El diputado y presidente de la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara Baja, Juan Morano, manifestó que «estamos en una situación muy compleja, ya que las autoridades sectoriales nos han señalado que no existen medidas preventivas para evitar que ocurran fenómenos de contaminación de nuestro mar».
El legislador formuló esas declaraciones tras la jornada de dicha comisión, a la cual asistió el director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y el director del Instituto Fomento Pesquero (IFOP), además de expertos de ambos organismos, para referirse a las medidas adoptadas para hacer frente a la floración algal, también llamada marea café, registrada en la zona norte de la región de Magallanes y de la Antártica Chilena, entre Puerto Natales y Puerto Edén, que ha provocado la muerte de una cantidad significativa de salmonídeos y de la biomasa existente entre los 0 y 4 metros de profundidad.
Morano subrayó que, tal como lo dijo el director nacional del Sernapesca, José Miguel Burgos, «estamos ante una situación de una tormenta en nuestro mar, que las algas nocivas, que se llaman FAN, hoy día se llaman marea café, antes fue la marea roja, están provocando un efecto muy dañino sobre la producción artesanal e industrial».
«No hay medidas que permitan evitar que esto ocurra y lo que solo podemos hacer es mitigar en parte, y en el caso de la pesca artesanal creo que hay que buscar los instrumentos para que ellos puedan diversificar sus actividades. Por ejemplo, si no van a poder sacar erizos, porque estos están siendo afectados por una de estas enfermedades, que se puedan cambiar a otra especie o que cultiven algas, como lo señaló el propio director. Sin embargo, hoy día no están las leyes que permitan eso. Esos incentivos y esas acciones por parte del Estado aún no están presentes», dijo el congresista.
El diputado sostuvo además que «lo otro que se ha señalado como una de las posibles causas de la presencia de las algas nocivas, son las aguas de lastre que utilizan los barcos y hay que fiscalizar adecuadamente que esas aguas no sean descargadas en nuestros mares. Ellas son fuente de contaminación importante y además traen consigo especies distintas a las que existen en nuestros mares y si son descargadas acá, pueden proliferar e invadir el ecosistema de la zona. De hecho, ya está certificado por parte del IFOP la presencia de fauna típica y solo excluyente del Atlántico, en la zona del Pacífico Sur, lo que quiere decir que alguien las trasladó hasta acá y seguramente se trasladó en el lastre de estos barcos».
Finalmente, Morano precisó que en la región de Magallanes se produce el trasbordo de muchas tripulaciones por estar ubicada entre el Atlántico y el Pacífico, «y esto debiera generar una mayor fiscalización de la Armada y del Sernapesca para que solo se intercambien tripulaciones y no se esté intercambiando, a través del lastre, también especies que generan al final un daño en nuestro mar».