(Diario Financiero) Una semana cumplieron los cortes de caminos y protestas en distintos puntos de la Región de Los Lagos, especialmente en la isla de Chiloé, movilización que terminó afectando a la industria salmonicultora, que solo por menores ventas totaliza a estas alturas pérdidas por US$80 millones, según estimaciones de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile).
Sin embargo, además del efecto de corto plazo, hay riesgos que pueden afectar estructuralmente a la actividad. Esto, porque la cadena de abastecimiento de insumos, principalmente alimento para los peces y tanques de oxígeno, se ha visto interrumpida.
Aunque la situación aún es controlable, en el gremio sostienen que si los cortes se prolongan terminarán afectando de manera importante la producción estimada de salmones para los próximos dos años.
El problema principal es que hay siete pisciculturas en Chiloé que ya están mostrando problemas por el abastecimiento, principalmente de oxígeno. Se estima que desde cada uno de estos centros de agua dulce -donde los peces nacen y se desarrollan hasta que pesan del orden de cien gramos- se abastecen hasta diez centros en agua de mar.
Por eso, las condiciones -por falta de oxígeno o alimento- provocan problemas en esta biomasa los que pueden extenderse en daños a la producción por los próximos dos años.
Así lo explicó el gerente general de SalmonChile, Felipe Manterola, quien precisó que se debe entender que la situación completa de Chiloé es de paralización, por lo que los efectos en la industria salmonicultora no se reducen a dejar de producir y enviar productos, sino que también hay efectos en los cultivos.
De todos modos, agrega que aún los centros de cultivo operan con cierta normalidad, aunque reconoce los problemas en la cadena de suministro y que en algunos casos se está cumpliendo con el plazo para cosechar cierta biomasa.
Agrega que hay un daño reputacional importante, lo que se traduce en que puede aumentar el diferencial de precios que hay entre el producto nacional y el de Noruega, dado que se le incorpora un factor de riesgo a los productores por no poder cumplir con sus contratos.
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De hecho, hay efecto en el empleo. Paola Sanhueza, dirigente de trabajadores de plantas de Salmones de Blumar en el Biobío, dijo que hay preocupación porque desde el martes que no tienen suministro desde Los Lagos para procesar, lo que finalmente repercute en los sueldos y, si la situación se mantiene, en los empleos.
Negociaciones
Ya no había más espacio para acercar posiciones. Esa fue la conclusión del Gobierno en las negociaciones que sostuvo con dirigentes de las seis zonas que mantienen paralizada a la Región de Los Lagos, principalmente en Puerto Montt y Chiloé.
Este lunes, los pescadores presentaron un petitorio de 28 puntos que incluía un bono por fin de conflicto de $300 mil y cinco pagos posteriores del mismo monto. Durante la negociación, las posiciones se acercaron y el Ejecutivo llegó a ofrecer $900 mil en total.
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Sin embargo, pese a que hubo cierto consenso, fuentes dicen que los dirigentes no quisieron firmar el acuerdo porque las condiciones para acceder al beneficio implicaban que gente que está en la movilización, pero que no ha sido afectada por marea roja, no recibiría dinero.
«Toda negociación tiene un límite de tiempo y estamos cerca de ese límite», dijo el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, que ayer estuvo en Puerto Montt. Hasta ahora no hay acuerdo y, de hecho, el Gobierno había optado por pagar $750 mil a cerca de 6.000 personas. De aceptarse una flexibilización en el criterio de entrega de este beneficio, por ejemplo, sumando a recolectores de algas o extractores de erizos -que no se han visto afectados por la marea roja-, así como otros grupos se podría llegar hasta 20.000 personas.
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La apuesta es que, dado que algunos manifestantes ya llevan un mes paralizados y necesitan recursos económicos, optarán por cobrar el bono y se descolgarán del movimiento reduciéndolo.
El vicepresidente de la mesa de pescadores, Julio Cárdenas, dijo que «todo lo que pase de ahora en adelante será responsabilidad del Gobierno, ya que no tienen la capacidad de resolver algo que ellos provocaron, tienen que atenerse a las consecuencias». Lo anterior, porque no hay garantías de que los bloqueos sean levantados.
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