SalmonChile: «A largo plazo, esta es una industria rentable y sustentable»

May 28, 2016

El timonel del gremio asegura que la crisis de Chiloé provocó importantes pérdidas a las empresas del sector, que se resumen en US$100 millones en menores ventas y un gran volumen de peces muertos.

(El Mercurio) Como un verdadero terremoto cataloga el presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile), Felipe Sandoval, la emergencia que enfrentó la industria salmonicultora en marzo pasado tras el «bloom de algas».

Esa situación, que luego generó críticas hacia el sector por el vertimiento de 4.655 toneladas de ejemplares muertos al mar, terminó con despidos en varias empresas. Esto, porque el resultado que dejó este episodio fue la pérdida de cerca del 15% de la producción nacional de salmónidos.

Como consecuencia de lo sucedido y de la crisis financiera que afectó a las firmas de la industria en 2015, Sandoval detalla que ya se han producido alrededor de cuatro mil desvinculaciones en la industria.

Frente a las críticas por los vertimientos, el líder del gremio asegura que «fue una emergencia, y si no se hubieran tomado estas medidas, ahí sí que el daño ambiental habría sido fuerte». Agrega que se utilizaron todos los caminos posibles: de las casi 40.000 toneladas de peces muertos, el 57,1% se destinó a plantas de procesamiento de harina de pescado; el 30,3% tuvo como destino vertederos en tierra, y el resto se arrojó al mar, de acuerdo con el Protocolo de Londres.

Sandoval asevera que se realizaron todos los esfuerzos para arrojar solo la mitad de las 9.000 toneladas que estaban autorizadas para ser vertidas en alta mar. Pese a esto, reconoce que como sector deben reforzar los trabajos de comunicación y relación con las comunidades.

«A largo plazo, esta es una industria rentable, sustentable, y que el país debiese potenciar, porque tiene muchas fortalezas», comenta Sandoval al ser consultado sobre si la actividad es sostenible. Esto, porque desde el año pasado el sector ha enfrentado una seguidilla de traspiés: bajos precios y altos costos en 2015, el Florecimiento de Algas Nocivas (FAN) en marzo y el enjuiciamiento en contra de las empresas del rubro durante la crisis de la marea roja en Chiloé. «Esta es la industria más regulada del país (…) Cumplimos normas ambientales muy exigentes, y si no cumpliéramos los estándares, no nos comprarían salmón países que son altamente exigentes», remarca.

Además de ser atacados, a su juicio injustamente, en el marco de las movilizaciones en Chiloé (Región de Los Lagos), el sector también vio impactada su actividad. Sandoval detalla que ese episodio les significó menores ventas por unos US$100 millones, 25.000 peces muertos en centros de acopio, una mortandad de 40.000 smolts y de 700.000 alevines. Pese a estos efectos, no se produjo un impacto en términos de empleo por esta crisis en particular.

Retomar la competitividad

Los altos costos que sigue enfrentando la industria salmonicultora no solo se han traducido en que las empresas del sector atraviesen por una condición complicada -este escenario le ha quitado competitividad al rubro-, sino que también ha tenido un impacto directo en materia de empleo.

Para retomar la competitividad y asegurar la estabilidad de la industria, el Gobierno trabaja en cambios a la regulación sanitaria. Sin embargo, las propuestas no han estado exentas de críticas por parte de las salmonicultoras. A juicio del gremio, la propuesta no es la solución idónea.

En ese sentido, Felipe Sandoval espera que las observaciones que formuló SalmonChile sirvan para poner el foco en la competitividad. «Puedes tomar medidas de resguardo sanitario, pero hacerlas con tal nivel de gasto las hace imposible operar», concluyó el dirigente gremial.

Presione aquí para leer la nota desde su fuente original en El Mercurio.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

[latest_journal_single_iframe]