La importancia de mejorar las estrategias de alimentación para reducir los costos productivos

Sep 8, 2015

El llamado de las productoras de alimento para salmónidos es a marcar diferencias de rentabilidad en cada proceso y no dejarse llevar por factores de conversión (FCR) que nominalmente pudieran parecer insignificantes.

En términos generales, el alimento representa cerca del 50% de los costos productivos para las empresas salmonicultoras, por lo que perfeccionar la manera en que los peces reciben los pellets es fundamental para optimizar el negocio.[cita align=»alignright»]En tiempos de desaceleración financiera, tanto a nivel de industria como de coyuntura económica nacional e internacional, la discusión de dietas ha estado focalizada en que sean baratas y que también mantengan factores de conversión biológicos bajos».[/cita]

El gerente comercial de Salmofood, Ernesto Passalacqua, dice que en tiempos de desaceleración financiera, tanto a nivel de industria como de coyuntura económica nacional e internacional, la discusión de dietas ha estado focalizada en que sean baratas y que también mantengan factores de conversión biológicos bajos. Al mismo tiempo, se busca que tengan una alta tasa de crecimiento (SGR). “Estos tres elementos, SGR, FCR y el costo del kilo de alimento, llevan a tener un costo de kilo de salmón cosechado menor; entonces, el alimento no debe ser eficiente desde el punto de vista del costo del kilo del alimento, sino que desde el costo del kilo de pescado”, aduce Passalacqua.

El gerente comercial de EWOS Chile, Constantino Siderakis, complementa que no existe una receta específica respecto de cómo se tienen que alimentar los peces. “Hay distintos procedimientos y metodologías. Pero, independiente de lo anterior, es muy importante controlar estrictamente el alimento que se entrega y evitar la pérdida. Eso sí, no hay una relación directa entre la cantidad de alimento y el crecimiento. Pudiera ser que, bajo ciertas situaciones, el potencial de crecimiento de los peces sea variable; entonces, esto también hay que controlarlo”, enfatiza Siderakis.

Detalla que existen situaciones históricas donde para un mismo tipo de alimento y para un pez sembrado en la misma época del año se presenta una conversión económica (que es la forma de evaluar la eficiencia del alimento) de 1,3 y otro centro tiene una conversión económica de 1,7, “es decir, algo pasó ahí”.

“En el análisis se pueden encontrar muchas variables, como que el número inicial de peces no era el que ellos creían y, por lo tanto, se entregó mucho más alimento; o porque hay un mal manejo de la administración del alimento porque a nadie le interesaba o no se sabía; o por un problema sanitario severo, pero que a pesar de que se entregó el alimento, no lo convirtieron e hicieron mal el trabajo de ajustar la cantidad de alimento a entregar”, agrega el gerente comercial de EWOS.

Es así que si se habla de un alimento cuyo costo por kilo es de US$1,5 y si se tiene una conversión de 1,3 por kilo de pescado producido, se desembolsaron US$1,95/kg. Mientras que si la conversión fue de 1,45 se gastaron US$2,17, la diferencia entonces es de US$0,22. Esta cifra es un 11% más caro que el primer centro en cuestión, y este costo mayor puede significar que se pierda dinero en el ciclo completo. En la conversión, se comenta que las variaciones que pueden verse nominalmente muy pequeñas, en la práctica pueden ser significativas, porque para producir 5.000 toneladas de salmón por una conversión de 1,35 se gastaron 6.750 toneladas de alimento. En el otro caso, significan 7.000 toneladas. Esto son 250 toneladas de alimento de diferencia por US$1.500 la tonelada, serían US$400.000 de más. Esto, multiplicado por diez centros, es casi US$4 millones.

Centro de EWOS Innovation (Créditos: Editec)

Capital humano

Pero, ¿cómo se puede aumentar la eficiencia? El gerente comercial de EWOS Chile puntualiza que la eficiencia depende mayoritariamente del manejo de los peces porque, al final, si se es capaz de controlar todas las variables que les afectan se puede realizar algo para que el alimento sea más rentable.

“Por ejemplo, si en el verano la temperatura subió desde 14°C a 17°C se debería dejar de alimentar o analizar en detalle la situación. Los jefes de centro deberían estar enfocados 100% en los peces, aquí cabe recordar que un centro de cultivo de salmón Atlántico equivale a US$15 millones; cómo están comiendo; si hay un evento implementar las acciones necesarias para evitar el efecto de la pérdida de alimento; y nunca olvidar que si los peces se enferman no se les puede suministrar la misma cantidad de alimento. Simplemente no se la van a comer”, argumenta Siderakis, añadiendo que, por ejemplo, los noruegos están constantemente vigilando los peces, ya sea en el mismo centro o a través de cámaras, “es decir están 100% concentrados en los procesos de alimentación. Por esto, nosotros con los jefes de centro tenemos una actividad del área de servicio que se llama EWOS Academy, donde hacemos este tipo de charlas y preparamos al personal técnico”, comenta Siderakis.

