En la Escuela de Caleta Tumbes, Talcahuano, Región del Biobío, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) entregó el balance de lo que fue su fiscalización en septiembre, el mes de veda de la merluza común. Fueron 300 acciones de control, que arrojaron 15 infracciones con citaciones a tribunales, dos de estas por extracción de dicho recurso.
La encargada de Comunicaciones del organismo fiscalizador en el Biobío, Angela Sáez, detalló que se incautaron 2.900 kilos de merluza común en total, una infracción correspondió a transporte del recurso sin acreditación de origen legal y la otra, fue una infracción en zona de pesca. «El resto de las infracciones corresponden a inspecciones a centros de comercialización y medios de transporte, donde se decomisaron recursos como: locos, congrio dorado, reineta, entre otros», precisó la profesional.
El balance de todas formas es positivo para el Sernapesca. En esta línea, Angela Sáez subrayó que la pesca ilegal, es decir, aquella actividad extractiva que se hace al margen de la normativa, «atenta contra los recursos y contra la sustentabilidad de la pesca, y especialmente de la artesanal, por esto nuestro llamado es a desincentivar el consumo de los recursos en veda para terminar con la extracción y comercialización ilegal. El año pasado no registramos ninguna infracción, esta vez dos, pero hablamos de dos en 300 acciones de fiscalización, así que de todas formas hay un porcentaje mayoritario de cumplimiento», destacó la representante de la entidad estatal.
Veda de la corvina
En la oportunidad, se anunció además el inicio de la veda de la corvina, un recurso no tan popular como la merluza, pero muy apetecido especialmente en restoranes.
La medida administrativa de veda biológica rige en todo el territorio nacional, siendo este el segundo año de su vigencia. Y al igual que la veda de la merluza, corresponde a una veda biológica que busca resguardar el periodo de reproducción.
Las regiones del Maule, Biobío y La Araucanía registran el mayor porcentaje de desembarque del recurso, las que en conjunto representan el 70% de las descargas a nivel nacional.
El principal destino de la corvina es la Región Metropolitana, especialmente el Terminal Pesquero Metropolitano. Otro tanto se comercializa en centros de consumo (restoranes, hoteles), y otro porcentaje menor queda en las caletas para venta local.
La encargada de Comunicaciones del Sernapesca reiteró el llamado a la ciudadanía a cuidar los recursos hidrobiológicos puntualizando que «debemos velar por el resguardo de la etapa reproductiva de los peces para que en los próximos años podamos seguir consumiendo estos alimentos, que por lo demás son muy sanos y nutritivos».
La veda de la corvina se extenderá hasta el miércoles 30 de noviembre, e implica que queda prohibida su extracción, comercialización, transporte y almacenamiento.