Luego que la Dirección de Pesca de Noruega (Fiskeridirektoratet) cifrara en casi 13.000 toneladas (t), o aproximadamente 7,5 millones de ejemplares, los salmones muertos como resultado de la floración de algas nocivas (FAN, también conocida como bloom) en las regiones de Nordland y Troms, ubicadas al norte del país, el Instituto de Investigación Marina (IMR, por su sigla en inglés, o HI por su abreviación en noruego) descartó ayer martes 28 de mayo que la industria salmonicultora fuera la responsable del fenómeno.
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De acuerdo con la información proporcionada por el IMR, la revisión de los números que muestran cuánta es la salmonicultura en las áreas que están o han sido afectadas por la proliferación de algas nocivas, evidencia que los centros de cultivo no son un factor causal.
Vivian Husa, quien investiga las emisiones de la industria acuícola para el organismo público, subraya que tanto en el área de Ofotfjord como en Astafjord hay producción de peces, pero las emisiones de estos no son lo suficientemente grandes como para proporcionar nutrientes que provoquen una floración de algas tan grande como se ha visto hasta ahora.
«La intensidad de cultivo en Ofotfjorden es baja en comparación con muchos otros fiordos noruegos. Los últimos dos años, en promedio, han sido de 16 toneladas/km2. Y el riesgo de eutrofización solo ocurre cuando uno se acerca a 200 toneladas de peces/ km2″, asegura la científica.
Cálculos
Para efectuar cálculos de cuánto aumento puede tener una descarga de nutrientes en una cierta cantidad de agua, los investigadores deben comenzar con un método teórico con agua estancada y que no se pierdan nutrientes. En la naturaleza, por otro lado, las corrientes hacen que las concentraciones de nutrientes se disipen y diluyan de manera efectiva, de modo que el aumento en la producción de fitoplancton sea mucho más bajo de lo que uno podría encontrar con el método teórico.
«Vemos que el aumento teórico en la producción de fitoplancton es de 7,3% en Ofotfjorden, que es relativamente bajo. Cuando consideramos el efecto del intercambio de energía y agua en el fiordo, sabemos que el aumento efectivo en la producción de fitoplancton es mucho menor», explica Vivian Husa, añadiendo que en Astafjord, la intensidad de la acuicultura es algo mayor que en Ofotfjorden, donde en promedio fue de 51,5 toneladas de peces/km2 en 2017-2018.
«También en este caso, los niveles están bien dentro de lo que consideramos bajo riesgo de eutrofización. Aquí, el potencial teórico de aumento en la producción de fitoplancton es del 22,5%, pero también aquí el aumento efectivo será mucho menor», complementa la investigadora.
Más adelante, precisa que a lo largo de la costa noruega hay muchos fiordos que tienen una producción de peces por área marítima mucho mayor que la de Ofotfjorden y Astafjord, siendo el más común entre 50 y 200 toneladas de peces/km2.
Algunas áreas incluso tienen una producción mayor que 200 toneladas/km2 , y unas cuantas hasta tienen 600 toneladas de peces /km2 .
«No se han registrado grandes floraciones de algas dañinas en ninguno de esos fiordos de alta producción en los últimos 20 años», afirma Husa, enfatizando que si las descargas de nutrientes de los centros salmonicultores hubieran sido la causa de la FAN que afecta al norte del país, se podrían esperar floraciones regulares en los fiordos con alta intensidad de cultivo.
Al mismo tiempo -añade-, se sabe que los salmonicultores dejan de alimentar a los peces durante las floraciones, por lo que estos permanecerán en el fondo y se alejarán de las algas. «Así, la ‘oferta’ de nutrientes también disminuye», puntualiza.
Causa
Por su parte, Lars-Johan Naustvoll, quien se dedica a investigar algas nocivas para el IMR, explica que los nutrientes son un componente relevante en la producción de fitoplancton, pero hay varios factores que son cruciales para la formación de blooms.
Entre esos factores se cuenta la presencia y la cantidad de algas nocivas, el grado de circulación/intercambio de agua, la estabilidad vertical, las condiciones climáticas, la presencia de animales y la competencia con otras especies son factores que afectan el potencial de floración de un alga dañina en un momento dado. También es importante tener en cuenta que varias algas nocivas responden en mayor o menor grado en el aumento del suministro de nutrientes.
«Las algas que dominan una floración varían. La mayoría de las veces, estas son completamente inofensivas, como Emiliana, de lo contrario, las condiciones ambientales se adaptan mejor a una de las algas tóxicas para que podamos tener una floración tan nociva como la que vemos ahora», resume Naustvoll.
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*Créditos de la foto destacada: Halfdan Hallseth / Instituto de Investigación Marina de Noruega.