(El Mercurio) A pocos días de que culmine 2016, la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile) hace un balance positivo del momento por el que atraviesa el sector. Y es que en 2015 debió enfrentar diversos problemas, como bajos precios en los principales mercados de exportación, altos costos de producción, mayor competencia, además de los efectos de algas nocivas que afectaron a una gran cantidad de población de peces.
«2016 ha sido un año en el que hemos podido avanzar. Del punto de vista comercial se han normalizado los mercados así como los niveles de producción. Como industria hemos iniciado un trabajo para alcanzar un nuevo trato con las comunidades donde estamos y con las que trabajamos, lo que dará a nuestro sector un sustento en el largo plazo», explica el presidente del gremio, Felipe Sandoval.
Como presidente de SalmonChile, ¿en qué situación se encuentra la industria salmonicultora hoy en nuestro país?
«En 2015 hubo un problema serio de precios, respecto a los costos que tiene la industria, y hoy estamos en una situación más normal. A ello hay que agregar los efectos que tuvieron el bloom de algas y la marea roja en Chiloé. En relación a este último problema, hay que señalar que si bien nuestra industria no tuvo ninguna participación, las movilizaciones apuntaron a ella, lo que tuvo un impacto público importante. Este escenario nos hizo impulsar un trabajo más activo hacia la comunidad que nos rodea, ya que la sustentabilidad de la industria en el largo plazo tiene que ver con una buena inserción con la gente. Nuestra industria está en 700 puntos distintos de la zona sur-austral de Chile y su sustentabilidad en el mediano y largo plazo tiene mucho que ver con una buena relación con las comunidades y stakeholders. Además, nosotros tenemos una organización industrial, un modelo productivo, que requiere cambios, que hubo algunos este año, y que constituyen un avance, pero obviamente necesitamos algo más profundo en el mediano y largo plazo para darle una estabilidad a la industria durante los próximos años».
2017
¿Cómo cerrará este año esta industria y qué proyectan que sucederá en 2017?
«En términos económicos va a ser un año más normal, ya que 2015, como señalé, fue uno muy malo. En 2016 recuperamos la normalidad y uno podría pensar que en el 2017 se van a mantener las condiciones, sin embargo en esta industria, en la cual los precios se manejan por el mercado, es difícil predecir. Esperamos que en 2017 se mantengan las condiciones de este año. Sin embargo, tenemos desafíos importantes como industria que van mucho más allá del tema comercial. Primero, impulsar cambios más profundos, sin desmerecer lo que se ha hecho en materia regulatoria, y segundo, profundizar el trabajo con la comunidad, los trabajadores y los proveedores para tener una visión conjunta del sector en el mediano y largo plazo, lo que dará mucha más fortaleza de la que tenemos hoy».
¿Cómo han enfrentado esta coyuntura las empresas del gremio?
«En industrias como la salmonicultura, donde el precio lo maneja el mercado, ya que se compite por costos, las empresas del rubro han hecho cambios en términos de mejorar su gestión. Como gremio hemos trabajado con el Gobierno para avanzar en una regulación que permita también impulsar mejoras en la estabilidad de la industria a largo plazo».
Reglamento sanitario
¿Qué opina acerca de los ajustes al reglamento sanitario que ha hecho la autoridad? ¿En qué aspectos está de acuerdo y en cuáles no?
«La asociación tiene 16 productores, de un total de 22, y obviamente que no hay una opinión común porque cada empresa tiene sus intereses y problemas particulares. Sin embargo, creemos que debiera haber más movilidad en la producción, que la ubicación de las concesiones pueda estar en los lugares donde sean más productivas y ambiental y sanitariamente más amigables con el entorno. En este aspecto nos falta mucho por avanzar todavía. Por ello, creemos que estos ajustes constituyen un avance, pero faltan otros cambios más estructurales que pensamos que tendrán que venir más adelante».
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¿Qué se debe hacer para que la industria del salmón de Chile tenga una producción más sustentable y estable?
«El dinamismo del sector y la asociatividad de la industria han permitido que la salmonicultura sea uno de los principales motores de crecimiento exportador nacional en los últimos 20 años. Durante los últimos años el modelo productivo se ha ido perfeccionando en vías de proteger el estatus sanitario y avanzar hacia un modelo sustentable de cultivo. No obstante, nosotros siempre hemos dicho que nos gustaría un modelo donde haya una capacidad de carga, que son los límites de producción por áreas geográficas, que tienen que distribuirse por las concesiones que están y que estas sean más grandes y más alejadas para que se afecten menos unas a otras y puedan ser más productivas. En eso nos falta además avanzar todavía», concluye Sandoval.
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