(Estrategia) Los integrantes de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile) se reunirán prontamente para armar un contraataque a las propuestas de reducción de producción en el país que puso sobre la mesa la noruega Marine Harvest, que renunció a SalmonChile por fuertes diferencias de opinión. El presidente de Empresas AquaChile, Víctor Hugo Puchi, manifestó que «tenemos pendiente un análisis interno en el gremio y cuando pasemos por ese proceso, seguramente yo daré una opinión pública».
Marine Harvest Chile afirmó que las regulaciones tienen que ser más profundas, inteligentes y de fácil fiscalización. Para esto, sugirió los siguientes puntos como factores clave en las futuras regulaciones: 1) Decidir una biomasa total sostenible de salmón para todo el país (por ejemplo, 400.000 toneladas, como un número aproximado para iniciar la discusión sobre el número indicado para una producción sostenible). 2) Dividir esta producción máxima autorizada en las 1.300 licencias que existen en el país (308 toneladas por licencia). 3) Separar las unidades de producción de las licencias y asegurar que una licencia tenga derecho a producir 308 toneladas. Una unidad de producción puede tener más de una licencia. 4) Esto va a reducir la cantidad de instalaciones y establecerá mayor distancia entre las unidades de producción. 4) Acordar indicadores biológicos para reducir el nivel de cáligus por pez y el uso restringido de antibióticos. Un futuro crecimiento o una futura reducción se deben basar en el rendimiento según los indicadores biológicos. Esto puede ser según el rendimiento en cada sitio y con tope anual del 3%.
Cuando Marine Harvest se refirió a un volumen sostenible de 400.000 toneladas de biomasa para Chile, lo hizo basado en la regulación noruega «y es necesario que sea discutido y se pueda ajustar a las condiciones del país. Sin embargo, este número propuesto, de acuerdo con la interpretación chilena y especificado como biomasa anual cosechada de salmón, estaría entre 600.000 y 650.000 toneladas, que es el mismo volumen máximo de producción que han señalado como sustentable tanto autoridades como líderes de la industria».
«Existe un consenso en que es necesario limitar la producción como país a una biomasa máxima, porque empíricamente tras ciertos niveles de producción se detonan problemas sanitario-productivos y de crisis de precios por sobreoferta en los mercados, con serias consecuencias en la empleabilidad que genera la industria en el sur de Chile. Las concesiones de Marine Harvest son derechos otorgados por el Estado chileno bajo las normativas y exigencias regulatorias existentes, además de diversos procesos de consolidación con otras empresas», argumentó la noruega.
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