La semana antepasada, el Senado de Washington (Estados Unidos) aprobó un proyecto de ley para eliminar gradualmente el cultivo de salmones en balsas-jaula en aguas del estado y ponerle fin en el año 2025, cuando caducarán las concesiones existentes.
El «Proyecto de Ley del Senado 6086», aprobado por 35 votos a favor y 12 en contra, fue enviado a la Cámara de Representantes, donde también obtuvo su visto bueno.
En medio de la polémica, el gobernador Jay Inslee calificó a los centros salmonicultores como «un riesgo que es intolerable» y culpó a Cooke Aquaculture por la «marcada falta de responsabilidad» que llevó al colapso de una jaula de su centro de Cypress Island en el verano pasado.
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En respuesta, a través de una declaración a la cual tuvo acceso AQUA, el vicepresidente de Relaciones Públicas de Cooke Aquaculture, Joel Richardson, respondió que «muchas personas en Washington están muy decepcionadas de que el Senado, y ahora la Cámara, hayan aprobado una prohibición efectiva de las operaciones de un sector de la industria acuícola-pesquera que genera orgullo en el estado y que opera desde hace casi 40 años en Puget Sound». A lo que añadió: «Los legisladores de Washington deben defender a los cientos de familias de acuicultores marinos rurales que dependen de esta industria para su sustento».
Cooke comenzó en 1985 como una empresa familiar con una sola balsa-jaula y tras 33 años se ha convertido en una de las principales compañías salmonicultoras en el mundo -también opera en Chile-. En este contexto, Richardson aseguró que persiguen las mejores prácticas y los últimos avances en tecnología, infraestructura e investigación y desarrollo (I+D). «Cuando adquirimos los cuatro centros de cultivo en Puget Sound durante el verano (boreal) de 2016, estábamos entusiasmados con la oportunidad de llevar nuestros altos estándares a Washington y mostrar a la comunidad la gran promesa y el valor de la salmonicultura que genera un producto saludable y asequible, además de ser una fuente de proteína disponible durante todo el año».
Más adelante, el ejecutivo reconoció que les sorprendió el «lamentable accidente» que ocurrió en Cypress Island poco más de un año después de que compraran los centros. «Desde ese incidente, la compañía buscó trabajar con todas las partes interesadas, incluidos los funcionarios estatales y locales, para abordar sus inquietudes y demostrar que Cooke es un buen ciudadano corporativo interesado en corregir todos los problemas que resultaron en el escape de peces de agosto. Reconocemos que algunas personas tienen preocupaciones y se oponen al cultivo de salmón Atlántico en Puget Sound. También entendemos el valor que esta comunidad otorga al salmón silvestre y, como familia comprometida con la acuicultura y la pesca, compartimos ese valor. Las operaciones de Cooke no hacen daño al salmón salvaje; el cultivo de salmón Atlántico no suprime o mina de otra manera la importante pesquería silvestre de la región; y es un hecho que la prohibición del cultivo de salmón Atlántico no traerá un solo salmón salvaje de vuelta a Puget Sound y no mejorará la pesquería si se prohíben nuestras operaciones», adujo Joel Richardson.
Sin embargo, añadió, la prohibición del cultivo de salmón Atlántico tendrá un impacto negativo en la actividad económica de la región en general, con un impacto negativo específico en las familias de acuicultores marinos que se sostienen como resultado de las operaciones de Cooke en Puget Sound. «No comprendemos la acción de la legislatura cuando consideramos los bajos efectos que la salmonicultura tiene en el salmón salvaje frente al impacto negativo, real y significativo que la prohibición de nuestros cultivos tendrá en las familias del área que dependen de Cooke, directa o indirectamente, para el empleo».
Para cerrar, el representante de la productora de salmónidos dijo que continuarán trabajando en colaboración con las autoridades locales, legisladores, el Comisionado de Tierras Públicas y el gobernador «para proteger los trabajos rurales de acuicultura marina, proteger las aguas naturales y tomar medidas significativas para garantizar que haya salmones en las aguas de Washington para cosechar ahora y en el futuro. Y dada la disminución de las poblaciones de salmón nativo en las vías fluviales de Puget Sound, estamos preparados para invertir en la recuperación del salmón del Pacífico salvaje al compartir la experiencia que hemos desarrollado en asociación con muchas partes interesadas en otros lugares».