El director (S) del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en la región del Biobío, Rodrigo Valencia, informó que la institución ha intensificado sus procedimientos de control de la temporada de pesca pelágica, pues la semana pasada entró en operación la flota artesanal mayor, es decir, las naves de 12 a 18 metros de eslora y tecnificadas.
Valencia detalló que, en base a todos los antecedentes recabados, respecto a que las declaraciones de desembarque del recurso «mote» en cantidades muy superiores a la sardina y anchoveta coinciden cuando no hay presencia de fiscalizadores del Sernapesca, se estableció que hay tres empresas pesqueras donde se concentrará el control.
«Estamos en esas pesqueras porque los artesanales proveen a la industria la materia prima para procesar harina y aceite de pescado. Y en esas tres plantas es donde hemos tenido hallazgos de declaraciones con porcentajes de ‘mote’ anormalmente altos. Estaremos allí 24/7 para ver si se está vulnerando o no el sistema y entregando información no fidedigna», enfatizó el personero de Estado.
Respecto a las críticas surgidas de los artesanales por la fiscalización a la flota menor, Valencia sostuvo que «las críticas no se ajustan a la realidad, pues los barcos industriales y las embarcaciones mayores de 12 metros son certificadas y por tanto, se hace un efectivo muestreo de composición de especies, además tienen posicionador satelital, lo que facilita su control. Los artesanales menores perciben mayor fiscalización hacia ellos, porque efectivamente tenemos fiscalización presencial, pero las inspecciones y controles se hacen a toda la flota», añadió.
Industriales
El director regional (S) en el Biobío también manifestó que la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) acusó recibo del llamado del director nacional del Sernapesca, José Miguel Burgos, en orden a que los propios actores de la pesca deben velar por el cuidado de los recursos para hacer sustentable su actividad.
«Asipes se comprometió voluntariamente a la contratación de una empresa auditora externa para certificar a aquellas embarcaciones menores de 12 metros, lo que por cierto es voluntario y no sustituye la fiscalización que igualmente seguiremos realizando, pues no se contempla en la normativa pesquera nacional. Además, la industria nos aseguró que no seguirán abasteciéndose de armadores que declaren especies distintas a las capturadas, y esperamos que ese compromiso se respete», subrayó Valencia.
Para cerrar, se aseguró que el Sernapesca continuará su trabajo centrado en toda la cadena productiva de la pesquería sardina y anchoveta; desde su extracción hasta su proceso en las plantas elaboradoras.
Hasta ahora se han desembarcado cerca de 50.000 toneladas, quedando restante un 70% de la cuota asignada este año para la pesquería pelágica de la región del Biobío.
