La Dra. Carmen Gloria Feijóo del Laboratorio de Biología del Desarrollo de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Andrés Bello (UNAB) participó en 2012, junto con los investigadores Jaime Romero y Paola Navarrete del Laboratorio de Biotecnología de la Universidad de Chile, de un estudio denominado «Antibióticos en acuicultura: Uso, abuso y alternativas», donde se analiza el impacto de los antimicrobianos sobre el cultivo de especies hidrobiológicas.
Descargue aquí el documento (en inglés): Use and abuse of antibiotics in aquaculture
La investigación de la Dra. Feijóo es particularmente relevante en la actualidad luego que Costco y Walmart, dos gigantes del retail estadounidense y grandes compradores de salmón chileno, anunciaran nuevas políticas sobre la comercialización de alimentos. El motivo: la mayor preocupación de los consumidores por proteínas animales que hayan sido cultivadas con la menor cantidad de fármacos posible.
Fue así que en el caso del salmón, el ojo del mercado se posó sobre Chile debido a que la presencia de la Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS) obliga a los productores a utilizar de forma más reiterada antibióticos, lo que en la cuenta anual se ve como un mayor uso en comparación con otros países salmonicultores de referencia, como Noruega.
Dichos cuestionamientos han llevado a la autoridad, a la industria y también a algunos académicos a aclarar que el uso de este tipo de medicamentos no implica un riesgo para la salud humana, ya que se cumple con los períodos de carencia recomendados por las mismas farmacéuticas y, por ende, la ausencia de trazas.
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En conversación con AQUA, la Dra. Feijóo ratificó estos postulados.
Usted, junto con otros investigadores, participó en la elaboración del documento: «Antibióticos en acuicultura: Uso, abusos y alternativas». Independiente del gran uso de antibióticos que realiza la industria acuícola mundial, y particularmente la chilena, ¿cuál es su opinión general respecto de la utilización de estos químicos en la producción de proteínas para la alimentación humana?
Pienso que son necesarios para asegurar la producción de proteínas, al combatir y eliminar las diferentes infecciones que afectan a la especie en cuestión, en este caso peces. Lo importante es usar las cantidades de antibióticos permitidas y respetar el tiempo de carencia. En algunos países, como China, esto no ocurre y hay grandes problemas con la contaminación de las aguas y la existencia de bacterias resistentes a muchos antimicrobianos.
¿Se puede asegurar que, cumpliendo con los períodos de carencia recomendados por los fabricantes de antibióticos, los niveles de los químicos en la carne de los peces, por ejemplo, serán los señalados por las farmacéuticas?
En principio sí. Si usted usa correctamente el antibiótico, es decir según las recomendaciones del fabricante, debería ocurrir lo que este señala. Las grandes farmacéuticas tienen grupos de investigación bastante respetados o colaboran con grupos de investigación de prestigio.
En la investigación en la que usted participó se da cuenta de una conclusión de la FAO/OIE/WHO, alcanzada en Génova 2003, y donde se asevera que «los residuos antimicrobianos presentes en alimentos representan un menor riesgo frente a la resistencia de las bacterias de los alimentos». ¿Está de acuerdo con esta frase? ¿Estima que la comunidad científica puede haber cambiado de parecer en el último tiempo?
En lo personal estoy de acuerdo con esa aseveración. Cuando el período de carencia ha sido realizado correctamente, los residuos de antibióticos en la carne de pescado no serán perjudiciales para la salud. En cambio, el uso indiscriminado de antibióticos genera bacterias resistentes a estos haciendo muy difícil, algunas veces imposible, el control de este tipo de patógenos. Según lo que percibo, la comunidad científica no ha cambiado de idea y sigue estando de acuerdo con la aseveración que me plantea.
Si se tratan peces con antibióticos, pero estos cumplen totalmente con su período de carencia al ser cosechados. ¿Qué nivel de consumo tendría que tener un humano para generar algún tipo de resistencia a dicho producto?
La resistencia no es al antibiótico, sino que las bacterias que se supone son sensibles al antibiótico al estar expuestas de forma constante a altas concentraciones de este terminan siendo resistentes a él. Y respondiendo a su pregunta, dado que en el caso que me plantea no existen niveles detectables del antibiótico en la carne de pescado, usted podría comer todo lo que quisiera y no debería tener efecto alguno.
Si se cosecha un plantel de salmónidos que fue tratado con antibióticos para controlar SRS y cumplió plenamente con su período de carencia, ¿es posible que la bacteria que se buscó controlar pueda seguir estando presente en la carne del pescado y tenga niveles mayores o similares a su huésped? ¿Podrá causar esto algún problema de salud pública?
Sí es posible que aún este en la carne de pescado, pero en concentraciones muy, muy bajas, y como la carne de pescado va a llegar al consumidor bajo una estricta cadena de frío, no debería ser un mayor problema. En todo caso, la situación va más por el lado de bacterias resistentes a antibióticos.
Actualmente no existen trabajos científicos publicados que den cuenta de la concentración de antibióticos en la columna de agua o el sedimento en zonas acuícolas en Chile, pero puedo comentarle lo que ocurre en otros lugares como China, donde la acuicultura también es muy intensa. Los estudios realizados indican que un uso de antibióticos mayor al recomendado genera que las jaulas balsas de los peces de cultivo sean reservorios de bacterias resistentes a los antibióticos usados, muchas veces los mismo utilizados en humanos, generando un potencial riesgo para la salud de las personas.