¿Se pudo haber prevenido el bloom de algas?

Mar 16, 2016

Investigadores con amplia experiencia en el rubro acuícola analizan la Floración de Algas Nocivas en Chile y sostienen que el monitoreo permanente y coordinado de las variables oceanográficas es determinante para anticiparse a estos eventos cuyos impactos serán cada vez serán más frecuentes en la industria del salmón.

La temperatura media global batió un nuevo récord para un mes de febrero desde 1880, cuando se empezaron a recopilar datos.

Lo anterior se desprende del último reporte de la NASA, según el cual la temperatura media en toda la superficie terrestre fue superior en 1,35 grados a la media de los meses de febrero del periodo 1951-1980, el que la agencia espacial estadounidense toma como escenario base. La superación de este récord histórico es una constante en los últimos meses: en enero y diciembre también se superó la temperatura media. Así, el fenómeno se convierte en una advertencia sobre el calentamiento global al que se enfrenta el planeta.

Esa información se relaciona con la mayor incidencia que ha presentado el fenómeno de El Niño durante el último tiempo, que puntualmente en el sur de Chile ha acarreado un aumento en la temperatura del mar. Esta razón, sumado a la luminosidad y el déficit pluvial, es para algunos la principal razón de la Floración de Algas Nocivas, también conocida como bloom de algas, que ha generado millonarias pérdidas para la industria del salmón.S

El oceanógrafo y biológo marino (M.Sc.), Alejandro Clément, vacaciona desde su infancia en el balneario de Pucatrihue (en la costa de Osorno) y asegura que nunca había visto manchas verdes en las zonas donde rompen las olas. Esto tras visitar el lugar en febrero pasado.

Semanas antes había recibido fotos de sus amigos desde Curiñanco, en la costa de Valdivia, donde observó el mismo fenómeno. “En los sectores donde rompen las olas las manchas siempre habían sido azules. Entonces, ahora tenemos floraciones de algas que están ocurriendo en el océano costero en las provincias de Osorno y de Valdivia, donde no hay cultivo de salmónidos en mar”, argumenta el M.Sc. por la Universidad de Oregon (Estados Unidos) en relación con la responsabilidad que podría tener la industria salmonicultora en la proliferación del evento algal.

Consultado sobre lo sucedido en el seno de Relocanví, donde se ubica la Agrupación de Concesiones de Salmonídeos (“barrio”) N°2 que representa más del 20% de la producción de salmón Atlántico en la Región de Los Lagos y cuyas pérdidas fueron casi totales producto del bloom, Clément -quien también es gerente general de Plancton Andino SpA- explica que los caudales de agua dulce que fluyen al seno de Reloncaví pueden contener sílice como elemento determinante para la constitución de células de diatomeas. Al presentarse poco sílice las clásicas diatomeas son menos competitivas con respecto a los flagelados –Chattonella, dinoflagelados, entre otros– es decir, subraya el gerente de la empresa especializada en consultorías ambientales, “si en el agua hay sílice y luz crecerán diatomeas, mientras que si hay poco sílice, entonces crecerán flagelados”. Y agrega: “Claro que la producción de salmónidos incorpora nutrientes al agua, pero decir que estos sean el factor que gatilló este bloom de algas no es correcto”.

Termoclina

El oceanógrafo físico y gerente general de Mariscope Ingeniería SpA, Christian Haag, sostiene que cuando las temperaturas en el mar llegan a su máximo estacional, se produce lo que se llama una termoclina la cual inhibe el intercambio de nutrientes con las capas más profundas del océano y el bloom declina. Entonces, las algas pueden aumentar de forma explosiva solamente en el caso de que haya nutrientes e insolación suficientes. Si uno de los elementos escasea, la floración cesa o directamente no sucede.

“En situaciones digamos ‘normales’, como las vemos durante años sin anomalías extremas como en el caso de este año, con el incremento de la insolación aumenta la temperatura y al mismo tiempo se fomenta el crecimiento de las algas. Pero este no es debido al alza de la temperatura en sí, sino al aumento de la insolación y la existencia de nutrientes. Por este motivo, en condiciones ‘normales’, las floraciones son en primavera/otoño y no en verano. En verano, dada la existencia de una termoclina y la falta de nutrientes (ya fueron consumidos por el fitoplancton), la producción de algas disminuye”, sostiene Haag.

Christian Haag (Gentileza Mariscope)No obstante, este año la floración se inició en diciembre y se acentuó en enero para llegar a su máximo en febrero, o sea en pleno verano. Entonces, ¿el motivo es la mayor temperatura en el mar? El representante de la firma de origen alemán enfatiza que “nada más lejos que eso”. De hecho, según sus palabras, “las observaciones desde satélite llevadas a cabo por Mariscope demuestran en varias áreas una baja en las temperaturas. Y esto sí es coherente, porque temperaturas más bajas demuestran que hay aportes de masas de agua de otro origen que traen nutrientes. Este es el motivo por el cual las algas han podido florecer de modo explosivo en verano”.

