 66 socios –grandes, medianas, pequeñas y micro empresas de diversos eslabones de la cadena del valor de la industria, concentrando el 70% de las cosechas de mejillón en el país–, lleva varios años intentando mantener una producción sustentable, cuidando el medio ambiente y preocupándose por una buena disposición de sus residuos.
“Como gremio, tenemos un firme compromiso con la sustentabilidad y estamos convencidos de que esta industria debe avanzar hacia procesos de producción que generen el menor impacto en el medioambiente. Prueba de ello, es que AmiChile está ad portas de implementar un Acuerdo de Producción Limpia (APL), que viene trabajando desde el 2016, y al que se ha invitado a participar a productores de otros gremios de la mitilicultura”, dijeron desde el gremio.
A través de este APL, se establecerán compromisos tanto para centros de cultivo como plantas de proceso en las áreas de eficiencia energética e hídrica, manejo de residuos, eliminación total de plumavit en centros de cultivo y búsqueda de alternativas de reciclaje, compromiso permanente de playas limpias, manejo de emanación de olores y programas de capacitación, entre otros temas.
Además, la AmiChile ha promovido, desde el año 2013, una serie de iniciativas tendientes a la eliminación del uso de plumavit en los centros de cultivo y de captación de mejillón, además de participar y colaborar con las instancias establecidas por la Gobernación Marítima de Castro y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
En octubre de 2013, por ejemplo, el gremio instauró la “Mesa 0 Plumavit”, con el fin de impulsar la eliminación de este material desde los centros de cultivo, no solo de las áreas de captación; identificar rutas de reciclaje del plumavit que saldrían de los sistemas de cultivos; y buscar e implementar estrategias de apoyo a los mitilicultores pequeños para el cambio a boyas de plástico. En esta mesa de trabajo participaron, la Gobernación Marítima de Chiloé, la Municipalidad de Dalcahue, Corfo, Sercotec e Intemit, entre otras instituciones.
En diciembre 2013, en tanto, se entregó el resultado del primer diagnóstico para levantar información sobre volúmenes de plumavit en los centros de cultivo de mitílidos, desarrollado por Intemit en Dalcahue, con el apoyo de la Municipalidad, donde se reflejó la existencia de aproximadamente 16.000 m3 de boyas de plumavit recubierto en los centros de cultivo de mejillón.
A mediados del 2014 se realizaron también reuniones con Surpol, que posteriormente definió una estrategia de recolección de boyas de plumavit y su compactado (ladrillo) para venta al mercado chino. Esta iniciativa permitió reciclar 1.000 m3 del material, “pero lamentablemente esta solución no pudo prosperar debido a que la calidad del plumavit compactado no generó la demanda esperada en el mercado chino”, dijeron desde la AmiChile.
En forma paralela, se estableció un convenio de colaboración con el Centro de Polímeros Avanzados de Concepción (CIPA) para buscar alternativas de reciclaje para el plumavit desechado de los centros de cultivo, a través del cual se obtuvo materia prima plástica (churro) con el plumavit reciclado, pero nuevamente esta alternativa tampoco pudo materializarse, puesto que requería una gran inversión para implementar una planta de reciclaje escalable a nivel industrial.
Recambio de boyas y maquinarias
Finalmente, entre 2016 y 2017 se estableció la Mesa Público Privada de los Mitílidos –donde participa Sercotec y el Gobierno Regional de Los Lagos– que dispuso recursos a través de la línea de financiamiento “Capital del Mejillón Chileno” para el recambio de boyas y maquinaria, donde se dispuso de 16.770 boyas de plástico (5.600 m3), beneficiando a más de un centenar de pequeños productores de la Región de Los Lagos.
“Hoy, si bien existen diversas empresas dedicadas al reciclaje de residuos, la dureza, compactación y materiales adheridos a las boyas de plumavit eliminadas de los centros de cultivo de mejillón, daña y rompe las maquinarias de reciclado o se produce materia prima de baja calidad que no genera los retornos esperados por estas empresas. Esta situación permite visualizar, por ahora, que la alternativa más rápida para eliminar estos desechos desde las playas y centros de cultivo es su acopio temporal, requiriéndose para ello una extensión de 40-50 há de superficie, mientras se define cual será la mejor alternativa de reciclaje y su implementación a nivel industrial”, dijeron desde la AmiChile.
Playas limpias
En mayo de 2017, conscientes de que la eliminación de plumavit debe ser un compromiso asumido en especial por las empresas mitilicultoras, se ha incentivado el trabajo conjunto de diferentes actores, gremios, municipios, Autoridad Marítima, Sernapesca, a través de la mesa de trabajo “Playas Limpias – Mar Seguro” que, entre otras actividades, viene realizando la limpieza de playas, en forma mensual (una o dos veces), apadrinando sectores donde no existe presencia de cultivo, como Isla Tranqui-Queilen (dos limpiezas), Detif-Puqueldón (una limpieza) y prontamente en Chelin-Castro (24 Agosto), entre otras playas. A través de estas campañas, ya se han recolectado alrededor de 700 m3 de plumavit.
Un estudio para generación de un modelo predictivo de residuos en tres playas de Chiloé, mediante teledetección cuantitativa desarrollado por la Universidad de Chile y apoyado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (junio de 2017), indicó que precisamente, una de las playas analizadas con mayor presencia de residuos se encuentra en Detif, en la comuna de Puqueldón, donde el 70% de la basura es de origen antropogénico y el 30% correspondería a plumavit.
Es por ello que el 16 de agosto, 150 voluntarios, entre ellos, representantes de la Capitanía de Puerto de Chonchi, AmiChile y sus socios, productores pequeños, medianos, industriales, plantas de proceso, Intemit, Sernapesca, las Municipalidades de Chonchi y Puqueldón, alumnos del Instituto del Mar “Idemar”, la Junta de Vecinos de Detif, entre otros participantes, recolectaron gran parte de este material en el sector (150 m3 aproximadamente) y ya se ha programado continuar con una segunda campaña de limpieza para el 29 de septiembre, esta vez con el objetivo de recolectar sobre todo otro tipo de materiales presentes en la zona.
¿Qué hace falta?
“Es de opinión de AmiChile que para lograr erradicar el plumavit desde los centros de cultivo y desde la playas, se deben abordar diferentes frentes, entre estos: las autoridades competentes deben aumentar las fiscalizaciones en los sectores aledaños a las concesiones; el Estado debe generar un mecanismo para que agentes informales que usan plumavit, y que no son fiscalizados entren al sistema y cumplan la normativa; se deben mantener en el tiempo las campañas de playas limpias y el apadrinamiento de sectores donde no exista acuicultura; es urgente contar con una superficie de terreno, saneada y disponible para el acopio temporal de plumavit (unas 50 há); y es necesario definir e implementar un sistema efectivo de reducción y/o reciclaje de plumavit, sea o no considerado como una unidad de negocio”.