Seguir avanzando en la modificación de la Ley de Pesca en materia artesanal, es el propósito manifestado por el diputado Juan Morano luego de terminada su primera sesión como presidente de la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara Baja, donde asistió en calidad de invitado el subsecretario de Pesca y Acuicultura (s), Paolo Trejo, para responder sobre los cuestionamientos ante la autorización de perforación de las 5 millas exclusivas de la pesca artesanal en las regiones de Arica y Parinacota, de Tarapacá y de Antofagasta.
En la oportunidad, el legislador se refirió a los proyectos de ley que fueron despachados el año pasado por la Comisión de Pesca y que hoy permanecen entrampados en el Senado, como la ley que crea el Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal (Indespa) y el proyecto de ley que regula el desarrollo integral y armónico de caletas pesqueras a nivel nacional y fija normas para su declaración y asignación.
«Esperamos seguir trabajando como lo hemos hecho, ha sido un trabajo fructífero, hemos avanzado en varios proyectos que hoy esperamos que el Senado termine de tramitar; y también avanzar en temas que tenemos pendientes, como es volver a incorporar en la normativa la definición de lo que es una nave pesquera artesanal, su cubicaje», sostuvo el diputado Morano en declaraciones que fueron publicadas en el sitio electrónico de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach).
«Hoy solo se mide eslora, lo que consideramos insuficiente. Acabamos de ver el tema que hay naves especiales que se dedican solo al acarreo, que tienen menos de 12 metros pero tienen una bodega que cabe el doble de lo que cabe en una nave de 14 metros», añadió el legislador.
El nuevo presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara comentó además que otro desafío es poder regular lo que es el contrato a la parte. «Creemos que podemos avanzar en eso, haciéndonos eco de lo que nos han dicho desde la misma pesca artesanal. Para esto, hay que definir en qué momento se descuentan los gastos, puesto que algunos armadores, muy pocos, descuentan después del reparto, en partes iguales con los tripulantes, quienes terminan pagando lo mismo que el dueño y eso no nos parece justo, porque el contrato a la parte generalmente es 60-40», culminó Morano.