US$21.000 millones. Este es el monto estimado de las pérdidas para la economía de Brasil que ha provocado el paro de camioneros. Y si bien en su día número 11 perdió fuerza tras el envío de las Fuerzas Armadas a liberar las carreteras en algunas provincias y también porque el gobierno aceptó reducir temporalmente el precio del diésel y acogió algunas otras demandas presentadas por los sindicatos, las protestas y bloqueos han continuado en al menos diez estados, incluyendo Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia.
De acuerdo con un reporte emitido este jueves por la Policía Caminera Federal, restaban 197 «puntos de aglomeración» de vehículos en las bermas de autopistas federales, lo que significa una caída del 68% en comparación con días pasados.
La entidad uniformada también detalló que había escoltado cerca de 2.000 camiones con combustible, alimentos y otros insumos «para permitir el reabastecimiento de las grandes capitales».
Precisamente por algunas de esas «grandes capitales», como Sao Paulo y Río de Janeiro, es por donde ingresa el salmón chileno, que en Brasil tiene a su tercer mayor mercado luego de Estados Unidos y Japón.
El miércoles, AQUA consultó a salmonicultoras y empresas de transporte, quienes dijeron haber tenido ciertos problemas de logística, fundamentalmente.
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En tanto, durante la jornada de este jueves, el gerente de Farming de Salmones Magallanes, Óscar Garay, ahondó a AQUA que el producto que no ha podido ingresar a Brasil debe destinarse a otros países. Es así como, considerando que Chile envía cerca de 8.000 toneladas (t) mensuales de salmónidos al gigante latinoamericano, entre 3.000 y 4.000 t podrían tener otros mercados como destino final al cumplirse casi dos semanas de paro.
«Al tener un país semiparalizado y teniendo en cuenta que la mayoría de los salmones que entran a Brasil lo hacen en presentación fresco, necesariamente se deben buscar plazas sustitutas para las exportaciones, como Estados Unidos y China. Esto, al provocar una mayor oferta en los nuevos destinos y teniendo en cuenta que 4.000 toneladas no es un monto menor, genera caídas de precio, que incluso pudieran llegar a los 30 o 40 centavos de dólar», sostuvo Garay, quien también es vicepresidente de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes (APSTM).
Consultado por eventuales problemas de inocuidad para el pescado que se encuentra en camiones paralizados, el ejecutivo explicó que la mayoría de estos hoy cuentan con sistemas capaces de llegar a los -21°C, «congelando así los salmones y pudiendo mantener su cadena de frío».
Petroleros
En tanto, la huelga de la Federación Única de Petroleros (FUP), que se había sumado a la de los camioneros, debió ser suspendida luego que el Tribunal Superior del Trabajo (TST) la declarara «ilegal» por su carácter «político-ideológico» e impusiera sanciones por $2 millones de reales (unos US$540.000) diarios a los sindicatos que la respaldasen.
La FUP, en respuesta, emitió un comunicado donde subrayó que el fallo «claramente busca criminalizar a los movimientos sociales» y representa «una grave violación de los derechos de los trabajadores, que será denunciada ampliamente».
Pese a ello, la FUP pidió a sus afiliados suspender la huelga, una decisión que calificó como «un paso atrás momentáneo y necesario para la construcción de un paro por tiempo indeterminado, y que será oportunamente convocado».
De igual manera, enfatizó que «los trabajadores petroleros no retrocederán y ganarán la solidaridad de todos los movimientos sociales y otros sindicatos, tanto dentro como fuera del país».