En el seno de Reloncaví, región de Los Lagos, específicamente en la Agrupación de Concesiones de Salmonídeos (ACS, también conocido como “barrio”) número 2, se produjo durante la madrugada del pasado sábado 27 de junio un masivo escape de peces desde el centro de cultivo «Caicura» (104040), que es operado por la empresa Salmones Blumar S.A.
La compañía afirmó -mediante un comunicado- que el problema fue originado por el fuerte viento cordillerano registrado en la zona, lo que ocasionó el hundimiento de 16 de las 18 jaulas, las cuales mantenían 875.144 ejemplares de la especie salmón Atlántico (Salmo salar), con un peso promedio de 3,828 kilos. Sin embargo, el incidente está siendo investigado.
«Esta especie de salmón es un carnívoro de agua fría no-nativo. En una primera etapa desarrolla su ciclo de vida en agua dulce y luego es transportado al mar para su cultivo que se realiza en la zona sur del país, entre las regiones de La Araucanía y Magallanes», comenzó explicando Alejandro Pérez-Matus, quien es investigador del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad Católica de Chile (UC).
Según el Registro Nacional de Acuicultura, existen alrededor de 1.000 centros de cultivo en el mar, con un promedio de 10 hectáreas y 200 instalaciones (pisciculturas) en tierra.
Chile es uno de los principales productores mundiales de salmones de cultivo y trae «cuentas alegres» para la economía del país, pero impactos negativos en el ecosistema marino, dice Pérez-Matus. «Existen muy pocos estudios en Chile sobre el impacto de la fuga de salmones en ecosistemas. Esto demuestra la incapacidad de la industria para comprender el abanico de impactos sobre la fauna nativa que puedan surgir desde sus faenas», enfatiza el científico de la UC.
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Sobre el escape de salmones y el consumo de fauna nativa local, existen pocos documentos escritos. Uno de estos es el que se realizó en los años ’90 (ver referencia: Eduardo Soto, 1997) en donde se demostró que los salmones en fuga no presentaban amenazas para la fauna local, ya que el contenido estomacal de los peces estaba vacío o se encontraba con alimento de salmones; sosteniendo que estos volvían a alimentarse cerca de las balsas-jaulas.
Para el investigador de la FCB, este trabajo está desactualizado, debido al crecimiento de la industria en el ecosistema de fiordos de la Patagonia.
«El consumo de especies nativas por aquellas no-nativas, como los salmones, podría ser solo uno de los impactos directos que puede generar el escape de estos grandes depredadores. Otro, puede ser el traspaso de enfermedades debido a las altas concentraciones de antibióticos que se utilizan durante el desarrollo de estos peces», alerta Pérez-Matus.
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Luego, enfatiza que «es importante destacar el impacto de esta industria sobre la fauna local al transformar el paisaje. Esto quiere decir que los ecosistemas locales se transforman en ‘trampas ecológicas’ que son escenarios de cambio ambiental rápido que genera la instalación de estas balsas-jaula, generando un hábitat de baja calidad. Muchos organismos nativos pueden preferir establecerse en hábitats de baja calidad», precisa.
¿Qué medidas debería tomar el Estado?
Expertos optan por una mayor presencia de investigación y regulación de faenas como se efectúa en otros países, como Noruega donde la salmonicultura también es intensiva.
«El Estado debería exigir a la industria salmonicultora, que posee un gran prontuario de estos eventos, una mayor regulación de sus faenas e implementación de investigación científica sobre el real impacto que generan», reitera el investigador, quien argumenta que es necesario evaluar de forma anual sobre antecedentes de escapes, métodos de recaptura y evaluación de riesgos para peligros como introgresión genética del salmón de cultivo en poblaciones silvestres, efectos reguladores de los ectoparásitos del salmón y enfermedades virales en las poblaciones silvestres.
Para conocer más sobre el trabajo que lleva a cabo el profesor Alejandro Pérez-Matus en su laboratorio Subelab, haga clic aquí.
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*La foto destacada es de contexto.