Denuncian irregularidades en barcaza salmonicultora que naufragó en Magallanes

Jul 12, 2016

Tanto la Cosatram como la CUT Llanquihue aseguraron que el hundimiento de la barcaza "Valentina", que ha cobrado la vida de cuatro personas y la desaparición de otra, presentaba deficiencias estructurales y de implementos de seguridad; responsabilidad que, a juicio de los dirigentes, no solo recae en la empresa prestadora de servicios y en la contratante, sino también en los entes de fiscalización, como la Armada y la Dirección del Trabajo.

A través de una carta hecha llegar a AQUA, el Consejo Sur Austral de Trabajadores Embarcados de la Marina Mercante (Cosatram) dijo «lamentar con dolor» lo sucedido con la barcaza «Valentina» que prestaba servicios a la industria del salmón en la Región de Magallanes y, junto con entregar sus condolencias a las cinco familias y cercanos de los trabajadores fallecidos en el naufragio, la entidad aseguró que el hecho acarrea una serie de irregularidades.

«Nos enteramos dos días después del accidente, y nos preguntamos ¿por qué se trató de ocultar? ¿Qué paso con las balsas salvavidas, los trajes térmicos que son obligatorios para la zona de Magallanes? ¿Por qué la autoridad marítima no supo de este hundimiento hasta que se lo informó la misma empresa propietaria de la nave? ¿Por qué se permite que este tipo de embarcaciones, que no poseen condiciones para navegar en mares agitados, se les permite ir desde Puerto Montt o Chiloé, en la Región de Los Lagos, hasta Punta Arenas, en la Región de Magallanes, a más de 2.000 kilómetros de distancia? ¿Qué razones se tuvieron para que trasladara a dos pasajeros, técnicos de peces de Frasal S.A., si estas naves no están autorizadas ni tienen las condiciones para traslado de personas?».

Para la Cosatram, son muchas las preguntas que aún no tienen explicación. Pero, según subrayó la directiva a través de su presidente, Juan Fernández Letelier, «queda medianamente claro que, una vez más, falló la autoridad marítima y la Dirección del Trabajo que no fiscalizan con rigurosidad o hacen la ‘vista gorda'».

De igual manera, el dirigente sostuvo que «esto ha sido una crónica de muertes anunciadas, por nuestras continuas observaciones y denuncias a las autoridades sobre la precariedad con que se está laborando en el cabotaje marítimo y deben hacerse cargo el Gobierno, los congresistas y la Directemar (Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante) que actúa con soberbia e independencia de la autoridad política», concluyó Fernández.

Proa

Por su lado, el presidente del Sindicato de Trabajadores de Naviera Frasal y a su vez representante del Departamento Marítimo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de la Provincia de Llanquihue, José Lemuy Toledo, aseguró que la siniestrada embarcación tenía fallas de pick de proa, y aun así tenía autorización de zarpe.

«La barcaza ‘Valentina’ tenía problemas en un pick de proa en donde el escaso personal que la tripulaba constantemente se veía en la necesidad de achicarla», subrayó Lemuy, concordando con Juan Fernández de la Cosatram que muchas embarcaciones, tanto mayores como menores, que navegan en la jurisdicción de Puerto Montt y hasta Punta Arenas, «lo hacen en condiciones precarias y casi nulas fiscalizaciones de parte de las autoridades correspondientes».

Para cerrar, el dirigente sindical detalló que los dos técnicos de Frasal viajaron en la motonave «Don Ascanio» desde Puerto Montt hasta la isla Capitán Aracena el día jueves 7 de julio, donde descargaron los peces en el centro de cultivo de la salmonicultora Nova Austral. El mismo día, dicha nave regresó a Puerto Montt, por lo que los técnicos, una vez concluida sus labores, debieron esperar otra embarcación que viajara a Punta Arenas. La que finalmente fue la siniestrada barcaza «Valentina».

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