Satélites centinelas apuntan a la industria acuícola

Oct 27, 2016

El programa SAFI, que cuenta con financiamiento de la UE, accede a los datos más recientes en tiempo casi real para su uso en modelos predictivos.

Un nuevo servicio en la nube pone en manos de los usuarios tres décadas de observaciones por satélite de las zonas costeras. Así, constituye un potente recurso informativo para la acuicultura, una de las fuentes de alimentación en más rápido crecimiento.

De acuerdo con lo explicado en un comunicado emitido por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), SAFI (Supporting our Aquaculture and Fisheries Industries) es un servicio de información en fase de prototipo que cuenta con el respaldo del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea (UE). El programa emplea datos de observación de la Tierra para dar apoyo a la industria acuícola.

SAFI garantiza un uso sencillo, accediendo a las potentes capacidades de la Plataforma de Explotación Temática de las Costas (C-TEP, por sus siglas en inglés) fundada por la ESA, herramienta «todo en uno» en la nube que abarca datos satelitales de las zonas costeras, algoritmos de procesamiento y computación.

El proyecto trienal de SAFI concluyó con un taller celebrado a fines de septiembre en Marruecos, donde se anunció que SAFI continuaría como firma comercial.

«La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) reconoce la acuicultura como uno de los sectores productores de alimento en más rápido crecimiento, superando actualmente el 50% del consumo de pescado mundial», argumentó Antoine Mangin, de la empresa de observación de la Tierra ACRI, coordinadora del programa SAFI.

«Existe una clara necesidad de herramientas de observación de la Tierra sencillas y orientadas al usuario, para guiar al sector en su continuo crecimiento y para establecer cuotas de pesca más precisas en las aguas litorales», puntualizó Mangin en relación a sus alcances para el rubro extractivo.

Sobre la acuicultura, puntualizó que los productores ya prestan una «enorme atención» a los cambios estacionales, buscando similitudes entre el año actual y los patrones de años anteriores. «En este sentido, nuestro servicio, basado a su vez en la plataforma C-TEP, ayuda en este análisis porque permite procesar rápidamente grandes cantidades de datos para realizar comparaciones históricas, análisis estadísticos y previsiones. Y la acuicultura, por ejemplo, debe llevarse a cabo según determinados parámetros medioambientales, como la turbidez o los rangos de temperatura específicos, que varían según la especie», añadió Mangin.

De igual manera, aseguró que gracias a la plataforma C-TEP, el proyecto SAFI puede procesar cientos de terabytes de datos al instante para extraer la evolución de las temperaturas en los últimos 20 años. «Si añadimos otras variables, como la transparencia del agua y la altura de las olas, podremos identificar de forma rápida y sencilla lugares apropiados para la acuicultura por todo el planeta. También podremos continuar calculando la capacidad máxima medioambiental del lugar, lo que permitirá a los usuarios pronosticar su rendimiento», aseveró Mangin. A lo que agregó: «Los mapas de los fondos marinos poco profundos, actualizados periódicamente con imágenes satelitales, también pueden ayudar a ubicar centros de cultivo de mejillones y otros mariscos».

Es así que además de tres décadas de datos de archivo, C-TEP permite acceder a las últimas imágenes capturadas por los satélites Sentinel-2 y Sentinel-3 de Copernicus, que incluyen color de las aguas, temperatura y altura de la superficie marina.

Junto con destacar que el programa SAFI accede a los datos más recientes en tiempo casi real para su uso en modelos predictivos, Mangin afirmó que la herramienta permite alertar con tiempo floraciones de fitoplancton potencialmente letales para los peces. Esto, en función de la clorofila verde o marea roja. «Como contramedida, es posible inyectar oxígeno en los recintos, aunque es un recurso costoso. O, como opción alternativa, el pescado podría cosecharse antes».

También dijo que es posible prever las marejadas, por lo que las jaulas podrían sumergirse a mayor profundidad.

Por último, subrayó Mangin, entre el 30% y el 50% de los costos de la acuicultura se deben a la alimentación. «Los individuos comen menos si la temperatura es más baja o si no están a gusto por unas condiciones de baja visibilidad. Y en este sentido, SAFI permite prever esas condiciones, de modo que los productores puedan evitar malgastar alimento», concluyó.

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