Las claves para recuperar la competitividad del salmón chileno

Jun 10, 2016

Después del virus ISA, se consensuó la aplicación de una regulación exigente y efectiva, pero altamente onerosa. La situación sanitaria también le ha puesto piedras a una mochila que dificulta el andar financiero de la industria.

Hace diez años, la industria del salmón de Chile era la más competitiva del mundo. El costo de producción del salmón Atlántico (HOG) en el país era de EUR$1,94/kg FOB, mientras que su principal competidor, Noruega, marcaba los EUR$2,23/kg FOB. Por aquellos años, todas las productoras extranjeras querían engordar peces en las aguas de la Patagonia y muchas veces las filiales sudamericanas soportaron las finanzas de sus casas matrices con sede en el hemisferio norte. Eran los años dorados de la innovadora actividad que se postulaba para alcanzar el liderazgo mundial.

No obstante, la falta de regulaciones acordes al nivel alcanzado por la industria y la efervescencia por la rentabilidad que otorgaba, hizo que el sistema se sobrecargara y que los fusibles saltaran en 2007 con la llegada del virus ISA. La inusitada mortalidad causada en salmón Atlántico llevó a empresarios y stakeholders a solicitar a las autoridades una normativa exigente y que evitara un nuevo tropiezo. El remozado cuerpo legal vio la luz a principios de 2010.

Desde esa fecha hasta el día de hoy, la nueva regulación se ha traducido en varios aspectos. Por un lado, la situación sanitaria de los peces ha sido más favorable y donde, por ejemplo, el número de centros de cultivos positivos a ISA ha disminuido considerablemente. También se han instalado efectivas barreras de ingresos a patógenos a través de la importación de material genético y se han establecido eficientes medidas de mitigación ante emergencias sanitarias o catástrofes naturales.

Pero todo esto no ha sido gratis. Por la otra mano, Chile comenzó a ser empujado hacia el último escalafón del ranking de competitividad salmonicultora. Recientemente, el presidente de Kontali Analyse, Lars Liabo, no pudo ser más claro en este sentido. Teniendo como referencia 2005, el analista dijo que los costos de producción de nuestro país «aumentaron en un 132% en un lapso de diez años» y al llegar a los EUR$4,51/kg FOB en 2015. Noruega, por su parte, solo creció en un 55% al marcar EUR$3,45/kg FOB.

Al respecto, el chief operating officer (COO) de Cermaq Chile, Francisco Miranda, reconoce que «subestimamos el impacto económico que tenían muchas de las regulaciones que implementamos en momentos de crisis y no hemos sido capaces de adaptarnos o ser más eficientes en su uso».

Entonces, ¿cómo y dónde nuestro país comenzó a ser el más caro del mundo y a pesar de tener las mejores condiciones oceanográficas?

Dichas preguntas son respondidas en el artículo central de la última edición de Revista AQUA (195), la cual entró en circulación este jueves 9 de junio y a la que puede acceder presionando aquí.

Iniciativas para bajar costos

En tiempos de menores rentabilidades hay que cuidar todos los centavos. Por ello, las salmonicultoras han implementado diferentes acciones con positivos resultados. Una nueva normativa ayudaría a retomar la senda de la competitividad, sostiene otro de los artículos de AQUA 195.

Vea aquí dicha investigación, donde se detalla, entre otras cosas, que cada baño que se evite contra el cáligus significa unos US$250.000 menos por centro de cultivo, y he ahí la relevancia de coordinar los tratamientos con los productores «vecinos del barrio».

Otros países

Actualmente, el ranking de competitividad de los países productores de salmón lo lidera Islas Faroe, nación que es seguida por Noruega, Canadá y Escocia. Chile cierra la serie. Entre el primero y el último existe US$1/kg de diferencia. ¿Por qué se ha perdido tanto terreno?

Esa interrogante es abordada en el artículo titulado «Salmonicultura mundial: El impacto de los costos en otras industrias», al cual puede acceder haciendo clic aquí.

Mientras que otros temas que destacan en AQUA 195 son la entrevista con el director ejecutivo de la Iniciativa Global del Salmón (GSI, por sus siglas en inglés), Avrim Lazar, quien asegura que el «GSI es la organización más transparente»; detalles de la Feria Internacional AquaSur de este año; la percepción en Estados Unidos de la crisis que afecta al salmón chileno; modificaciones a los Informes Ambientales de Acuicultura (INFAs); los beneficios del genoma salmón; los desafíos pendientes en materia logística en la zona sur-austral; y más.

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