En esta misma línea de formar capital humano, el product manager de Grower Diets de Skretting Chile, Agustín Adasme, coincide en que resulta clave la capacitación del personal del centro para mantener un uso correcto de la tecnología disponible y lograr el máximo beneficio posible. “A modo de ejemplo, podemos mencionar que actualmente la mayoría de los centros de engorda poseen tecnología para el registro detallado de sus características ambientales (como corrientes, temperatura, oxígeno, salinidad) tanto espacial como temporalmente; sin embargo, esa gran cantidad de información es de poca utilidad si no logramos relacionarla con la respuesta productiva de los peces y cómo afectan la alimentación y la utilización del alimento, que sin duda es fundamental en el momento de diseñar el plan productivo y por lo tanto la estrategia de alimentación, donde el factor humano será elemental”, enfatiza Adasme.

Entrega de alimento (Créditos de foto: Editec)

Elección de dieta

En Skretting Chile consideran que básicamente existen tres principales aspectos en relación con el uso más eficiente del alimento, estas son el cómo se entregan los pellets a los peces, el cuándo utilizar la dieta y, por último, la elección de esta.

Puntualmente sobre la elección de la dieta, Adasme puntualiza que una estrategia a recomendar es el uso de dietas de alto desempeño, que entre sus beneficios se puede destacar un uso más eficiente del alimento, lo que se traduce en un menor factor de conversión (FCR) y mayor crecimiento. “Sabemos que en la actual situación que atraviesa la industria, resulta difícil tomar una decisión que implique un mayor gasto, pero creemos firmemente que el beneficio de este tipo dietas en la utilización del alimento y crecimiento supera con creces el extra costo debido a este ítem. Es por esto que consideramos la elección del alimento y su estrategia de entrega como una herramienta importante para que los productores de salmón y trucha puedan mejorar no solo sus indicadores productivos, sino que también puedan contar con una herramienta en la disminución del costo final de producción y, por lo tanto, obtener una mejor competitividad dentro de la industria”, manifiesta Agustín Adasme.

Farm Care Program

Otro de los temas que se deben tener presente es que hoy por temas sanitarios la industria está consumiendo una cantidad importante de alimento medicado. Este alimento tiene varias dificultades: un pez enfermo que recibe antibióticos (AB) probablemente consume y crece menos que uno sano. Al mismo tiempo, el alimento con AB tiene un mayor costo, ya sea por la fórmula como por el medicamento que hay. Por lo tanto, el hecho de alimentar con alimento medicado tiene un costo extra.

[cita align=»alignleft»]La nueva herramienta de Salmofood permite levantar una alerta sanitaria a cada uno de los barrios o centros que se estén monitoreando.[/cita]Desde Salmofood responden que para ello cuentan con una herramienta que se llama Farm Care Program (FCp), cuyo objetivo es que, mediante una modelación oceanográfica e hidrodinámica de un centro barrio o sector o macrozona, se pueda determinar cómo se mueven el SRS o el cáligus (dada las corrientes, mareas y condiciones meteorológicas imperantes en un determinado momento del tiempo).

“Con esta herramienta somos capaces de levantar una alerta sanitaria a cada uno de los barrios o centros que estemos monitoreando. Con una frecuencia semanal, la idea de la alerta sanitaria es anticipar un brote de SRS, coordinar baños en un mismo barrio o sector y saber cuáles son los centros que son sumideros (recibe permanentemente cargas de patógenos). Lo que hacemos, entonces, es reforzar una dieta con aditivos específicos para la época, especie o lo que esté recibiendo”, precisa el gerente comercial de Salmofood, Ernesto Passalacqua.

Otra cosa es que al momento de sembrar, agrega el ejecutivo, ya se conoce el riesgo sanitario que tiene el centro, por lo tanto, el productor podrá establecer una estrategia de aditivos pero además levantar la alerta de forma que los veterinarios estén más preocupados de ese centro y si detectan, por ejemplo SRS, pueden ingresar inmediatamente con alimentos medicados de tal manera de evitar las fallas en los tratamientos medicados y que realmente ocurren. “Si se llega tarde, el medicamento no puede hacer efecto”, puntualiza Passalacqua, detallando que ya comenzaron este trabajo con un barrio en Chiloé (Región de Los Lagos).

Para cerrar, recuerda que un baño contra cáligus en un centro de cultivo cuesta cerca de US$40.000, por lo que ahorros en esta materia son fundamentales. “Hemos visto que con el programa se pueden coordinar baños en el barrio que han permitido ahorrarse un tratamiento. Eso sí, dependerá del centro”, concluye el representante de Salmofood.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

[latest_journal_single_iframe]