En el Día Mundial del Medio Ambiente, la organización no gubernamental (ONG) Greenpeace dio a conocer medidas que tildó de claves para paliar el escenario ambiental que vive actualmente Chile. Esas, a su juicio, son: descarbonización, plásticos y salmonicultoras.
Respecto al anuncio del Presidente Sebastián Piñera en que lanzó el «Plan de Descarbonización» como una iniciativa cuya meta es erradicar por completo el uso del mineral de aquí a 20 años más, el director de Greenpeace Chile, Matías Asún, adujo: «Con el plan al 2040 que presentó el Presidente, Chile va a llegar con una cifra récord de carbón el día que empiece la COP 25, la cumbre climática mundial de la que Chile será sede y anfitrión. Con este plan, se ha desperdiciado una oportunidad histórica para haber avanzado en el pronto cierre de las zonas de sacrificio. No es posible que el 40% de la electricidad en Chile sea quemando carbón, esto es más propio de una economía de la época de la Revolución Industrial y no de un país que posee todas las potencialidades para basar su generación energética en energías limpias y renovables. Es posible usar las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) para la red eléctrica en nuestro país. Es por esto que resulta relevante y perfectamente factible ponerle fin al carbón en 2030 y no en 20 años más».
Además, el representante de la entidad ambientalista enfatizó sobre el problema de los plásticos en el país, donde, según el informe de la Asociación de Plásticos de Chile, solo se recicla el 8% del plástico. A nivel global, el Foro Económico Mundial estima que hay cerca de 150 millones de toneladas de plástico en los mares del mundo. Un estudio publicado en Science en 2015 sugirió que entre cinco y 13 millones de toneladas más se vierten al mar cada año. Para Greenpeace la propuesta es reducir el consumo de este material.
«En Chile no basta con separar la basura en distintos cubos y tirar los envases en el amarillo. Hay que reducir el consumo. El propio informe de la Asociación de Plásticos indica que el 8% de los plásticos se reciclan, es decir, el restante 92% de los plásticos hoy nadie hace nada y nadie sabe dónde terminan. La propuesta es eliminar los plásticos de un solo uso, esos dirigidos a ‘usar y botar’ como vasos, platos, bombillas, cubiertos, que están pocos minutos en las manos de los consumidores y luego son desechados. Ya avanzamos con las bolsas plásticas; es perfectamente factible entonces que las comunas de Chile realicen ordenanzas municipales dirigidas a eliminar estos plásticos», enfatizó Asún, añadiendo que solo en la región Metropolitana existen más de 70 vertederos ilegales con alta presencia de plástico, y cerca de una quinta parte de estos vertederos se encuentran en riberas de ríos que luego desembocan en el mar.
El otro punto donde Greenpeace puso su foco fue en la industria del salmón. «Lamentablemente, distintos gobiernos han actuado en la práctica como si fueran socios de las salmonicultoras, permitiendo una verdadera invasión en los mares del sur del país, los que han sido severamente dañados por los efectos de una industria que afecta de manera irreversible los ecosistemas en donde se instalan», subrayó Asún.
Y agregó: «No puede haber salmonicultoras en el sur, hay que seguir el ejemplo del Beagle, donde la oposición de los ciudadanos y la comunidad yagán ha permitido elevar una voz de alerta que, al fin, parece haber hecho que el Estado, a través de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), reaccione y haga cumplir la ley. Es lo que debieran haber hecho hace mucho tiempo y lo que deben hacer en todo el sur de nuestro país».
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*Foto destacada: dirigente yagán en centro de cultivo de salmones emplazado en el área de Puerto Williams (créditos: José Miguel Cárdenas | Greenpeace).