La Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile (Confepach), que preside Marcelo Soto, manifestó su «fuerte rechazo» a la resolución del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Valparaíso que aprobó el proyecto «Terminal Multipropósito Oxiquim» en la bahía de Quintero, con una inversión de US$126,1 millones.
De esta forma, la entidad de la pesca artesanal se suma a las protestas de la Agrupación de Caletas Unidas Quintero-Maitencillo que lidera el dirigente Gerardo Muñoz.
La resolución fue dictada por el intendente Gabriel Aldoney el pasado 23 de enero en su calidad de presidente de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso y ha generado el rechazo del directorio de la Confepach (en la foto de más abajo) que dice ver el peligro que esta obra representa para las actividades que le son propias, además de afectar un espacio del borde costero históricamente de desarrollo de la pesca artesanal, a sus áreas de manejo y perjudica a más de 400 pescadores en forma directa y 1.600 en forma indirecta reunidos en los sindicatos Maitencillo, de la Cooperativa Alcatraz, Quintero, Loncura y El Manzano; a lo que se suman aspectos medioambientales en atención a que la bahía está declarada como zona saturada.
El proyecto autorizado, al cual se oponen los pescadores, significará la construcción de nueva infraestructura con una capacidad de carga de 1.800.000 toneladas de concentrado de cobre al año. De la misma manera, el complejo estará habilitado para la transferencia anual de 3.000.000 de toneladas de carbón y 400.000 toneladas de granel líquido.
Caletas
«Como confederación que reúne a las federaciones de pescadores artesanales a nivel país, venimos en manifestar nuestro apoyo a las demandas de los pescadores de Quintero, y hacemos un llamado al Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso para que adopte todos los resguardos para que el proyecto citado no interfiera con las actividades propias del sector pesquero artesanal, evitando de que nuevamente el área de trabajo de cinco sindicatos y áreas de manejo sean condenadas a ser una zona de sacrificio ambiental, más aún cuando está vigente la declaración de zona saturada con las consecuencias nefastas de interferencias entre los usos dados a nuestro espacio tradicional», subrayó la Confepach en un comunicado.
En detalle, su presidente, Marcelo Soto, dijo que la pesca artesanal ejerce su oficio a lo largo de todo el territorio marítimo del país, y tiene sus enclaves en más de 440 caletas reconocidas por el Estado de Chile a través del DS (M) N° 240 del año 1998 y sus posteriores modificaciones. Estos espacios llamados caletas son considerados como una «unidad socioeconómica donde cohabitan la pesca como actividad económica relevante de la región, fuente de sustento de cientos de familias que trabajan en la comercialización, el abastecimiento y el procesamiento de recursos del mar, siendo unidades económicas históricas y de reconocida valía en la cadena alimentaria saludable de la comunidad local».
«La posición de nuestra organización –agregó Soto– ha sido la defensa de los espacios para el desarrollo de las actividades del sector pesquero artesanal, los que están claramente identificados y normados por la autoridad competente».
Defensa de los intereses
Por otro lado, Marcelo Soto sostuvo que junto al directorio de la Agrupación de Caletas Unidas Quintero-Maitencillo, «apelamos al reconocimiento de la actividad pesquera artesanal por el importante aporte que entrega a la economía local, a la alimentación saludable que la autoridad impulsa asegurando el abastecimiento de alimentos provenientes del mar, por el reconocimiento científico que tienen en la alimentación de la población y en la calidad de vida de la población».
En ese sentido, añadió el timonel de la Confepach, cualquier actividad productiva o recreativa, que se desarrolle en el borde costero, debe conciliar su desarrollo con las actividades propias de la pesca artesanal, «y es nuestro deber preservar los caladeros históricos del sector que se ven amenazados por industrias que, sin medir consecuencias, pretende romper la armonía en esos espacios».
Es así que la Confepach expresó su «irrestricto compromiso» con la Agrupación de Caletas Unidas de la bahía de Quintero y manifestó sus críticas a las autoridades regionales (Intendencia, Servicio de Evaluacion Ambiental) y sectoriales (Subpesca, Sernapesca) «por no involucrarse en el problema».
«Estado de alerta»
Para cerrar, la Confepach afirmó que se mantendrá en «estado de alerta» y realizará las gestiones con las autoridades pertinentes para buscar una solución que mejore las condiciones laborales, ambientales y la calidad de vida en general de los pescadores artesanales de la bahía de Quintero.
«Nosotros, como organización a nivel país, no nos oponemos al desarrollo, solo pretendemos que este se realice de manera sustentable, responsable y amigable con el entorno, del que nosotros tradicionalmente vivimos cumpliendo un rol tradicional y muy importante para la alimentación de la población», concluyó la Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile.