La realidad de Friosur a seis meses del incendio de su planta en Puerto Chacabuco

May 9, 2017

"Un incendio de la magnitud sufrida es una experiencia de la cual cuesta mucho recuperarse. Uno queda marcado por mucho tiempo", dice a AQUA el vicepresidente de Friosur, Carlos Vial.

El lunes 7 de noviembre de 2016 se incendió la planta de Friosur que está emplazada en la ciudad de Puerto Chacabuco, región de Aysén. El siniestro destruyó las instalaciones centrales de lo que es la procesadora de pescado congelado, en este caso dos: el sistema productor de frío que permite congelar y almacenar materias primas y productos congelados a temperaturas, y producir hielo, en rangos de temperatura que llegan a los 40° bajo cero, junto a los equipos e instalaciones de trabajo. Adicionalmente, se destruyeron totalmente las instalaciones de las naves donde desarrolla y los equipos que se utilizan en el proceso propiamente tal de los salmones y, parcialmente, las instalaciones de la planta de pesca blanca.

En entrevista con AQUA, el vicepresidente de la compañía, Carlos Vial, comenzó diciendo que una «superficie construida de más de 5.000 metros cuadrados quedó reducida a escombros. Y junto con esto, el trabajo de toda una vida para muchos, entre los que me incluyo».

Para el representante de Friosur, construir los equipos ha sido una tarea de «mucha paciencia, exigencia y dedicación. Las instalaciones tenían un diseño original muy distinto a los requerimientos de la industria pesquera y acuícola, pero logró estándares y reconocimientos mundiales en dos industrias, después de mucho tiempo y años de trabajo. Y ver que todo se va en un par de horas es algo traumático».

Ello significó la paralización completa de las actividades productivas en tierra de ambas plantas desde el mismo 7 de noviembre y la pérdida de la fuente de trabajo para sobre 450 personas involucradas directamente en actividades productivas en los lugares afectados.

«Recuperar la productividad y la cohesión tomará mucho más tiempo que la simple reconstrucción y puesta en marcha de los lugares siniestrados. Un incendio de la magnitud sufrida es una experiencia de la cual cuesta mucho recuperarse. Uno queda marcado por mucho tiempo», dice Vial.

Luego del incendio, Friosur recibió la ayuda de Marine Harvest en Puerto Chacabuco. ¿Cómo describiría este gesto? ¿Allí pudieron procesar todos sus productos acuícolas y pesqueros?

Marine Harvest y su gente demostraron que constituyen una empresa de nivel mundial preparada para vivir en los tiempos modernos. Con su acción lo demostraron.

Desde el primer minuto sus ejecutivos principales se abrieron a la posibilidad de colaborarnos con la producción de los salmones y eso facilitó enormemente las cosas, pues la actividad acuícola pudo continuar su operación como ‘si nada hubiese pasado’, lo que incluyó a sobre 100 personas que siguieron trabajando en las líneas de proceso de la planta siniestrada.

Y también permitió que nos concentráramos en la operación de pesca blanca, con merluza austral y reineta principalmente, que en los meses de verano es particularmente compleja. Además, se han focalizado los esfuerzos en la recuperación de las instalaciones, partiendo por la limpieza del recinto y las tratativas con los aseguradores y las autoridades gubernamentales, sin cuya ayuda y apoyo nos era muy difícil enfrentar el difícil trance en el que estábamos.

En general, ¿cómo el incendio afectó la producción de Friosur? ¿qué proyecciones productivas (acuicultura y pesca) tiene la compañía para este año? Entendemos que apenas tuvieron tiempo comenzaron las faenas de reconstrucción…

A partir del día hábil siguiente al siniestro la flota debió cambiar de puerto de desembarque a Coronel, en las instalaciones de una planta de proceso en la región del Biobío, pero a poco andar, y como una forma de dar mensajes de futuro a la comunidad local vimos la forma de iniciar una operación en fresco desde Puerto Chacabuco en base a la reineta. La reineta ha sido el sostén de la operación de Friosur durante estos meses. Con la colaboración de Emporcha y las autoridades pudimos establecer una operación de reempaque en las instalaciones del frigorífico que existe en el puerto y eso permitió aguantar hasta que los elementos básicos de la nueva planta entraron en funcionamiento y así con la colaboración de muchos, todo se ha podido ir regularizando lentamente.

¿Qué destaca de las nuevas instalaciones? ¿Cuándo volverán a operar? ¿Contratarán al mismo número de trabajadores?

Hemos utilizado y aprendido de las experiencias de terceros y nos hemos asesorado en Islandia con nuestros socios y amigos. La operación en esta nueva fase estará centrada en materia prima de alta calidad y para eso deberemos introducir tecnología nueva, tanto en tierra como en el proceso a bordo de los pescados, pues la calidad de la materia prima, y, por ende, de los productos que se elaboren, se juega en los primeros minutos post captura.

Ya estamos operando. Sin embargo, la planta está aún en construcción y todavía estamos trabajando en los nuevos diseños de los procesos internos de los barcos. Nos falta un frigorífico y terminar con muchos detalles y ajustes para que todo pueda fluir productivamente como antaño.

El grupo humano constituido por los trabajadores de Friosur se ha ido recuperando e incorporando de a poco a la nueva situación. No todos han podido volver con la rapidez requerida y hemos sufrido con el ritmo de dicha reincorporación. Es entendible. Por otro lado, se requerirán ajustes en la organización que no están del todo claros y no lo estarán hasta más adelante. La nueva planta es diferente y solo centrada en la pesca blanca. Los salmones seguirán por un tiempo en Marine Harvest.

En fin, esto no ha sido ni será fácil. Tampoco será rápido pero espero que para fines de año ya podamos mostrar una nueva cara en todo sentido y el incendio no sea nada más que un triste recuerdo. No podemos dejar de agradecer que no hubo ninguna desgracia personal que lamentar.

Cuando se produjo el siniestro, las autoridades locales se dieron cuenta de la importancia que tiene la planta en la zona por el número de empleos que entrega. ¿Qué valor le otorgan a este tipo de declaraciones?

En ese tipo de situaciones uno está muy pendiente de lo que se dice y no se dice. La tarea por delante es enorme y resulta muy frustrante cuando la gente no reconoce lo que hemos hecho. Pero en este caso, salvo un par de declaraciones de uno que otro alto personero, con algo de desinformación, ha sido muy gratificante ver que el respaldo a lo que hace Friosur por la región era casi generalizado.

Y después, a medida que va pasando el tiempo vemos que no nos han olvidado y las ayudas y apoyos han estado siempre a la altura de lo requerido. Hoy cuando ya han pasado varios meses solo podemos estar agradecidos de toda la comunidad y todas las autoridades. Y ello nos obliga a trabajar con más fuerza para poder estar a la altura de las expectativas de todos.

Además de volver a emplear a trabajadores en la planta de Marine Harvest, ¿qué otras iniciativas realizaron para apoyar a las familias que dependen de esta fuente laboral?

Las que se deben hacer no más. Intentar paliar la mala fortuna de aquellos que han quedado sin trabajo, para lo cual no se finiquitó a nadie en forma anticipada ni apelando a la gravedad del fenómeno vivido, se le aseguró el sueldo a todos hasta el fin de año, y trabajando fuerte para que todo se normalizara lo antes posible. El presidente de la compañía (José Luis del Río) fue claro al respecto y desde el primer momento emitió declaraciones precisas y contundentes, las que me atrevo a decir, fueron bien aceptadas por los afectados.

[Presidente de Friosur: «Este incendio es un nuevo golpe para nuestra empresa»]

¿Qué reflexiones generales sacan ustedes respecto de la importancia social y económica que tiene la actividad acuícola y pesquera en el sur de Chile?

Es mucha la gente que depende de la actividad pesquera en la región de Aysén y los mares son pródigos en recursos. Hay de todo tipo y son muchas las actividades que se pueden desarrollar, si todos, y con eso me refiero a la comunidad y autoridades, asumimos una responsabilidad especial por el cuidado de los recursos y la actividad pesquera y acuícola regional.

El reconocimiento a lo que Friosur hace no lo interpretamos solo a lo que significa Friosur por sí mismo, sino a la gravitación que en la región tiene el sector acuícola-pesquero. En ese sentido, esperamos que todos tomemos conciencia de la importancia de la sustentabilidad de los recursos y defendamos con fuerza la riqueza pesquera regional.

Este sector, bien organizado y trabajando con sus autoridades en conjunto, puede ser una verdadera palanca del desarrollo regional y fuente de recursos socioeconómicos para todos los habitantes de la región, si logra potenciar a sus agentes productivos y evitar que los intereses de actores de otras regiones depreden nuestras aguas sin control ni cuidado.

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