Ante el dictamen de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) que permite a la pesca industrial operar dentro de las primeras 5 millas de exclusividad para la pesca artesanal, la Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile (Confepach) cuestionó la medida que, según subrayó el presidente de su directorio, Marcelo Soto Castillo, «fortalece una vez más la sensación de que los industriales fijan fuertemente la situación pesquera en Chile».
En detalle, la Ley de Pesca, en su artículo N°47, reserva para el rubro artesanal la franja costera de 5 millas marinas, desde el límite norte del país hasta la Boca del Guafo o límite sur de la Región de Los Lagos. Este mismo cuerpo legal, en el artículo citado, establece la posibilidad de «perforar» o permitir el ingreso de la flota industrial a esa zona exclusiva en las regiones del norte, mediante el acuerdo del Consejo Zonal de Pesca respectivo.
Es así que el pasado jueves 26 de enero, la Subpesca emitió la Resolución Exenta N°323 que habilita por tres años a los industriales de la zona -fundamentalmente Corpesca, ligada al Grupo Angelini- la «perforación» de las 5 millas de la pesca artesanal, en 15 áreas específicas, para la captura de sardina española y anchoveta utilizando arte de cerco en la Región de Arica y Parinacota y en la de Tarapacá.
Descargue aquí el documento en cuestión >> Res. Ex. N° 323-2017 Autoriza Actividad Pesquera Industrial en Área de Reserva Artesanal que Indica de la XV-I Regiones
«Esta resolución cuenta con todo lo que se establece en el marco legal vigente, pero creemos firmemente que ese no debe ser el análisis pertinente a este caso, y debemos profundizar en aspectos de contexto en que esta situación se da. En primer lugar, las empresas beneficiadas por esta situación son las mismas que forman parte del cuestionamiento en su actuar durante la tramitación de la Ley General de Pesca y Acuicultura (también conocida como «Ley Longueira»), situaciones que han derivado en acciones judiciales a legisladores, es decir, en palabras simples, son empresas que no tienen ‘los papeles limpios’. Además, esta resolución aparece justamente en la misma época en que el subsecretario de Pesca y Acuicultura Raúl Súnico debe renunciar al demostrarse su vinculación ‘indirecta’ con la pesca industrial», adujo Marcelo Soto.
El supuesto argumento técnico en que se basa la medida es revisada por el Consejo Zonal de Pesca respectivo, estamento que posee representación de pescadores artesanales quienes, para el timonel de la Confepach, «seguramente no cuentan con los antecedentes necesarios y el tiempo adecuado para lograr socializar una postura real del rubro artesanal, en algo que a todas luces es perjudicial para su sector». A lo que añadió: «Los representantes de la pesca artesanal que aprobaron esta medida deben responder a sus bases o sencillamente dar un paso al costado, ya que su accionar es atentatorio al bien común del sector. Una segunda lección que emerge de esta situación, es la búsqueda de la adecuada representación de la pesca artesanal en las instancias de decisión que justamente se nos han abierto para trabajar en pos de nuestros intereses», apuntó Soto.
Para cerrar, el dirigente reiteró que «estamos frente a una situación que claramente se ampara en el marco legal, pero en la forma y tiempo en que ocurre es del todo cuestionable, y determina una vez más la sensación cierta que nuevamente la pesca industrial determina fuertemente la situación pesquera nacional».
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