Como un «colapso para la pesca del sur-austral y nefasto para la pesca artesanal», calificó el dirigente de la Asociación Gremial (AG) Demersal de Puerto Cisnes, Carlos Torres, la solicitud de ingreso de la flota semi-industrial de Lebu (región del Biobío) a las aguas de la región de Aysén, a través de una iniciativa legal bajo el concepto de la «reineta migratoria».
«Depredaron su zona, la del vecino y ahora quieren continuar con Aysén. El ingreso de esta flota semi-industrial significa colapsar nuestra actividad. Utilizar la excusa de la ‘reineta migratoria’ es un tema grave, pues abre la puerta para que esa flota acceda no solo a la reineta sino a todos los recursos pesqueros de las aguas interiores de Aysén y Punta Arenas (región de Magallanes y de la Antártica Chilena), lo que sería nefasto», enfatizó Torres.
La flota de la región del Biobío es semi-industrial por su capacidad y tamaño de las embarcaciones: «son grandes barcos con autonomía», subrayó el dirigente, añadiendo que no es posible competir con los botes de ocho metros de eslora de la pesca artesanal local.
«Quiero ser claro que nosotros necesitamos un compromiso real de la autoridad sectorial para fortalecer la flota artesanal de la región de Aysén, pues nos estamos enfrentando a una política que resulta muy dañina y nosotros por número de votantes y lejanía de donde se discuten estos temas, salimos siempre muy debilitados», sostuvo Torres.
«Nosotros queremos la regionalización de los recursos pesqueros, y esta idea tiene un amplio apoyo entre los pescadores de la región, y eso significa primero que no aceptaremos que flotas de otras regiones ingresen a pescar a la nuestra», reiteró el dirigente de Puerto Cisnes.
Para cerrar, formuló un llamado a la unión de la actividad en el patagónico territorio. «Los pescadores debemos volver a unirnos y buscar los grandes objetivos. Ya está bueno de cantos de sirena, los pescadores sabemos lo que hay que hacer. Falta fuerza», concluyó.