El 2015 fue un año muy malo para la industria salmonicultora local y también para AquaChile que cerró con una pérdida de US$99,4 millones. Diversos mercados de destino del salmón chileno como Rusia, Japón y Brasil enfrentaron fuertes devaluaciones de sus monedas, representando una gran dificultad para mantener los precios en dólares. Por otra parte, en su principal mercado de salmón Atlántico, Estados Unidos, los exportadores chilenos sufrieron la agresividad comercial de la empresas noruegas que desviaron comercio desde Rusia al gigante norteamericano y aumentaron fuertemente la exportación a este mercado desde las filiales de firmas noruegas que operan y producen en Canadá.
Con dicho análisis, Víctor Hugo Puchi, quien es presidente de Empresas AquaChile, comenzó su carta a los accionistas que fue incluida en la memoria anual de la compañía.
A pesar del difícil escenario del año pasado, a lo que se sumó la Floración de Algas Nocivas (bloom) que afectó en febrero y marzo principalmente a zonas de la Región de Los Lagos, Puchi pronosticó condiciones más favorables de precio del salmón para los dos años que vienen. «Se proyecta que la oferta mundial de salmón no crece, mientras la demanda sigue aumentando. Nuestro desafío entonces como industria será fortalecer la comunicación de imagen del salmón de origen chileno en los mercados de destino; divulgar toda la información positiva que rodea al salmón como un alimento sano y con trazabilidad asegurada por las certificaciones de calidad que cumplen con los más exigentes estándares internacionales. Este esfuerzo será un trabajo combinado de las empresas, de la industria y también del país para poder reforzar la imagen del salmón chileno», manifestó el timonel de la mayor salmonicultora de capitales nacionales.
A su juicio, las mejores perspectivas de precio que se observan en los distintos mercados permitirán compensar los efectos del bloom de algas que afectó a Empresas AquaChile y también a parte importante de la industria.
Cambios legales
En el plano regulatorio, aseveró que necesitan «ver cambios que muestren progreso en el camino de construir una industria más predecible y sustentable». Y añadió: «Esperamos que los cambios que se hagan por la vía de reglamentos sean fortalecidos positivamente con cambios legales que aseguren la construcción de un modelo productivo más sostenible y con mejor control de riesgos biológicos y sanitarios. De esta forma, será posible desarrollar empleos más estables y mejor remunerados».
Para cerrar su misiva, Puchi aseguró que el foco de la compañía estará en «trabajar proactivamente participando en oportunidades de consolidación que la industria necesita. Hoy, la evolución de costos de producción de la biomasa en desarrollo ya muestra mejoras significativas, que fortalecerán nuestra competitividad», subrayó.
Sin seguros
Producto del bloom de algas, los centros de cultivo de Empresas AquaChile denominados Capera, Herradura, Isla Guar y Huenquillahue, ubicados en el seno de Reloncaví («barrio» N°2), y Sotomó, emplazado en el estuario de Reloncaví («barrio» N°1), experimentaron importantes mortalidades de peces. De acuerdo con el análisis efectuado por la compañía, la pérdida por el evento alcanzó un valor estimado de US$38,8 millones equivalentes a 9.398 toneladas de biomasa. A lo anterior se debe sumar un costo cercano a los US$4,5 millones asociados al manejo de la mortalidad, los costos de traslado de peces vivos a centros de menor riesgo y la cosecha de emergencia en los centros afectados.
Como dichos centros de producción no cuentan con seguros contra este riesgo de la naturaleza, AquaChile explicó a sus accionistas que «tomando en consideración la falta de seguros efectivos, los altos costos que hoy prevalecen en el mercado para asegurar los activos vivos o biomasa, y las disputas para responder por tales pérdidas que plantean las aseguradoras», la compañía actualmente no tiene asegurada su biomasa contra riesgos de enfermedades, robos ni riesgos de la naturaleza como tormentas; tempestades; marejadas; tsunamis; maremotos; terremotos; erupciones volcánicas; corrientes, inundaciones, avalanchas y/o aluviones; corrientes submarinas y/o bloom de algas».
En consecuencia, concluyó la salmonicultora ligada a las familias Fischer y Puchi, «cualquier daño o pérdida relevante en tales activos puede causar un efecto adverso en los negocios y situación financiera de la compañía. No obstante lo anterior, la dispersión geográfica de las instalaciones en tierra y de centros de cultivo en el mar, permiten, si bien no evitarlos, al menos, diversificar el riesgo de dichos eventos».
Descargue aquí la memoria anual presentada por Empresas AquaChile a sus accionistas y también a los entes de regulación financiera: AquaChile_2015