El Ministerio de Comercio, Industria y Pesca de Noruega publicó este miércoles 8 de marzo una declaración (en noruego) donde establece un nuevo sistema para controlar los piojos de mar en los centros de cultivo de salmón durante la crítica temporada de primavera (boreal) de seis semanas.
Entre los puntos más importantes considera que la prevalencia máxima será de 0,2 piojos hembras por pez, que los productores deberán controlar tomando muestras de todas las jaulas.
De igual manera, la cartera de Estado subraya que «ya no habrá una campaña conjunta obligatoria en primavera para eliminar los piojos».
Tras dar a conocer la normativa, el ministro de Pesca, Per Sandberg -la de Comercio e Industria es Monica Mæland-, comentó que la medida «está dirigida a reducir el contagio desde los peces de cultivo a los que se encuentran en estado silvestre, así como a limitar la acumulación de piojos resistentes a los fármacos».
También aclaró que la nueva reglamentación, conocida como «sistema de semáforos», aceptará incrementos de capacidad en las regiones donde los niveles del parásito son bajos. Mientras que en las zonas con niveles medios o altos de riesgo, existe la posibilidad de mantener la capacidad actual o reducir la producción.
De acuerdo con lo publicado por Fis.com, uno de los que se opone a este nuevo sistema es la Federación Noruega de Productos del Mar (FHL), que representa los intereses de aproximadamente 500 compañías de la industria acuícola-pesquera. Esta organización había pedido antes al Gobierno que dejara de lado el nuevo modelo para regular el crecimiento de la producción de salmónidos.
Sus objeciones surgen del hecho de que el nuevo sistema de regulación podría permitir a la industria salmonicultora noruega un crecimiento anual del volumen de cultivo del 3%, pero sobre la base de que todos los productores puedan mantener los niveles promedio de piojos de mar por debajo del límite de 0,2 parásitos por pez.
Mientras tanto, según varios grandes salmonicultores, se espera que la producción de salmón de Noruega crezca alrededor de un 2% en 2017, después de haber caído cerca de un 6-7% durante el año pasado.
Los defensores de la nueva normativa, en línea con lo sostenido por el Gobierno, recalcan que ayudará a reducir la propagación de los parásitos de los peces de cultivo a sus pares silvestres, y que contribuirá a evitar que los piojos de mar se vuelvan más resistentes a los medicamentos.