«La comunidad debe saber que los episodios de olores que muchas veces enfrentan las plantas pesqueras y que afecta a la comunidad no se debe a la falta de tecnología o equipamiento para eliminar estas molestias, sino que su origen se encuentra en un sobreabastecimiento de pesca, ya que están obligados a recibir de lanchas artesanales que no poseen refrigeración en sus bodegas y que no tienen ninguna programación para salir a pescar y abastecer ordenadamente a las plantas», argumentó este lunes 6 de marzo la jefa de Asuntos Públicos de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), Verónica Ceballos, al comentar la imposibilidad de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) de aplicar la restricción de un zarpe diario a la flota sardinera artesanal tras un fallo judicial.
La Asipes, en su momento, apoyó la decisión tomada por el Comité de Manejo de la Sardina y Anchoveta de restringir durante diez días al mes un zarpe por embarcación de la flota sardinera que abastece a la industria pesquera. «Cuando las plantas no pueden procesar toda la pesca, esta se descompone en las bodegas de las lanchas artesanales y en los pozos de las plantas, lo que genera malos olores, por lo tanto, como industria habíamos respaldado la medida que había anunciado la autoridad», manifestó la ejecutiva.
El gremio pesquero industrial sostuvo que esta medida fue implementada a principios del año pasado con buenos resultados por lo que, según adujo Verónica Ceballos, el reclamo llevado a los tribunales por pescadores artesanales de Coronel (Región del Biobío) no apunta en la dirección correcta. «Es importante que todos los actores pesqueros colaboren con la protección y cuidado sobre el medioambiente y aceptando que el artesanal es un sector que requiere más regulación y mejor fiscalización en beneficio de la sustentabilidad de los recursos», puntualizó.
La sardina y anchoveta es un recurso pesquero eminentemente artesanal, ya que la cuota pertenece en un 80% a este rubro, pero que tiene como destino las plantas de proceso industrial para fabricar harina y aceite de pescado.
Por último, la Asipes precisó que la medida también ordena que la flota artesanal sardinera opere los primeros diez días del mes de manera exclusiva sobre el recurso, por lo tanto, la restricción no afecta a estos actores, sino que es solo un beneficio para la cadena de producción pesquera y la comunidad que vive en torno a la actividad industrial.