Con el objetivo de aumentar la representatividad para conquistar mejores condiciones de trabajo para los marinos mercantes de la zona sur-austral del país, José Álvarez Rivera, dirigente sindical de 45 años de edad con un cuarto de siglo de experiencia en la marina mercante, fue elegido presidente de la federación de navieros conocida por la sigla Fesimar.
Su trayectoria de marinero profesional comienza en el Instituto Técnico del Mar Capitán Williams de Chonchi, mientras que en el campo laboral su actividad se inicia en 1992 desempeñándose en distintos buques pesqueros por más de una década, en faenas realizadas en diversas latitudes, como el Cabo de Hornos, océano Índico y las costas de África.
Los últimos años se ha desempeñado en distintas naves que prestan servicios de apoyo a la industria del salmón, navegando por toda la zona sur-austral del país, por esto puede hablar con propiedad del significado de esta labor, enaltecer el rol de marino mercante y su valor en el contexto internacional, de las habilidades y destrezas que deben ser preparados para ser competitivos con las exigencias y normas de estándares internacionales.
A diferencias de otras áreas, la marina mercante se rige por normas internacionales y su tripulación debe tener la formación que le permita embarcar en nave de cualquier bandera. En este sentido, el dirigente subraya que «la carrera profesional de los hombres de mar no debe ser limitada por intereses mezquinos, ni adecuarse a una flota de bajos estándares de modernidad».
José Álvarez es dirigente sindical desde el año 2010 de una de las mayores empresas marítimas del sur, ocupado en el sindicato Sitreman de la compañía de servicios Don Anestis diversos cargos, siendo elegido por los miembros del directorio como presidente de la Federación de Sindicatos Navieros del Sur-Austral.
El presidente de la Fesimar tiene claro los desafíos de la organización: trabajar en equipo con todo el directorio compuesto por diez miembros que representan a los sindicatos de distintas navieras. «La primera tarea es aumentar la representación de los más de diez mil hombres de mar ligados a la marina mercante de la zona sur-austral. La unidad de los trabajadores es el camino para conquistar mejores condiciones de trabajo, que nuestra labor y alta especialización sea reconocida en nuestro país, ya que el marinero nacional goza de prestigio internacional pero los armadores nacionales no lo valoran», sostiene Álvarez.
En la zona sur-austral se concentra el 87% de las recaladas de las naves de cabotaje nacional, con una tripulación calificada y certificada con estándar internacional, donde la mitad de la flota de la marina mercante nacional tiene más de 20 años, con diseños y readecuaciones no aptas para tener una habitabilidad adecuada a bordo de las naves, muchas de las cuales no cumplen las normas en los sistemas de purificación de aguas para el abastecimiento de la dotación, «lo que no permite una navegación segura con respeto a las personas y al medio ambiente. Esta es una realidad que busca ocultarse bajo el diseño de un traje a la medida que quiere imponer el gremio de armadores a costa de la calidad de vida de su propia gente», concluyó el timonel de la Fesimar.