Pero, ¿por qué se da una llegada de masas de agua fría y ricas de nutrientes en esta estación? El mismo Haag responde que durante los meses finales de 2015 y lo que va de 2016 el fenómeno de El Niño llegó a tener anomalías térmicas de hasta 7 grados centígrados en el Pacífico ecuatorial, con una acumulación de energía de miles de millones de megawatts. “Este fenómeno, del cual se desconocen todavía muchas relaciones causa-efecto, tiene como resultado una inversión de los flujos y reflujos en todo el Pacífico”, subraya el representante de Mariscope, añadiendo que el cambio en la circulación oceánica “ha resultado en un aporte de masas de agua lo suficientemente ricas en nutrientes que en combinación con los días soleados de este verano ha tenido un efecto catastrófico para la industria del salmón, en términos del impacto por el bloom de algas”.

Prever

Sobre los factores que determinan que un evento de microalgas sea dañino, el director ejecutivo del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) e investigador principal del Programa COPAS Sur-Austral, Giovanni Daneri, quien es doctor en Oceanografía por la Universidad de Southampton, Reino Unido, argumenta que la evidencia acumulada indica que periodos prolongados de altas temperaturas generalmente preceden la ocurrencia de floraciones masivas de especies problemáticas.

Giovanni Daneri Hermosilla director CIEP Aysén copiaAparte de esa observación, puntualiza, “no existe certeza científica alguna sobre los factores que podrían estar gatillando estos eventos, aunque se barajan ciertas hipótesis; como las migraciones verticales de los flagelados (absorben nutrientes en las capas profundas y luego fotosintetizan en la superficie), la capacidad de una gran cantidad de estos de utilizar materia orgánica ya formada o la adición de nutrientes por la industria acuícola”. Todas tesis de trabajo válidas pero que, a su juicio, “requieren de estudio”.

Alejandro Clément, por su parte, dice que si bien emitieron informes de presencia de algas nocivas donde se consideraba que las condiciones climáticas existentes fomentaban una proliferación, “pronosticar una catástrofe de esta naturaleza es imposible, porque un hecho con esta magnitud, de esta especie, no había acontecido”, enfatiza el gerente de Plancton Andino.

Monitoreo

La doctora Sandra Bravo del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh) recuerda que la “peor pesadilla” experimentada por la salmonicultura chilena ocurrió durante los primeros años de apogeo de esta industria, específicamente en septiembre de 1988.

En esa fecha, la marea café causada por la rafidofícia Heterosigma akashiwo tuvo una amplia extensión y duración, generando la muerte por asfixia de miles de peces y una pérdida estimada en biomasa que fluctúo entre 1.500 a 2.000 toneladas –porcentaje no menor para la producción de la época–, con concentraciones de microalgas del orden de las 126.000 células/ml en superficie y 49.300 células/ml a 20 m de Dra. Sandra Bravo del Instituto de Acuicultura de la UACh.profundidad en el seno de Reloncaví, y de 180.000 células/ml en el área de Tubildad (comuna de Quemchi, Provincia de Chiloé, en la Región de Los Lagos), donde se observó un denso mucilago café en los sectores con mayor concentración de células.

“Han transcurrido 28 años y la industria del salmón vuelve a ser afectada por un severo bloom de microalgas, esta vez causada por Pseudochatonella cf verruculosa. La lección, entonces, es que el monitoreo permanente y coordinado de las variables oceanográficas es relevante para anticiparse a estas crisis ambientales que sin dudas seguirán ocurriendo en torno al cultivo de salmónidos”, manifiesta la Dra. Bravo.

Vea: Bloom de algas se intensificarían en los próximos años producto del cambio climático

Las palabras de la investigadora de la UACh son compartidas por Christian Haag de Mariscope, quien dice que en la actualidad no existen las condiciones para influenciar las corrientes oceánicas, y los fenómenos de El Niño y La Niña continuarán acentuándose en los próximos años por el cambio climático. “Por ende, lo que se puede hacer es tener información temprana sobre la situación actual del océano para iniciar planes de mitigación, que además necesitan revisiones después de lo sucedido. En este caso, debemos tener presente los métodos empíricos que se basan en la observación y no en la modelación, hasta no estar preparados para esta metodología”, aduce Haag.

En la misma línea, Alejandro Clément de Plancton Andino subraya que toda la experiencia adquirida con las conductas de los peces sobrevivientes “es muy importante considerarla para establecer planes de acción y mitigación. Y sumado a las tecnologías, el énfasis debe ponerse en la biología e ingeniería (hidráulica, mecánica, entre otros) para poder tomar lineamientos que realmente ayuden a aminorar los impactos de estos eventos”.

Teniendo en cuenta que este tipo de fenómenos se incrementarían en el tiempo, el Dr. Giovanni Daneri del CIEP puntualizó que si Chile quiere permanecer como uno de los países líderes en la producción de peces, «es urgente considerar la utilización de áreas de cultivo en zonas oceánicas (offshore), tal como lo hacen sus competidores directos», como Noruega, que ya se encuentran trabajando en ello.

Christian Haag de Mariscope complementó que cuando las floraciones algales tienen su origen en océano abierto, como la tecnología satelital ha demostrado en resultados preliminares, los cultivos en áreas más oceánicas se verían igualmente afectados por estos mega-eventos. En todo caso, concluyó, en esas zonas remotas «la dinámica marina tendría características distintas a fiordos y mar interior, y quizás la respuesta del sistema y los impactos serian de otra magnitud».

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