«Es lamentable que la avaricia y el dinero sucio lleven a dirigentes artesanales de O’Higgins y del Maule a mentir a parlamentarios, haciéndolos hablar, escribir y presentar proyectos de ley que nada tienen que ver con la realidad actual del sector pesquero nacional».
Así se refirió Sergio Vera, vicepresidente de la Federación de Tripulantes de Naves Especiales de Chile (Fetrinech), a la iniciativa presentada a principios de octubre por un grupo de legisladores, la cual busca prohibir la pesca de arrastre en ciertas áreas de dichas regiones.
A juicio del dirigente, los argumentos de la propuesta hablan de un estudio de Oceana del año 2004. «En estos doce años se promulgaron nuevas normativas, que han modificado y regulado en muchos aspectos los contenidos de la ley, entre estos los artes y aparejos, como lo son las leyes N°19.713, N°18.892 y la N°29.657», argumentó.
Vera sostuvo que en 2005 se incrementó el tamaño de la malla en las redes de pesca de arrastre, desde 100 a 110 milímetros; se eliminaron los cubre copos; se incorporaron mallas cuadradas para el escape de especies juveniles; se han puesto rejillas para impedir el paso de jibias o lobos al interior de la red; entre otros. «Podríamos nombrar más especies, como tortugas, delfines, ballenas y otras que mencionan los senadores, pero en nuestras zonas de pesca estas no están presentes, menos en las áreas donde pretenden eliminar el arrastre», aseguró.
De igual manera, puntualizó que hoy los barcos de arrastre en Chile «cuentan con tecnología de punta, con los instrumentos electrónicos y aparejos de pesca más avanzados del mundo. Además, hay observadores y posicionadores satelitales a bordo».
Respecto a la destrucción del fondo marino a la que hace alusión el proyecto de ley, el vicepresidente de Fetrinech afirmó que «por décadas hemos pescado en las mismas zonas, cuyo fondo, de acuerdo con un estudio realizado en el 2007 por la Universidad Católica de Valparaíso, es roca, arena y fango, por lo que no causamos destrucción o matanza, como dicen los senadores».
En cuanto a los porcentajes de descarte, manifestó que los crustáceos chilenos son los únicos certificados en Sudamérica. Mientras que la merluza común está sometida a la actual Ley N°20.625, «y los resultados de los estudios realizados antes de su entrada en vigencia, comprueban que el descarte de los barcos arrastreros no supera el 3%».
Por ello, llamó a los congresistas a «informarse bien. Los pescadores que los presionan y engañan para eliminar el arrastre no cuentan con los artes de pesca para llegar a las profundidades en que se encuentra la merluza en tamaño y edad para extraerla del mar. Son los mismos que durante los últimos años están llevando la especie a su exterminio por la excesiva pesca ilegal. Por esto, el proyecto que busca eliminar el arrastre en O’Higgins y Maule contiene argumentos errados», aseveró.
Lo anterior quedó demostrado, según Vera, en un estudio del profesor Hugo Arancibia de la Universidad de Concepción, el cual afirma que el sector artesanal, principalmente en las regiones de O’Higgins y del Maule, capturó en el 2015 un 450% más de lo autorizado, es decir sobre las 40.000 toneladas de pesca ilegal, información entregada por los propios pescadores.
«Ese es el real problema de los artesanales de esas regiones; la pesca ilegal que por años han efectuado sobre el recurso. Sugiero a los parlamentarios presentar proyectos que den más facultades al Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura) para que pueda realizar su labor de fiscalización y no iniciativas populistas y sin sustento», finalizó el timonel de la Fetrinech.