(El Mercurio) Los positivos resultados que obtuvieron las salmonicultoras en 2016 hicieron que el año fuera uno de los más destacados para la industria acuícola. Sin ir más lejos, todas las compañías de este sector que están listadas en bolsa arrojaron números azules. A esto se sumó la reducción en más de 30% de la cantidad de antibióticos que utilizó la industria el año pasado. Pese al auspicioso escenario, el presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile), Felipe Sandoval, afirmó que el sector enfrenta múltiples desafíos y reclamó que aún no se le toma el peso a esta actividad y a la proyección que tiene.
«Generamos más de 70.000 empleos, tenemos la tasa de desempleo más baja del país, representamos el 6% de las exportaciones de Chile y el 36% de los envíos de alimentos», destacó el timonel. Además, el dirigente gremial reveló que «una vez resueltas las primarias presidenciales, nos reuniremos con todos los candidatos para presentarles nuestro modelo de futuro. El camino para dar una solución que nos permita recuperar la competitividad es a través de una visión integral de Estado».
Sandoval señaló que períodos de relativa calma, como el actual, no solo son positivos desde un punto de vista comercial, sino que también son útiles para analizar los desafíos. «Cuando los problemas se resuelven en medio de crisis se toman decisiones de manera apresurada que, a veces, no son las adecuadas producto de la urgencia. En cambio, cuando hay períodos de calma, es más fácil hacerlo», argumentó. Y para el líder gremial, todavía hay temas para resolver. Entre los obstáculos que identificó Sandoval hay dos que estima como prioritarios. «La regulación del sector requiere de algunas modificaciones. Además, está pendiente todo el tema territorial de relocalización de concesiones, que es clave y está hace mucho tiempo sin poder avanzar. Necesitamos concesiones más grandes, más alejadas entre sí y más productivas», dijo.
Control de costos
Los precios de venta del salmón han estado altos en la primera mitad del año, sobre todo en el principal mercado para Chile, que es Estados Unidos. Sin embargo, para Sandoval, las empresas no deben enfocarse solo en ello. «No podemos depender de algo que no manejamos, que son los precios. Pero sí podemos tratar de depender de algo que podemos manejar de mejor manera, que son los costos. Y los costos se vinculan con regulaciones, con la estructura de la industria y con la gestión de las empresas», subrayó.
Pese a ello, afirmó que no se puede sacrificar el patrimonio ambiental y sanitario. «A una situación medioambiental adecuada y sanitariamente sustentable, tenemos que aspirar al menor costo posible». Explicó que el mar tiene una capacidad límite de producción y que si se sobrepasan esos límites comienzan los problemas y también suben los costos para todos. «Hay que tener una regulación que incentive a buscar el nivel adecuado de producción y que premie las buenas prácticas», recalcó. «Por ejemplo, en igualdad de condiciones sanitarias debe premiarse al que haya obtenido mejores resultados con menor uso de antibióticos», estimó.
Respecto de la baja en el uso de antimicrobianos, Sandoval destacó que las cifras revelan los esfuerzos de toda la industria y el Gobierno. «Ojalá que la tecnología nos lleve pronto a una situación aun mejor. Sin embargo, que alguien quiera pensar que esto significa que podemos llegar a cero consumo de antibióticos con las condiciones que existen en Chile, donde hay enfermedades bacterianas, no es posible», reconoció. Afirmó que una regulación geográfica con menos concesiones, pero más grandes y separadas entre sí, ayudaría a mejorar la situación ambiental y sanitaria del sector. Entre las amenazas más importantes del sector está el SRS y el cáligus, en cuyo análisis para combatirlas ya se han invertido cerca de US$ 60 millones.
Industria relegada
La relocalización de concesiones acuícolas es un anhelo que tiene el sector desde hace años. Un primer paso se dio este año, cuando la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) dio a conocer las áreas geográficas dispuestas para caladeros de pesca, que es un paso previo a la reubicación. Sin embargo, Sandoval no está conforme con las propuestas y entregarán la postura de SalmonChile al Gobierno antes del 17 de julio.
«Pensamos que se aceptan caladeros en más lugares de los que debiera haber. Y eso lo vamos a entregar respaldado técnicamente», puntualizó. Reclamó que «no se dimensionó en su justa medida el aporte de la acuicultura al desarrollo económico y social de la zona. Asimismo, Sandoval espera que en la versión final del Reglamento de Caladeros de Pesca se contemple la posibilidad de que existan acuerdos entre distintos actores para el uso del borde costero, para evitar conflictos.
Otro aspecto importante es hacia dónde se extenderá geográficamente la salmonicultura, que hoy está bastante centrada en las regiones de Los Lagos y Aysén y, en menor medida, en Magallanes. Justamente es hacia esta última región donde algunas empresas han anunciado nuevos proyectos de inversión. «La cantidad que se podrá producir en Magallanes es restringida en comparación con el total del país», dijo. Agregó que lo ideal sería «consolidar un esquema que nos dé garantías de una producción sustentable desde el punto de vista ambiental y sanitario, y después pensar en un proceso de expansión territorial mayor». El dirigente gremial aseguró que lo esencial es consolidar un modelo de producción sustentable para no vivir en estas crisis periódicas, con años buenos y años malos.
En temas gremiales, destacó el aporte del ex gerente general de SalmonChile Felipe Manterola, y anticipó que en agosto podría haber novedades respecto de quién lo suceda. Asimismo, le abrió las puertas a un eventual regreso de Marine Harvest a SalmonChile. «Siempre las puertas están abiertas para todos, tanto para Marine Harvest como para otros que están afuera. Así, el gremio sería mucho más representativo», concluyó.
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