En el marco de la Feria Internacional AquaSur 2014, este viernes 24 de octubre se realizó el seminario de la Iniciativa Global del Salmón (GSI, por sus siglas en inglés), encuentro que reunió a los principales ejecutivos de las compañías salmonicultoras, así como autoridades, bancarios, dirigentes gremiales, miembros de la academia, representantes de organismos internacionales como la FAO y de organizaciones no gubernamentales como WWF, entre otros.
Bajo el lema “Camino hacia la sostenibilidad”, los actores del sector concordaron en que los principales desafíos para alcanzar ese objetivo se articulan en el control de las enfermedades, como el piojo de mar, pero siempre pensando en la reducción del uso de antibióticos; el reemplazo de los insumos de origen marino (harina y aceite de pescado) en los alimentos para peces; y la relación con las comunidades.
El co-presidente del GSI, Ricardo García, explicó que esta entidad internacional que reúne a productores que representan el 70% del cultivo global de salmónidos, desde su conformación en 2013 a la fecha ha desarrollado una «nutrida agenda» en tres dimensiones.
Primero, el bienestar animal de los peces, así como mejores formas para enfrentar las patologías que los afectan. «Bajo esta primera dimensión, la sostenibilidad mejora por razones de menor costo de los productores, reduce el impacto ambiental y permite un mejor aprovechamiento de los espacios y concesiones», adujo García, sosteniendo que con lo anterior el «consumidor se beneficia de más salmónidos a un menor precio».
Sobre la segunda dimensión, el también gerente general de Camanchaca detalló que tiene que ver con que los alimentos del salmón explican casi dos tercios del costo productivo, fundamentalmente por los altos precios de la harina y aceite de pescado, insumos que contienen los nutrientes y proteínas ricas en Omega 3 y que cada vez se hacen más escasos producto de la sobreexplotación pesquera.
«El GSI, atento a las posibles limitaciones futuras a las capturas de pescados y sus aceites, ha iniciado la búsqueda de fuentes alternativas y sostenibles de Omega 3, sin sobreexplotar las biomasas de pelágicos silvestres», afirmó García.
La tercera dimensión, relacionada con la transparencia para comunicar de manera clara y creíble los progresos en las distintas dimensiones de sostenibilidad, el co-presidente del GSI sostuvo que, «para esto, en 2013 los miembros de la Iniciativa Global del Salmón se comprometieron con la ASC (Aquaculture Stewardship Council)», certificación surgida de los diálogos del salmón organizados por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés). Y añadió: «Nuestro objetivo es que a fines de 2020 todos los centros de cultivo de las compañías agrupadas en el GSI estén certificados bajo dicho estándar».
Relación con la comunidad
Entre todos los puntos abordados, el que concitó el mayor tiempo de análisis fue el relativo con los aspectos sociales de la salmonicultura.
El presidente de Empresas AquaChile, Víctor Hugo Puchi, comentó que la sociedad ha cambiado y exige diálogos entre las comunidades y las compañías. «Debemos recoger sus inquietudes, enseñarles lo que hacemos, que no se produzcan malos entendidos y trabajar con las autoridades locales para transferir los conocimientos. En nuestro caso, hacemos un gran esfuerzo por educar a todos los miembros de la compañía para que tengan un trato llano con las personas que rodean los lugares donde mantenemos operaciones. En definitiva, no debemos sentirnos dueños de la verdad porque muchos de los reclamos sociales tienen razón. Lo importante es hacer a tiempo los cambios y fomentar las relaciones humanas», argumentó el representante de la principal salmonicultora de capitales chilenos.
El Chief Executive Officer (CEO) de New Zealand King Salmon, Grant Rosewarne, explicó que en su país han seguido las políticas neozelandesas de relacionamiento social donde las comunidades están en el centro del desarrollo de los proyectos. «A pesar de tener una producción considerablemente menor en relación con países como Noruega y Chile, el ser parte del GSI nos permite a nosotros transferirle experiencias sobre buenas prácticas en el manejo con las comunidades y las compañías más grandes, a su vez, transferirnos conocimientos productivos y tecnológicos», puntualizó Rosewarne.
Por su parte, el CEO de Marine Harvest ASA, Alf-Helge Aarskog, subrayó que están emulando lo realizando en otras industrias productores de proteínas, como la del pollo, «donde las compañías se han articulado para reducir el uso de antibióticos; tema que cada vez cobra más relevancia puesto que comienzan a haber mercados donde importadores exigen productos libre de ellos».
En ese sentido, el consultor especial del GSI, Avrim Lazar, valoró las compañías que publican reportes detallados de sus actividades productivas, «incluyendo ítemes como el uso de antibióticos». Una de estas es Cermaq ASA, cuyo CEO, Jon Hindar, comentó que «la idea de los Reportes de Sostenibilidad que venimos publicando desde hace unos años, es presentar las cosas buenas y malas, que nos permitan avanzar escuchando las críticas, aprender de estas y así poder demostrar con hechos los logros».
A modo de resumen, Víctor Hugo Puchi puntualizó: «Al reunirnos en el GSI nos dimos cuenta que tenemos mucho más que compartir que competir».
«Observador externo»
En el segundo módulo, integrado por José Miguel Burgos, director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca); Ricardo Bosshard, director de WWF en Chile; Doris Soto, oficial senior del Departamento de Pesca y Acuicultura de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés); Jeroen Leffelaar, director del Área de Proteínas Animales de Rabobank; y Francisco Meza, pescador artesanal y proveedor de la Región de Aysén, se discutió sobre la visión general de la industria y la sostenibilidad de esta, desde el punto de vista de un «observador externo».
José Miguel Burgos explicó que «hoy se aprecia en la industria una mejor disposición de empresarios y autoridades por avanzar en una línea común». Por su parte, Jeroen Leffelaar de Rabobank manifestó la importancia del salmón en el mundo y explicó que «las proteínas marinas jugarán un papel crucial en la nutrición de la población de aquí al año 2050». De igual manera, Ricardo Bosshard de WWF en Chile, destacó la «importancia de las certificaciones en la industria y la necesidad de entregar información clara y transparente».
Al cierre de la jornada, el co-presidente del GSI, Ricardo García, agradeció la presencia de los asistentes y destacó la participación de Francisco Meza, quien hizo un llamado para que la industria del salmón trabaje junto con la pesca artesanal, compartiendo los desafíos y experiencia que cada cual puede aportar para el desarrollo de ambos sectores.